Capítulo 122

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Mi hermano Axel me mira sorprendido removiéndose cuando se pega a la pared y se levanta.

-¿Qué? - me suelta sin creérselo. - ¿Te estas follando a la hija de nuestro enemigo? - le miro mortal. - Perdón - se disculpa rápido. - Joder... - posa su mano en su nariz observando la sangre. - ¿Sabes dónde te estas metiendo? - me dice con tono de regaño. - ¡Puede matarte si se entera! - alza su voz.

Rápido le atrapo de su camiseta alzándole cuando le choco contra la pared enfrentándolo.

-¿¡Te crees que no lo sé!? - le rujo. - Por eso quiero acabar con él, otro motivo más para matarlo - le suelto de malas formas a punto de caerse al suelo.

-¿Desde cuándo estas teniendo algo con ella? Ahora lo entiendo todo... los celos de Pablo, eras tú - me señala. - Él me decía que estaba con un preso, joder... - masculla. - Mi propio hermano - se echa ambas manos a la cabeza. - Esto es una locura...

-Quiero a Pablo muerto... - me observa. - No me mires así me la suda que sea tu mejor amigo... - le gruño.

-¿Qué? - se echa a reír de la nada. - No es mi mejor amigo... - frunzo mi ceño cuando atrapa mi brazo sacándome de la cocina hasta llevarme al salón de nuevo donde Pablo seguía tumbado.

-¿Qué está pasando aquí? - habla rápido cuando nos ve a los dos.

-Es hora de que me quite la máscara que he tenido puesta todos años contigo... - le dice Axel confundiéndome aún más.

Pablo le observa sin entender tampoco.

-¿Qué estás diciendo Axel? Él me pego la paliza no debería estar aquí - alza su voz.

-¡Es mi hermano! - le suelta. - Eres tan estúpido... - alzo ambas cejas cuando le escucho. - No te has dado cuenta de que todos estos años te estuve usando para acercarme a Antonella y cumplir con mi venganza, ¿Qué te creías? ¿Qué éramos como hermanos? No, el día que me aparecí en el negocio de tu padre buscando un trabajo era todo planeado para saber dónde vivías, todo comenzó cuando te vi con ella un día en un parque cercano del trabajo - ambos le miramos sorprendidos. - Lo que no sabía es que gracias a ti encontraría de nuevo a mi hermano, el mundo sin duda es un pañuelo - sonrió moviendo mi cabeza sin creerlo aún.

Pablo tartamudea sin saber que decir.

-Vaya, vaya... - comienzo a caminar hacia Pablo. - La vida de nuevo nos puso en el mismo camino... pero esta vez fuera de la cárcel - le muestro una sonrisa de dientes.

-Sois unos traidores de mierda... - nos suelta echándose hacia atrás en el sofá.

-La vida al parecer te está pagando con la misma moneda... - le vuelvo a sonreír.

-Por mi puedes matarle ya no me sirve de nada - suelta Axel detrás de mi volviendo a aparecer ese lado frío que yo conocía.

-¡NO! - grita él. - ¡No pueden matarme! - tanto Axel y yo comenzamos a reírnos.

-Claro que podemos... - le suelta mi hermano acercándose. - Asido agotador hacerse pasar por tu amigo normal que Antonella prefiera a mi hermano eres muy aburrido... - nos reímos ambos de nuevo.

-¿Qué? ¡Eres tú! - me rio aún más.

-Eres cortito hasta para eso - le golpeo en su cabeza con mi mano abierta no muy fuerte asustándole cuando se aparta rápido.

-¡No te vas a salir con la tuya! ¡Hare que te metan de nuevo en la cárcel si no te escapaste! - poso mi mano en mi abdomen carcajeándome acompañándome mi hermano.

-Tengo que darte las gracias, Pablo - se mofa Axel posando su mano en mi hombro. - Gracias a ti pude reunirme de nuevo con mi hermano... - me mira sonriéndome. - Ahora tengo más que claro con quien tengo que unirme para acabar con todo esto... - le observo. - A lo mejor tuve que hacer las cosas de otra manera, pero ya están hechas... - observa a Pablo de nuevo. - Lo que si podemos cambiar es el presente y tu no estas en él... - se agacha sacando un cuchillo de su bota. - ¿Qué crees que deberíamos hacer con él? - me pregunta esta vez a mí.

Peligrosa Atracción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora