Capítulo 93

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El rostro de mi padre cambia por completo cuando le menciono a Pablo y tal parece que a los segundos su rostro va cambiando de nuevo como sus ojos brillando.

Como si le hubiera dado una oportunidad para joderle y así había sido porque había demostrado que no le caía nada bien ni se fiaba de él solo bastaba recordar la conversación que tuvimos no hace mucho.

-¿Pablo? - me pregunta, asiento con mi cabeza. - ¡Ese maldito cabrón! - ruge molesto. - Te dije que no era de fiar Antonella, sabía que tenía doble cara y oculta algo - me señala con su dedo.

-Pues no se papa si ocultara o no, pero mis sospechas me dicen que fue él - le digo aun aterrada.

Suelta una respiración mirándome fijamente.

-¿Qué sospechas Antonella? Te pregunte si pasaba algo con él y todo estaba bien según tú - suelto un suspiro llevando una de mis manos a mi pelo tirando de él. - Antonella... - alza mi padre ambas cejas esperando a que le dijera.

-Esta dolido por la ruptura, se está dejando llevar por su ira y... - me quedo callada.

-Y... - insiste mi padre.

-Hace poco se presentó en mi consulta y entre unas cosas y otras discutimos terminando por agarrarme del cuello casi asfixiándome - termino por contarle.

-¿¡QUE!? - ruje mi padre furioso. - ¿¡Como no lo me dijiste antes Antonella!? Me tuviste que llamar justo cuando te paso - hago una mueca.

-Porque sabía cómo te ibas a poner - le señalo. - No quería empeorar las cosas, pero ahora con lo que paso... las cosas parecen que van a peor - suelto un suspiro cansada.

-No se van a poner peor porque voy a matar a ese hijo de puta por haberse atrevido a ponerte una mano encima - me advierte.

-Papa... - intento calmarle, pero era peor que una bala.

-No Antonella, soy tu padre y mi deber es protegerte, ese hijo de puta va a saber con quién se metió, me conoció en su momento a buenas por ti, pero con esto se va a lamentar de haber nacido - me deja en claro. - ¿Dónde está ahora? - me pregunta.

Niego con mi cabeza agachándola mordiendo mi labio inferior fuerte.

-Antonella... - me vuelve a advertir. - Dime donde se está quedando ahora - alzo mi cabeza mirándolo de nuevo.

-No lo sé - le digo sincera. - Lo único que sé es que le está ayudando un amigo y solo tiene a su padre, pero no sé si se está quedando en su casa o cogió un hotel - estaba intentando evitar problemas a gente que no tenía que ver nada, pero con mi padre era complicado eso.

-¿Dónde está esa casa? - me vuelve a preguntar.

-No lo sé - me mira fijamente. - De verdad que no lo sé, nunca fui a la casa de su padre las pocas veces que le he visto quedábamos con él en un restaurante para comer o cenar - mi padre suelta una respiración lenta.

-Bueno pues dime donde fue la última vez que le viste - insiste de nuevo.

-En el penal - me detengo acordándome que hoy escuche que le tocaba guardia toda la noche. - Esta noche guardia hasta mañana, luego supongo que pondrán a otro para que descanse algo - le digo sincera.

Saca rápidamente su móvil desbloqueándolo para luego buscar algo supongo que un contacto llevándoselo a su oreja.

-¿Qué vas a hacer? - le pregunto queriendo saber lo que van a hacer a Pablo.

-Lo que tuve que hacer cuando me enteré de que estabas saliendo con él, tuve que interrogarlo sin que te dieras cuenta, pero no lo hice y ahora eso pasara - mi cara cambia a una de absoluta sorpresa.

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