Capítulo 88

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Estaba dispuesta a bloquear mi móvil y dejarlo donde estaba pero simplemente no pude, me pudo mas la curiosidad de lo que me había escrito Ashton.

Tal vez una parte de mi quería ver que si había cosas buenas en Ashton y que había cambiado pero luego recuerdo de nuevo lo que vi con mis propios ojos esta noche y en mi cabeza había un gran debate.

Me meto en mensajes comenzando a leer lo que me puso.

No voy ha mentirte con lo que paso hoy en el penal, esas peleas son reales de hace mucho tiempo, antes de que te conociera por primera vez.


Se que me viste, escuche el contoneo de tus tacones y te vi como corrías alejándote de todo el ajetreo de los demás presos.


No tengo palabras suficientes para expresarme como me siento ahora mismo Antonella, pero si quiero que sepas que el Ashton que viste esta noche peleando con ese hombre no era yo, tal vez no es justificación pero todo tiene un porque.


Lo siento...



Niego con mi cabeza cuando leo su mensaje varias veces intentando analizar cada una de sus palabras.

¿Qué porque tendría?

¿Qué motivo tendría para pelear con una persona hasta matarla?

Quería creerle pero con un mensaje por el móvil no podía saber si de verdad lo decía enserio o no.

Suelto un suspiro borrando el mensaje para después bloquearlo dejándolo donde antes arropándome de nuevo.

Apago la luz quedando completamente a oscuras pensando por bastante rato hasta que termino quedándome dormida...


Al día siguiente...

Mi despertador suena, suelto un gruñido sacando mi mano de debajo de las sabanas buscando mi móvil hasta que doy con el apagando la alarma.

Me alzo despacio soltando un bostezo para comenzar otro día mas haciendo mi misma rutina que todas las mañanas solo que ahora la casa estaba en completo silencio y la silla que estaba enfrente de mi estaba vacía.

Cuando desayuno mando un mensaje a Bianca para recordarla que después de mi trabajo nos veríamos, aunque conociéndola una cosa así era imposible que lo olvidara.

Al cerrar la puerta de mi coche me quedo por unos segundos mirando al frente con ambas manos en el volante sabiendo perfectamente que me tocaría ver a Ashton y Pablo.

Dios mío... mi vida no podía ser mas caótica teniendo a ambos hombres a mi lado...

Arranco alejándome de la casa hasta llegar al penal donde me encontré con un poco de trafico pero termine llegando a tiempo.

Con mi identificación de siempre pude entrar sin ningún problema avanzando hasta mi consulta encontrándome por el camino a Pablo.

Empezamos bien desde por la mañana...

-De verdad que no tengo ganas de discutir ahora... - le digo abriendo mi puerta haciéndome a un lado rápido entrando dispuesta a cerrar la puerta cuando el posa su pie en mitad de la puerta impidiendo que la cerrara.

Alza su cabeza mirándome antes de hablar.

-No vengo a discutir Antonella... - me suplica con su mirada.

-¿Entonces que quieres Pablo? - suelto una respiración de absoluto agotamiento.

Posa su mano en la puerta empujándola abriéndola por completo entrando dentro cerrando con su espalda.

-Mañana iré a por mis cosas, puedes meterlas en cajas para así solo llegar y llevármelas - dejo mi bolsa encima de la mesa observándole queriendo saber por donde quiere ir.

Porque no se me olvida aun que hace poco en esta misma consulta el me pego contra la pared con intenciones de asfixiarme dejándome una pequeña marca que me toco tapar con maquillaje y que gracias a dios mi padre no vio.

-Esta bien las dejare a la entrada, dime una hora para saberlo y que no estén en la calle - me vuelve a observar fijamente.

-La que a ti te venga bien Antonella - arrugo mis labios.

-A las cinco me parece bien - asiente con su cabeza estando de acuerdo.

-A noche estuve pensando en todo lo que ha pasado estos días... - comienza a decirme. - Y lo siento de nuevo Antonella se que me he comportado como un estúpido y sabes que yo nunca te haría daño - mueve su mano señalando mi cuello.

-Tu comportamiento no tiene justificación pero todos asimilamos las situaciones de diferente formas, ya sabes lo que pienso Pablo porque te lo dije - me cruzo de brazos.

-¿Le amas? - me sorprende con su pregunta.

-Sí - le contesto al instante sin mentirle.

A pesar de lo que vi ayer por mas malo que fuera seguía estando enamorada de Ashton aunque decepcionada eso si.

Pablo suelta una respiración por su nariz endureciendo su mandíbula.

-Bien - me contesta algo mas serio que antes. - Quería decirte que hoy mismo hablare con el director del penal para informarle que cuando pase un tiempo y salga un traslado lo acepte para irme a otro penal - le miro sorprendida cuando le escucho.

-Pablo... - le susurro. - No hace falta que te vayas porque este yo - le digo rápido viendo como niega de nuevo con su cabeza.

-No puedo estar en el mismo lugar en el que esta la mujer que yo amo - me quedo rígida. - De verdad que no puedo y si hubiera sabido que las cosas abrían acabado de esta manera no hubiera aceptado este puesto - antes de que pudiera procesar sus palabras y contestarle se dirige rápido a la puerta marchándose dejándome con la palabra en la boca cuando entreabro mis labios para contestarle.

Me dejo caer en mi silla analizando el comportamiento que había tenido en estos momentos Ashton, si hubiera sido así desde un principio las cosas hubieran sido diferentes.

Dos toques en la puerta se hacen presentes, a los pocos segundos se abre asomándose el funcionario avisándome que ya estaba en su puesto afuera.

Con eso me puse a mi trabajo intentando dejar mis problemas atrás y centrarme en lo que me tocaba hoy.

Mire mis informes repasándolos antes de comenzar a atender a los presos como todos los días tocándome dos nuevos que aun no había conocido.

Fue a los primeros que llame estando casi una hora y media con cada uno escuchando sobre sus vidas aunque no fueran muy habladores.

Descanse cuando llego la hora de la comida donde salí del penal para comer en algún sitio recibiendo la llamada de mi abogado diciéndome que el caso de mi familia de nuevo se iba a cerrar por falta de pruebas y no podíamos hacer nada.

Cada vez estaba mas frustrada de que todo me saliera tan mal.

Y no veía la luz dentro de túnel tan largo que por mas que corriera no llegaba a la salida.

Mi detective privado que también me costo en su momento una pasta no encontraba nada así que decidí por pagarle por su trabajo que hizo y no recurrir mas a el.

Mas tarde volví de nuevo a penal para seguir con mi trabajo hasta las nueve de la noche.

Me detengo cuando paso por la clínica de Pablo escuchando la voz de Ashton viendo como la puerta estaba medio abierta.

Un funcionario estaba adentro avisando a Pablo por si pasaba algo.

Solo cuando se pone Ashton de lado puedo observar un poco su rostro viendo todo lo golpeado que estaba.

Dios mío... que horror.

Reacciono rápido cuando salgo corriendo al escuchar como el funcionario abre la puerta saliendo de la clínica quedándose a vigilar.

Pablo y Ashton en la misma habitación no me parecía nada bueno sinceramente...



Narra Ashton:

A pesar de haber tenido una segunda cena buena y comer bien como hacia mucho no lo hacia no pude conciliar el sueño durmiendo muy poco.

Me sentía culpable...

Culpable por Antonella de que sintiera miedo, de que me viera como un monstruo, de no saber como iba a reaccionar cuando la tuviera enfrente de nuevo.

Pero me encontré con que estaba intentando evitarme de nuevo cuando no me llamo para una nueva terapia.

Lo que si me toco fue revisión con el ex idiota de Pablo, donde me quitarían los puntos y me curaría por los golpes que recibí ayer en la pelea.

Aproveche ese momento para poder mirar si era verdad que el tenia la carpeta de Antonella.

Cuando el funcionario se fue dejándome a solas con Pablo comencé con mi juego.

Observa todo a mi alrededor disimulando en su búsqueda hasta que mi mirada acabo en su mesa viendo un montón de papeles encima.

-No sabia que en este penal se hacían peleas - me dice dándome la espalda cuando se pone sus guantes preparándose.

-Si bueno... estas peleas no son normales - dejo caer mientras levanto mas mi mirada intentando fijarme bien en las cosas que tenia en búsqueda de la carpeta, pero por ahora no veía nada.

-Por tu forma de decirlo no es la única vez que participas y las conoces bastante bien - se da la vuelta observándome.

Suelto un pequeño carraspeo antes de contestarle.

-Ya perdí la cuenta de las veces en las que me he pegado en este penal - le sonrió como si nada.

-Esta vez no tendré que coserte te daré unos puntos estos de pega en tu ceja, se caerán solos cuando cicatrice - asiento con mi cabeza.

-Tu mandas...

Endurezco mi mandíbula cuando se acerca para ponérmelos, solo de tenerlo cerca y recordar lo que hizo a Antonella me daban ganas de estrangularlo aquí mismo y acabar con un problema menos.

-Uf se me acabo el alcohol tengo que ir al almacén a por mas - se aparta observándome.

-Ves tranquilo no me pienso escapar no llegaría muy lejos - el me mira para comenzar a reírse por lo que le dije.

Le sigo el juego riéndome también.

-Esta el guardia afuera le diré que salgo un momento - se sigue riendo cuando se acerca a la puerta.

Cuando sale la clínica y le escucho hablar con el funcionario para que estuviera atento en la puerta aprovecho para levantarme y mas cuando cierra la puerta de nuevo.

Me dirijo a su mesa comenzando a revolver sus papeles apartándolos buscando la carpeta de Antonella.

Donde cojones la tienes cabrón...

Peligrosa Atracción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora