Capítulo 78

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Endurezco mi mandíbula observándole a través del cristal, hace un rato prácticamente me estaba follando a su hija en un cuarto de mala muerte.

Las imágenes de ese momento vienen a mi teniendo a Antonella a cuatro completamente desnuda.

-¿Qué haces aquí? - le pregunto tajante dejando esas escenas atrás.

-¿Que forma son esas de saludar a tu jefe? Ashton... - se mantiene firme.

-Quedamos en un trato - le recuerdo.

El trato es que yo seguía haciendo algún que otro trabajo para el dentro de la cárcel y a cambio el no se presentaría en ningún momento para que no me relacionaran con el y dejara a mi hermano lejos de la mierda.

Porque si... a Kevin le había salpicado algún que otro tema pasando noches en calabozos no pudiendo pagarle la fianza para sacarle al no estar presente allí.

-El trato sigue pendiente mientras tu sigas mis instrucciones - me muestra otra sonrisa.

-Estas aquí - le digo mas que obvio.

-Era imposible no venir aquí cuando me entero de que mi hija sangre de mi sangre esta trabajando en el mismo penal que estas tu, ¿Cuándo pensabas decírmelo? - su sonrisa se borra poniéndose serio. - No te salpicara esta visita pero empieza a hablar si no quieres buscarte otros problemas con tu hermano - endurezco mi mandíbula.

Le miro por unos segundos llevando mi mano a mi nariz apoyando mi codo en la mesa acostumbrado a que las esposas tiraran dejándome marcas.

-Sí - comienzo a decirle. - Tu hija esta aquí trabajando como psicóloga pero solo lleva unos días yo me entere ayer - miento.

Dareck alza su ceja mirándome fijamente como si me estuviera escaneando.

-Como tengas que ver algo de que ella trabaje... - le corto antes de que pudiera terminar la frase sabiendo lo que iba a decir.

-No - le dejo en claro. - Estoy aquí encerrado, ¿Cómo crees que yo tengo que ver algo con que ella trabaje aquí? - alzo mi ceja. - Me sorprendí verla - tampoco mentía.

-Aléjate de ella Ashton, porque la conozcas de un pasado en que la protegiste por conveniencia no significa que puedas acercarte a ella, sabes lo que te pasaría si la pones una mano encima, ¿no? - le sigo mirando serio antes de contestarle.

-Sí - le digo a través del teléfono.

-Quiero que me mantengas informado de si alguien se le acerca, se que tiene una pareja lleva con el años y si hace algo le mato - me suelta frio.

Entonces recuerdo de la mierda que llevaba en la espalda Dareck con que tuvo que ver en la muerte de su propia familia o mas bien la de Antonella, mintió a su hija estoy seguro de ello.

-¿Qué pasa con su pareja? ¿Crees que la podría hacer algo? - aprovecho ese momento para ver si puedo sacar algo de información.

-No me fio de nadie y tu lo sabes muy bien - comienza a decirme. - Es un hombre normal, que va del trabajo a casa y de casa al trabajo, sabes muy bien que los que son así son los que mas cosas ocultan y también me entere de que esta trabajando aquí en la clínica - finjo sorpresa.

-No lo sabia, se que hay un nuevo doctor pero no que era la pareja de su hija - asiente con su cabeza.

-Mi hija aquí corre peligro sabe que no me gusta su trabajo pero es igual que su madre - que me iba a contar sabia perfectamente el carácter que tenia cuando le sacaba.

-Quiere que la proteja desde lejos, que ningún preso se acerque a ella con intenciones - voy al grano de nuevo.

-Exacto ese es uno de tus trabajos el otro es que de nuevo se acerca las peleas hable con el director dándole una cantidad de dinero grande para que permita que meta droga y la distribuyas entre los presos y puedas matar a uno, combatirás contra el - me mira fijamente. - Cárgatelo y tu hermano seguirá bien además de llevarte un buen sobre de dinero, ¿entiendes? - asiento con mi cabeza. - Tu hermano no es tan inteligente como tu Ashton, si no fuera por ti ya estaría muerto sabe a lo que se arriesgaba trabajar conmigo y aun así quiso salirse - le miro por unos segundos.

-Trabajare contigo mas tiempo jurándote lealtad a cambio de que dejes que mi hermano se salga - me muestra una sonrisa de lado.

-¿A que precio Ashton? ¿Estas dispuesto a joder mas tu vida por salvar a tu hermano? - me pregunta.

-Sí - le digo seguro.

Mi vida ya estaba bastante echa mierda y era mi hermano, siempre le había protegido y así seria hasta mi ultimo aliento.

-Ya no tienes nada que perder sabes que tu destino siempre será la cárcel - porque nosotros nos comíamos las mierdas de el negocio mientras el quedaba protegido. - Y tu hermano mientras vivirá una vida mas normal - deja caer.

-Se lo que significa Dareck, en este negocio tienes que dar todo de ti y si por proteger el negocio tengo que volver a la cárcel así será al igual que se que si intento salirme del negocio o traicionarte mi único destino será la muerte, por eso quiero hacer un trato contigo deja a mi hermano libre no quiero ese destino para el se como es esto - me muestra una sonrisa.

-Déjame pensarlo unos días y te daré una respuesta - asiento con mi cabeza. - Haz tu trabajo Ashton si no tu hermano pagara las consecuencias...

Me levanto dejando colgado el teléfono dándole la espalda viendo como el funcionario se acerca cogiéndome del brazo llevándome lejos de la sala de reuniones.

-¿Dónde vamos? - le pregunto al ver que no me lleva con los demás presos.

-El doctor quiere verle para curarle los puntos - parece que la vida me dejaba a huevo las cosas.

Iba a ver al tal Pablo...



Cuando llegamos el funcionario llama a la puerta escuchándose al otro lado su voz con que pasara.

Me empuja adentro viendo como levanta su mirada de el papeleo que tenia en la mesa.

-Bien, puede quitarle las esposas - el funcionario saca las llaves quitándomelas pudiendo tocar mis muñecas intentando que se pasara ese escozor por el roce.

El funcionario le dice que para lo que necesite estará afuera y luego se va dejándome a solas con el cerrando la puerta.

-¿Ashton verdad? - coge su carpeta con mi información alzando su ceja cuando me mira de nuevo.

Asiento con mi cabeza observándole o mas bien escaneándole recordando lo que me conto Antonella.

-Siéntese en la camilla y quítese la camisa - camino a la camilla sentándome para luego quitarme la camisa viendo la gasa taparme los puntos - se acerca poniéndose unos guantes azules.

Me quita con cuidado la gasa observando los puntos antes de acercarse al armario que tenia con todo.

-Parece que esta curando bien, ¿te tiran los puntos? - me pregunta.

-No - le contesto sin mas.

-Debes estar acostumbrado - me mira por encima de su hombro antes de volver a acercarse. - Lo digo por tus cicatrices no es la primera vez, ¿no? - me vuelve a preguntar.

-No - vuelvo a contestarle.

-Llevo poco tiempo trabajando aquí pero algunas cosas ya me crearon curiosidad... - me cura los puntos para luego coger nuevas gasas. - ¿Cómo lo hacen aquí para tener relaciones? - alzo mi ceja cuando le escucho viendo como me mira. - Oh puede ser que tu tengas pareja - niego con mi cabeza.

-Existen las visitas conyugales - le contesto.

-¿No crees que las mujeres son difíciles? Luego dicen de nosotros... pero ellas no se quedan cortas - frunzo mi ceño.

Estaba hablando de Antonella.

-¿Difíciles porque? - le pregunto.

-Bueno ya sabes... un día te dicen te quiero y al día siguiente te dejan con que no te quieren - me pone la gasa.

Si... estaba hablando de Antonella.

-¿Estas pidiendo consejo aun preso? - le suelto con burla viendo como me mira encogiéndose de hombros. - ¿Mal de amores? - sigo con ese tono de burla. - Bueno a lo mejor la cagaste sin que te dieras cuenta - dejo caer.

-Tal vez... pero no soy un hombre de rendirse rápido así que luchare por ella, ¿Por qué recuerdas que la psicóloga es mi mujer no? - me vuelve a mirar. - Ya te puedes poner la camiseta - me da la espalda.

-Si lo recuerdo - le contesto.

-Justo hoy la llegara un anillo - me quedo rígido cuando le escucho. - La pienso pedir matrimonio...

Estoy casada...

Esas fueron las palabras de Antonella.

-¿Anillo? - la pregunta se me escapa antes de que pudiera detener las palabras.


- Si - se ríe. - Un anillo, vale que estés en la cárcel pero sabes lo que es, un anillo que das a tu mujer para pedirla matrimonio - me quedo mirando al suelo.

No están casados...

-¿Estas bien? - me pregunta. - Oye no lo dije con mala intención no se porque estoy contándote esto y mas siendo un preso que no conozco pero supongo que estoy algo desesperado porque alguien me escuche... - me suelta.

Pero yo no paro de pensar en el anillo.

¿La va a pedir matrimonio?

¿Por qué me dijo Antonella que estaba casada cuando no es así?

Peligrosa Atracción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora