Capítulo 121

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Después de un pequeño rato conduciendo llego a mi antigua casa donde pase parte de mi infancia.

Al bajarme del coche puedo sentir el ambiente diferente además del gran silencio que me rodeaba escuchándose solo la naturaleza ya que estaba un poco alejada de la ciudad.

Me aseguro de que mi arma tiene las balas suficientes comenzando a avanzar hacia la casa estando muy pendiente de cualquier ruido.

Observo la entrada de la casa viendo como el tiempo había pasado por ella, el color se había ido desgastando poco a poco además del suelo que era de madera se estaba levantando por el sol y la humedad.

Cuando subo el primer escalón la madera cruje bajo mis pies, me quedo un segundo parado mirando detenidamente a la puerta esperando por si salía él, pero la puerta no se abre.

Las termino por subir acercándome a la puerta alzando la pistola cuando voy a abrir la puerta viendo que esta estaba abierta ya que no era una puerta como otras casas que se necesitaba una llave para poder abrirla.

Nunca mi madre tuvo una buena economía ya que al ser adicta no conseguía trabajo en ningún lado y a nosotros nos tocaba robar para poder comer y llevar dinero y comida a casa.

Gracias que eso cambio con el tiempo y saque de eso a Kevin, aunque ahora ganáramos dinero traficando, pero no era lo mismo.

Empujo la puerta abriéndola viendo el interior de la casa viniéndome un montón de recuerdos a la vez.

Doy pasos pequeños con la pistola en alto hasta que termino entrando por completo cerrando la puerta despacio sin girarme.

La vieja chimenea estaba encendida donde se estaban quemando un montón de papeles que parecían documentos y otros que eran papeles de periódico.

Me pongo alerta cuando veo un movimiento extraño en uno de los sofás que estaba atravesado sin dejarme ver bien de quien se trataba.

Doy tres pasos rápidos hacia el sofá llevando mi dedo al gatillo dispuesto a disparar si era necesario.

-¡No dispares! ¡Por favor no lo hagas! - abro mis ojos de sobremanera sorprendido cuando veo como Pablo se alza rápido levantando ambas manos soltando quejidos de dolor.

-¿¡Qué demonios haces tu aquí? - muevo mi arma acercándome más a él.

-No le hagas nada - rápido alzo mi mirada cuando escucho la voz de mi hermano. - Esta conmigo... - sale de su escondite desarmado.

-¿Dónde está el otro? - le pregunto al instante recordando a su otro compañero que había salido herido de él cambio del dinero y Antonella.

-Esta en una de las habitaciones debatiéndose entre la vida y la muerte, el medico esta de camino - me contesta. - Ya se a lo que viniste Ashton a hablar o a matarme - me mira fijamente.

No dejo de apuntar a Pablo ya que no me fiaba de él.

Debería matarte y no pedir una explicación de porque decidiste abandonar a tus hermanos - asiente con su cabeza comenzando a acercarse despacio.

-Ven conmigo - mueve su mano, me quedo quieto sin moverme. - Ni si quiera estoy armado Ashton, vamos a hablar - suelta un suspiro.

Observo de nuevo a Pablo dándome ganas de meterle una bala entre ceja y ceja.

Giro mi rostro volviendo a observar a mi hermano para después bajar el arma caminando hasta el hasta meternos en la cocina vieja viendo que había muchas goteras y el techo un poco hundido.

-Se que tengo que arreglar la cocina - me dice cuando me ve observándola con detalle. - ¿Cómo esta Kevin? - le vuelvo a mirar.

-¿Ahora te importa como esta nuestro hermano? - alzo mi ceja teniendo aun mi arma en la mano sin guardarla.

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