Capítulo 39

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Acaricio su espalda para después soltarla una fuerte nalgada escuchándose el choque de nuestros cuerpos.

-Ahhh Ashton - se alza pegando su espalda contra mi pecho, llevo mis manos a su pecho pegándola más contra mi cuerpo sin detenerme dándola fuerte.

Nuestras respiraciones se mezclan llenándose la habitación de nuestras voces placenteras.

Llevo ambas manos a su cadera haciendo presión y fuerza terminando por liberarme dentro.

Me aparto dejándome caer en la cama apoyando mi cabeza en la almohada estirando mi brazo cogiendo otro cigarro del paquete casi vacío que tenía abierto.

-Eres maravilloso en la cama Ashton normal que no quiera estar con hombres de mi edad que no aguantan ni una rondan - doy una gran calada a mi cigarro expulsando lentamente después él humo mostrando una sonrisa de lado, en otro momento me hubiera reído más.

-¿Qué te pasa? - apoya su cabeza en mi hombro estando aun desnuda tapándose hasta la cintura con las sábanas. - ¿Aun sigues pensando en lo que paso con esa chica? - me vuelve a preguntar cuando doy otra calada a mi cigarro mirando al frente a la nada pensando. - Estoy sorprendida Ashton nunca te había visto así tu siempre después de un polvo te relajas y quieres otro al poco tiempo, pero esta vez estas más tenso que una vara - giro mi rostro observándola.

-No te metas donde no te llaman Abril - me alzo removiendo hasta quedar sentado cogiendo mis boxers.

Siento su mano posarse en mi espalda para luego sentir como deja caer él peso de su cuerpo sintiendo sus pechos.

-No me meto Ashton, me preocupo por ti - me remuevo cuando toca las cicatrices de mi espalda levantándome de golpe de la cama dándome la vuelta observándola.

-Pues no deberías de preocuparte tanto - la enfrento. - Sabes lo que pienso solo polvos - la dejo en claro.

-No voy por ahí Ashton, vamos te conozco desde que era un niño - la vuelvo a mirar cuando cojo mis pantalones.

-Por esa misma razón sabes que no tienes que meter donde no te llaman - me pongo los pantalones y luego las zapatillas.

-Piénsalo lo que te da ella y la diferencia que hay - me contesta tapándose con las sábanas encendiéndose un cigarro también.

-Sigue follándote a jóvenes mientras este adentro - me pongo también mi camiseta acercándome a la puerta.

-No deberías conducir en tu estado Ashton - abro igualmente la puerta dándome media vuelta.

-Me suda los huevos - con eso salgo de la habitación cerrando de un portazo comenzando a bajar las escaleras recibiéndome la música del bar.

Me meto entre la gente quitándole a uno una botella cuando paso por su lado.

-¡EH! - me grita cuando mira en mi dirección dándose cuenta.

Le saco mi dedo siguiendo mi camino teniendo que empujar a algunos que casi estaban por los suelos hasta que consigo salir del bar.

Quito él tapón de la botella tirándola al suelo bebiendo un buen trago bebiéndome casi la mitad de golpe.

Observo a mi alrededor viendo a una pareja meterse mano pegados en la pared, la chica se ríe cuando él chico juega con ella.

Me acerco hacía ellos a pasos apresurados propinándole un puñetazo al tío que no conozco de nada.

La chica pega un grito fuerte cuando ve a su novio o su ligue caer al suelo de una.

Me coloco encima de él comenzando a pegarle de puñetazos destrozándole la cara mientras escuchaba los gritos de la chica con que parase.

La rabia es la que estaba hablando por mí en estos momentos, no veía más de ella, ni si quiera cuando veo como mi puño se llena de la sangre del tío teniendo su cara completamente destroza sobre todo cuando escucho él crujido de su nariz.

Peligrosa Atracción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora