VOLVER A TI (YSETE 2)

CAPÍTULO 36

Can.

Entro en casa con una sonrisa de oreja a oreja y al llegar al salón me encuentro a mi padre, esperándome, viendo una película y bebiendo té. Sonríe al ver la expresión de mi cara.
     -Parece que ha ido bien, ¿no? – me dice.
     Sonrío y me tiro en el sofá.
     -Ha ido de maravilla. Hemos hablado, hemos cenado pizza, nos hemos dado la mano en el cine y me ha dejado que la abrazara – les cuento, loco de la emoción -. Y… me ha dado un beso antes de entrar en su casa - mi padre abre los ojos como platos -. En la mejilla, no os emocionéis. Pero ha sido un beso maravilloso. Me ha faltado poco para lanzarme encima de ella.
     Sentir sus labios en mi piel después de tanto ha sido como si me cargaran las pilas de golpe. He sentido que se me salía el corazón por la boca y que iba a estallar.
     -Bueno, es un gran avance teniendo en cuenta todo lo que ha pasado, Can – me dice mi padre.
     -Sí – sonrío de nuevo -. Y estaba tan guapa, papá – suspiro -. Por cierto – me incorporo en el sofá -, ¿y Engin?
     -Ha ido a pasar la noche con Gamze – contesta -. Pero seguramente Faith le haya contado a Gamze qué tal ha ido todo, así que tu hermano ya estará puesto al corriente.
     -Cierto – río -. Bueno, me voy a la cama, papá.
     -De acuerdo, hijo. Yo voy a terminar de ver esta película, que está interesante – bebe más té -. Que descanses.
     -Buenas noches – me levanto del sofá.
     Camino hasta mi habitación y cierro la puerta cuando entro. Me desvisto y me coloco algo de ropa para dormir, me lavo los dientes y me meto en la cama.
     Miro el techo con una sonrisa de oreja a oreja, recordando cada segundo de esta noche. Ha sido perfecta.
     Mi móvil suena encima de la mesita de noche y alargo el brazo para alcanzarlo. En la pantalla brilla una notificación de Instagram:  ‘@faithgonser ha comenzado a seguirte’.
     Me incorporo de golpe en el colchón y leo de nuevo la notificación. Faith me ha vuelto a seguir en Instagram. Y probablemente haya visto nuestras fotos y todo lo que tengo de ella. ¡Acaba de seguirme de nuevo!
     Una sonrisa boba me llena la cara y, justo en ese momento, me llega un WhatsApp de ella que dice: "Buenas noches, Can".
     Y mi sonrisa se hace aún más grande. Mi corazón está loco de felicidad y puedo jurar que si tuviera a Faith delante, la besaría hasta que se me durmieran los labios.
     Contesto su mensaje con un ‘buenas noches, cariño. Te quiero’  y apago la luz para quedarme dormido con la felicidad recorriendo mi cuerpo.