Can.
Me termino de anudar la molesta corbata y me coloco la chaqueta negra del traje. Hoy se casa Engin. En menos de una hora mi hermano y Gamze se darán el "sí, quiero" y estarán oficialmente casados. Estoy feliz por él.
Camino hasta el dormitorio de mi hermano, donde me lo encuentro terminando de vestirse, acompañado de los chicos y mi padre. Le veo respirar hondo unas cinco veces. Está de los nervios.
-¡Deja de temblar de una vez, tío! - se queja Murat.
-¡Estoy nervioso, ¿vale?! - exclama mi hermano, girándose -. No me caso todos los días.
-Relájate, hermano. Todo saldrá perfecto - intento calmarle -. Disfruta, vas a casarte con la mujer de tu vida.
Engin sonríe al espejo.
-Es verdad.
-¿Has hablado con Faith, Can? - me pregunta mi padre.
Asiento.
-Hace un rato me dijo que iba al salón para asegurarse de que todo iba bien en la cocina y que luego iría a la casa de Gamze para cambiarse allí e ir con ella y las chicas - digo.
No veo a Faith desde ayer por la mañana, cuando fue a recoger a sus amigos de España al aeropuerto. Luego tenía que preparar la tarta nupcial para la boda y yo ayudé a mi hermano con algunas cosas. Estoy deseando verla con ese maravilloso vestido amarillo que se compró. Lo único que me preocupa es que es muy escotado y hoy hace un frío de cojones. Incluso hace frío dentro de casa y hay calefacción. Por eso le he recordado que coja un buen abrigo con el que cubrirse. No quiero que acabe resfriándose.
Por otro lado, después de hablarlo una y otra vez, mi hermano y Gamze han llegado a la conclusión de que les haga las fotos de la boda mañana. Quieren que la intriga de verse vestidos de novio y novia llegue hasta el último momento. Así que les haré las fotos antes de que se vayan de luna de miel a Tokio para tenerlas preparadas cuando vuelvan.
-¿Estáis todos listos? - nos pregunta mi padre. Asentimos -. Pues vámonos ya, que es la hora.
Todos salimos del dormitorio y vamos cogiendo nuestras cosas de camino a la puerta. Nos subimos a nuestros respectivos coches (ya que probablemente cada uno quiera venirse de la fiesta a una hora diferente) y ponemos rumbo al salón en el que se casará mi hermano. Va a ser raro no tenerle por casa a partir de ahora. Se mudará a su nueva casa después de la luna de miel. Pero me alegro mucho por él.
Llegamos unos quince minutos después y gran parte de los invitados ya están dentro. Mi hermano aprovecha para saludarlos a todos y yo hago lo mismo. Algunos son antiguos amigos y familiares de otras partes del país a los que no vemos desde hace medio siglo. Pero no hay demasiada gente. Ni mi hermano ni Gamze querían una moda multitudinaria. La única persona a la que Engin no ha invitado ha sido a nuestra madre, y me alegro, por muy mal que suene. Mi padre no quería verla, yo tampoco y Engin tampoco es que tenga muy buena relación con ella. Tenerla aquí sólo serviría para crear tensión, y hoy es un día muy importante.
-¡Enhorabuena, Engin! - nuestra tía Fitnat, una hermana de mi padre que vive en Smirna, abraza efusivamente a mi hermano, casi sacándole el hígado por la boca -. ¡Qué guapo estás, querido! Ya creía que me moría sin ver tu boda.
-Gracias, tía Fitnat - responde mi hermano, un poco incómodo por sus achuchones.
-¡Can, querido, que guapo estás! - chilla al ver que estoy junto a mi hermano -. ¡Y qué alto y qué fuerte! ¡Estás muy cambiado! - me pellizca las mejillas, haciendo que me duelan un poco.
<<Teniendo en cuenta que la última vez que me vio fue cuando tenía dieciocho años... sí que he cambiado, sí>>, me digo.
-Gracias, tía...
Por suerte, Fitnat ve a otro familiar y sale corriendo para acercarse. Si va más rápido va a caerse con esos taconazos que lleva. Y mejor no hablar del tocado. Eso es un arma de destrucción masiva. Y qué decir de su vestido verde brillante. Encandila a la vista.
-Recuérdame por qué la invité, hermano - murmura mi hermano lo suficientemente alto como para que yo le escuche y el resto de presentes no.
-Porque es la hermana de papá - contesto.
Saludo rápidamente al resto de invitados, entre los que se incluyen familiares nuestros, de Gamze y algunos amigos, y luego me aparto un poco. ¿Cuándo llegarán Faith y el resto? Ya deberían haber llegado.
Me saco el móvil del bolsillo del pantalón para mandarle un mensaje a Faith, pero antes de que pueda hacerlo, unos aplausos llaman mi atención y al levantar la cabeza veo a Gamze entrando en el salón, resplandeciente con su vestido de novia blanco palabra de honor, ajustado a la cintura, con vuelo en la parte inferior y una larga (aunque no excesiva) cola. Está muy guapa. Detrás de ella vienen sus padres, Miriam, Jesús, Damla, Azra, Cihan, Mesut, Raquel, Melisa, Ismael, Pedro y Bea. Pero yo solo me fijo en ella, que es la última que entra. Faith, mi preciosa Faith. Lleva un abrigo negro, que se quita nada más entrar y percibir el calor de la calefacción, y se queda con su precioso vestido amarillo. Las finas tirantas se ajustan a sus hombros, dejando sus brazos al descubierto y sus tatuajes visibles. El escote permite que el tatuaje que tiene en el esternón se vea a la perfección y la fina tela del vestido se ajusta a su precioso cuerpo, la raja de la pierna derecha deja ver parte del rostro de su perro tatuado en su muslo y su piel morena contrasta maravillosamente con el tono de la tela. Lleva el pelo recogido a un lado para dejar su espalda al descubierto, y un maquillaje sutil cubre su cara. Sus labios rojos hacen que mi corazón lata fuerte y me la como con los ojos.
<<Dios, está preciosa. Es la mujer más bonita de este mundo>>, pienso, embobado en ella, con el corazón a mil por hora.
Ni siquiera me fijo en cómo se encuentran mi hermano y Gamze. Sólo tengo ojos para ella.
Faith levanta la mirada y nuestros ojos se encuentran, y ambos sonreímos. Empezamos a caminar el uno hacia el otro y cuando estamos cara a cara, agarro su mano y la hago girar sobre sí misma, admirando su cuerpo y el escote de la espalda.
-Seguro que hoy eres la mujer más guapa que hay aquí - le digo.
Faith sonríe y me abraza el cuello.
-Puede que la segunda. El primer puesto es de Gamze - responde ella -. Tú también estás guapísimo. Acabo de cumplir una de mis fantasías.
Recuerdo que me dijo que una de sus fantasías era verme en traje. Odio ponerme trajes, pero si a ella le gusta, soy capaz de ponérmelo todos los días.
Le doy un beso en la mejilla y aspiro el olor de su cuello. Adoro su aroma a vainilla. La adoro a ella.
-Vamos a sentarnos - me dice, entrelazando nuestros dedos.
Caminamos hasta los asientos libres en primera fila y, tras saludas a los chicos de España y al resto cortamente, me siento con Faith. Mi padre está sentado en la hilera de sillas al lado de la nuestra con los padres de Gamze y los de Faith y el resto de los invitados están distribuidos en el resto de filas.
Durante el tiempo que habla el oficial de bodas, mi hermano y Gamze no se quitan los ojos de encima. Se miran con tanto amor que ni siquiera escucho lo que dice el oficial.
-Son adorables, ¿verdad? - murmura Faith.
Asiento. Acaricio la piel de su mano con el pulgar.
-Se adoran - hablo bajito.
Miro a Faith y la veo recolocarse las gafas mientras mira a mi hermano y su amiga con los ojos llorosos. Lo que me hace fruncir el ceño preocupado es ver la piel de sus brazos erizada.
-¿Tienes frío? - le pregunto, preocupado. Me temía esto por las bajas temperaturas que hacen hoy.
-Más que un cachorro de dos meses recién bañado - confiesa.
Rodeo sus hombros con mi brazo y acaricio la piel fría de su hombro con los dedos.
-¿Mejor? - le pregunto.
Faith me mira y asiente, sonriendo, para luego darme un beso en la mejilla, que me cosquillea deliciosamente, y apoyar la cabeza en mi hombro.
-Engin Doğan, ¿aceptas a Gamze Kaya como tu legítima esposa? - le pregunta el oficial a mi hermano.
Engin mira a Gamze con los ojos brillantes y asiente.
-Sí, acepto.
-Gamze Kaya, ¿aceptas a Engin Doğan como tu legítimo esposo?
-Por supuesto que acepto - responde ella, sonriendo, con los ojos lacrimosos.
-Pues por el poder que se me ha otorgado, yo les declaro marido y mujer. Pueden besarse.
Ambos se acercan muy lentamente y se dan un precioso beso que hace que todos los presentes nos levantemos aplaudiendo. Faith se limpia un par de lágrimas por debajo de las gafas y sonríe, emocionada. Es tan sensible y maravillosa.
-¿Se me ha corrido el maquillaje? Dime que no, Can. No quiero parecer un panda - me dice, cuando su llanto se calma, con la voz un poco gangosa y temblorosa.
-Estás preciosa, cariño - le acaricio las mejillas con las manos y le doy un pico en los labios -. Te quiero.
-Y yo a ti - sonríe.
Nos volvemos a sentar en nuestras sillas y, puesto que mi hermano y Gamze querían que nosotros fuéramos los testigos, nos levantamos cuando ellos firman los papeles y dejamos nuestra firma en sus respectivos huecos.
Faith abraza a su amiga, quien no puede dejar de llorar de la emoción y yo felicito a mi hermano, bromeando sobre librarme de él por fin.
-Joder, qué bonito todo. Casi lloro - Murat aparece y se limpia una lágrima imaginaria del ojo.
-Tú cargándote los momentos, como siempre - Ömer se coloca a su lado, de la mano de Damla.
-Yo lo que quiero es comer ya - Pedro, el amigo de Faith se acerca.
-¿Todavía tienes hambre, tío? ¡No has dejado de comer en todo el día! - se queja Raquel -. ¡Qué cruz de hombre!
-Si este no come, engulle - dice Faith.
El resto de los chicos se acercan para felicitar a mi hermano y su ya esposa y luego charlamos un poco con el resto de invitados, antes de ir a sentarnos a nuestras respectivas mesas para cenar el maravilloso menú que Faith ha diseñado.
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VOLVER A TI (YSETE 2)
RomanceDespués de que el amor de su vida se fuera sin más, Faith queda sumida en un oscuro pozo al que no encuentra ninguna salida. Cuando sale del centro psiquiátrico en el que deben ingresarla por una fuerte depresión, se propone a sí misma recuperarse y...