CAPÍTULO 38

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Can.

Lanzo el balón a la canasta y encesto limpiamente. Llevo un rato jugando al baloncesto con mi hermano, Murat, Ahmet y Ömer. He llegado hace casi una hora del gimnasio, donde me he encontrado a Faith llegando con las chicas para su clase de zumba. Así que me he quedado a esperarla y luego me he ofrecido a llevarla a casa. También se lo he dicho a Damla, Gamze y Azra, pero las tres han insistido en que se iban andando. Sé que lo han hecho para dejarnos a Faith y a mí solos y, para qué mentir, me ha parecido una idea espectacular, porque me ha dado otro maravilloso beso en la mejilla que, unido a sus movimientos en zumba, ha conseguido provocarme una erección que hacía muchísimo que no tenía. Y, aunque ha sido difícil contenerme, me he sentido más vivo que nunca al sentir ese deseo recorriéndome el cuerpo.
     Mi hermano me vuelve a pasar el balón y encesto de nuevo. Me limpio el sudor de la frente y me humedezco los labios con la lengua.
     -¿Tenéis alguna idea de qué puedo regalarle a Faith por su cumpleaños? – les pregunto -. Porque por más que me devano los sesos, no sé qué coño comprarle. Y su cumpleaños es en diez días.
     Llevo desde hace más de una semana yendo a buscar su regalo y no hay nada que me guste lo suficiente como para regalárselo. Tiene que ser algo especial, tan especial como ella.
     -¿Tal vez un collar? – pregunta Murat, botando el balón.
     -No, ya le regalé uno y primero tengo que conseguir que se lo vuelva a poner – respondo.
     -¿Una pulsera? – pregunta Ahmet.
     Niego con la cabeza.
     -Tiene que ser algo especial – digo, rascándome la nuca -. ¿Qué vais a regalarle vosotros? – a ver si así tengo una idea sobre qué regalarle yo.
     -De momento una súper fiesta de cumpleaños aquí en casa – contesta mi hermano.
     -¿Por qué no le preguntas a ella directamente, Can? – sugiere mi padre -. Nadie te puede decir mejor que ella lo que quiere por su cumpleaños.
     -Tu padre tiene razón, Can – coincide Ahmet -. Sácale el tema a ver si suelta algo y si no, pues pregúntale a las chicas.
     <<Pues es una opción>>, pienso.
     En ese momento, una idea me viene a la cabeza.
     -Oye, ¿Faith tiró nuestras fotos y eso, no? Cuando la psicóloga se lo recomendó – digo.
     Murat recoge el balón y me lo pasa.
     -Sí, ¿por? – responde mi hermano.
     -Porque creo que tengo una idea para uno de los regalos – respondo, rascándome la barba.
     -¿Uno de los regalos? – Ömer frunce el ceño.
     -Le debo el del año pasado – les recuerdo.
     Ömer sonríe, le lanzo el balón y él luego me lo devuelve.
     -Venga, juguemos.
     -Luego no llores cuando te gane, Ömer – me burlo.
     Durante un buen rato jugamos mi hermano, Ahmet y yo contra Murat y Ömer. Y, como es de esperar, marco casi todos los puntos. Por algo era el mejor jugador del equipo en la universidad.
     Luego nos tomamos un té en la cocina para reponer fuerzas, mientras mi hermano nos cuenta algunos detalles de su boda, y luego los chicos se van. Mi hermano se mete en el baño para ducharse y yo me voy al mío para hacer lo mismo. Me quedo un buen rato bajo el chorro de agua caliente y sonrío al pensar en Faith. El sábado por la noche iremos todos al pub y me apuesto el cuello a que irá preciosa.
     Al salir de la ducha me seco el cuerpo y el pelo y me coloco un pantalón de deporte negro, una sudadera blanca y unos deportes, para luego mandarle un mensaje a Faith para que hablemos un rato después de cenar, e ir a la cocina para preparar la cena con mi padre y mi hermano.

VOLVER A TI (YSETE 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora