-¿Q...qué? ¿Qué usted...qué?- Pregunto, anonadado, pensando que tal vez había escuchado mal, aunque sintiéndome demasiado emocionado por la confesión de mi jefe. Nuevamente, el señor Reborn no dice nada por unos segundos.
-Quiero verte...- Comienza a decir- Por favor déjame verte...quiero decirte todo esto en persona...necesito decirte tantas cosas...- Agrega, implorandome. Yo intento serenarme, tratando de calmar las ansias que tenía de verlo, tratando de calmar los latidos de mi corazón yendo a un ritmo incluso preocupante al escuchar sus palabras.
-Eh...señor no...- Comienzo a decir, buscando las palabras adecuadas, pues estaba algo aturdido- Debería descansar...es evidente que no se encuentra bien y...- Explico, refiriéndome a su claro estado de ebriedad, sin embargo, él me interrumpe.
-Y tanto que no me encuentro bien...llevo sin estar bien semanas- Comienza a decir con dificultad, arrastrando las palabras de forma muy clara- Ven a la oficina...por favor...- Agrega, y yo frunzo el ceño aún más- Quiero verte...y sé que tú a mí no...sé que incluso tienes novio ahora...pero tengo que verte, por favor...- Termina por decir. Yo me confundo ante lo que acababa de decir, pues para empezar, no entendía de dónde estaba sacando eso de que yo tenía novio, y tampoco entendía lo que me estaba diciendo de ir a la oficina.
-¿Cómo...cómo que a la oficina? ¿Está usted ahí?- Pregunto, algo alarmado.
-Sí...- Me responde. Yo me tenso rápidamente, pues me preocupaba bastante el hecho de que estuviera ebrio y además en la oficina.
-Pero...¿Qué...qué hace ahí?- Pregunto, extrañado.
-Bueno...al principio no quise ir a casa...- Comienza a explicarme- Y he estado aquí...recordando...recordándote a ti...y ahora por más que quiera irme a casa no puedo...- Agrega, para después reír un poco- Es ponerme de pie y madre mía...es un espectáculo- Termina por decir. Yo niego con la cabeza, cayendo en cuenta de que se encontraba bastante más ebrio de lo que yo pensaba.
-Vale...me...espereme ahí...no se mueva de su oficina...ahora voy hacia allí- Comienzo a decir, poniéndome de pie.
-No me muevo...yo te espero el tiempo que haga falta...- Me dice. Mi corazón da otro vuelco más.
-Vale...ahora llego- Le digo, para después, cortar la llamada.
Me cambio de ropa rápidamente, pillando lo primero que encuentro, y una vez listo, salgo de casa, sintiéndome preocupado, queriendo llegar con el señor Reborn lo antes posible, pues se encontraba ebrio en su oficina a altas horas de la madrugada, algo que podía meterlo en problemas fácilmente.Luego de diez minutos, me encuentro ya en el edificio, saliendo del ascensor en dirección a la oficina de mi jefe, y al abrir la puerta, no lo veo, sin embargo, luego de mirar por toda la oficina, me lo encuentro sentado en los sofás de la esquina. Mi corazón se acelera al instante al verlo, y cuando sube su mirada hacia mí, se desquicia por completo.
-Señor...- Digo, para después, cerrar la puerta. Él se pone de pie, y una vez lo hace, lo veo tambalearse ligeramente. Yo me apresuro y me acerco a él, queriendo evitar que se cayera o algo por el estilo.
-Hola...- Me dice una vez estoy frente a él, dedicándome una sonrisa de lo más dulce, y es entonces cuando noto en sus ojos ese alcohol que había estado bebiendo.
-¿Cuánto...cuánto ha bebido?- Le pregunto. Él se gira hacia la pequeña mesa de centro frente a los sofás.
-Pues no sé...creo que esas cuatro botellas...- Me dice. Yo miro la mesa, encontrandome solo con dos botellas de whiskey, una de ellas completamente vacía, y la otra con poco menos de la mitad, y al lado de estas, me encuentro con un libro, aunque no podía distinguir el nombre de este.
Mi jefe se gira de nuevo a mí, y estando tan cerca, podía incluso oler el whiskey en su aliento.
-Gracias por venir...- Me dice, sonriéndome- De verdad necesitaba verte...- Agrega, y es entonces cuando su mirada pasa de mis ojos a mis labios. Yo me estremezco con esa mirada, recordando esas palabras que me había dicho por teléfono.
-¿Qué está haciendo aquí?- Pregunto, queriendo saber por qué estaba en su oficina a mitad de la madrugada bebiendo whiskey.
-No quise irme...no pude...- Me dice, con sus ojos fijos en los míos, unos que no podía dejar de ver, mientras lo noto aún arrastrando las palabras con dificultad- ¿Quién es él?- Me pregunta de pronto. Yo frunzo el ceño, sin comprender su pregunta.
-¿Cómo?- Le pregunto.
-¿Quién es el chico con el que te has ido hoy?- Me pregunta, y es entonces cuando caigo en cuenta de lo que estaba hablando- ¿Es tu novio?- Me pregunta, curioso. Yo me le quedo mirando.
-Usted no...no tiene por qué preguntarme eso- Le respondo, pues no tenía derecho de preguntarme nada, sin importar lo mucho que quería aclararle que Carlos no era nada más que mi amigo. Él deja salir un pesado suspiro.
-Sé que no...- Comienza a decir, mirándome a los ojos- Sé que no soy nadie, sé que no tengo derecho de saber nada...pero necesito saberlo...aunque es bastante obvio lo que sois- Me dice, con tristeza en su mirada- Y no tienes idea de cuánto deseo ser yo quien te tome de la mano y te lleve a cenar al final del día- Agrega. Yo me tenso al instante, dándome cuenta de que al parecer, él sí que me había visto con Carlos tomado de la mano. Yo bajo mi mirada, queriendo evitar sus ojos, pero continúo sintiendo su mirada sobre mí- ¿Tú intención es herirme?- Me pregunta de pronto. Yo subo mis ojos a él, confundido por su pregunta- Porque lo estas logrando...viniendo aquí, con tu pareja...créeme que lo estas logrando...- Termina por decir. Yo niego con la cabeza.
-Esa no es mi intención...por supuesto que no quiero herirlo...- Digo, queriendo hacerle saber que no era lo que quería, pues yo ni siquiera había querido que Carlos viniera a la oficina.
-Bueno da igual...me lo merezco- Comienza a decir, para después, dirigirse a la mesa de centro y servirse más whiskey en su vaso- Yo mismo provoqué esto...yo te alejé de mí...- Continúa diciendo, para después, terminarse el contenido del vaso de un solo trago.
-Por favor...deje de beber- Le digo, pues me iba a ser imposible sacarlo de aquí si continuaba de esa manera. Él me mira, sonriendo.
-Es la única forma en que dejas de dolerme...- Me explica, provocandome dolor en el corazón- Es la única manera de olvidar que no puedo tenerte...- Agrega, acercándose a mí de nuevo. Yo me quedo quieto, mirando en sus oscuros ojos muchísima tristeza- Y estando aquí...bebiendo...pensando en ti...y en ese tío con el que te has ido...me he dado cuenta de lo sumamente imbécil que he sido- Agrega, aún con su mirada fija en mí- Es más que obvio que ya te perdí...aunque extrañamente nunca te tuve...lamentablemente y gracias a mi estupidez...jamás te tuve- Agrega, para después, mirar mis labios por unos segundos, y luego mis ojos de nuevo- Y una vez más...estoy aquí...dándome cuenta de todo lo que siento por ti...dándome cuenta demasiado tarde de lo mucho que te amo- Termina por decir, con su mirada en la mía. Yo abro mucho los ojos, mientras que mi corazón prácticamente se detiene, pues tenerlo diciéndome esas palabras ahora en persona, con sus ojos en los míos y sin ninguna pizca de duda, me hacía sentir de todo. Mis piernas comienzan a temblar, mientras que mi respiración comienza a ser irregular, como si no hubiera suficiente aire dentro de la oficina- Te amo muchísimo...y no sé desde cuando...quizás desde esa noche que estuviste en mi cama...quizás desde la mañana siguiente cuando amanecí sin ti a mi lado...o quizás desde el primer beso que nos dimos aquí mismo...- Me dice, dejándome sin habla, sin aire, sin fuerzas, y es entonces cuando sonríe de forma tierna- Solamente sé que te amo...y eso me hace muy feliz...pero también me hace miserable...porque no te tengo, porque tú no me aceptas...y no te culpo, créeme que entiendo tu decisión...soy el mayor gilipollas con el que te pudiste haber encontrado, y te hice sufrir, te lastimé...lo sé...y me arrepiento de eso cada día- Me dice, con ojos llenos de tristeza. Yo me siento incluso desfallecer ante sus palabras, sintiendo mi corazón con calambres de dolor, queriendo rendirme ante él, y ante todo lo que me estaba diciendo.
![](https://img.wattpad.com/cover/340411402-288-k457752.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¿Solo mi jefe?
RomancePara el señor Reborn, Álvarez era un nuevo y novato asistente, uno al que debía acostumbrarse. Para Raúl Álvarez, el señor Reborn era su nuevo jefe, uno con un difícil temperamento y una actitud cambiante. Un nuevo trabajo siempre conlleva cambios...