Capítulo 68

403 51 10
                                    

Disfruto de mi rico café matutino, encendiendo mi ordenador, listo para trabajar. Mientras me encuentro apenas mirando los pendientes que tenía para hoy, veo de reojo cómo el ascensor abre sus puertas, y al subir mi mirada, me encuentro con Reborn caminando hacia mí, a paso elegante, decidido, con ese porte que lo caracterizaba, y lo primero que noto, es su vestimenta, la cual consistía en un bonito traje, pero a diferencia de otros días, hoy llevaba su camisa negra, lo cual lo hacía ver demasiado atractivo, sumamente irresistible. Una vez llega hasta a mí, me dedica una sonrisa tierna.
-Buenos días Álvarez- Me dice. Yo le sonrío, sintiendo mi corazón demasiado acelerado, encantado por esa forma suya de llamarme al estar en presencia de los demás, a pesar de que solamente había un par de compañeros, pues era bastante temprano aún.
-Buenos días señor- Le respondo, sonriente.
-¿Algún mensaje?- Me pregunta. Yo niego con la cabeza, mientras que sin poder evitarlo, recorro con mis ojos toda su figura, admirando su elegancia, fascinado por ese traje negro que no sabía por qué me provocaba muchísimas cosas, pero sobre todo, me provocaba querer quitárselo aquí y ahora. Reborn parece notar mi mirada sobre él, y es entonces cuando frunce el ceño- ¿Todo bien?- Me pregunta, algo divertido. Yo asiento, nuevamente recorriendo su cuerpo entero.
-Todo muy bien- Le respondo. Él se me queda mirando, extrañado, aún con el ceño fruncido, para después, sonreirme.
-Vale...- Me responde- Voy a estar en mi oficina, y al igual que ayer, estoy hasta arriba de trabajo- Comienza a decir- Así que no quiero recibir ninguna llamada que no sea urgente ¿Vale?- Agrega. Yo asiento.
-Vale, sin problema- Le respondo- ¿Y visitas? ¿Igual?- Pregunto, queriendo saber si quería recibir a gente en su oficina el día de hoy. Él se me queda mirando por unos segundos, para después, sonreír.
-Depende...- Comienza a decir- Si son visitas tuyas...recibo las que quieras...- Agrega, con la voz demasiado baja, de modo que solo yo lo escuchara. Me rio por lo bajo, queriendo ser discreto, para después, asentir.
-Vale...entiendo- Le respondo, mirándolo de forma cómplice. Él me sonríe, divertido, y luego de unos segundos mirándome fijamente, habla.
-De hecho...¿Sabes qué? Necesito darte un par de documentos para que archives...¿Puedes venir a mi oficina?- Me pregunta. Yo me le quedo mirando, notando en él una mirada oscura, con evidentes intenciones detrás, y encantado por eso, asiento.
-Por supuesto- Le respondo, poniéndome de pie y siguiéndolo hasta su oficina. Una vez dentro, veo a Reborn poner el seguro a la puerta, para después, dejar su maletín en su escritorio de forma brusca, y acto seguido, se acerca a mí, besandome con fuerza sin ningún tipo de aviso. Yo me dejo llevar por él, recibiendo su beso encantado, correspondiendo su pasión con las mismas ansias, atrayendo sus deliciosos labios hacia mí, mientras siento sus manos posarse en mi cintura, pegándome a él. Su lengua se divierte dentro de mi boca, tomando control del beso, calentandome con ella, provocando en mí un cosquilleo que se aloja en cierta parte de mi cuerpo que ahora se encontraba en alerta. Nos besamos sin pudor, de forma pasional, brusca, como si no nos hubiéramos besado en días, y después de unos segundos de un beso completamente indecente, él se aparta de mí, pegando su frente en la mía y respirando con dificultad.
-Joder...- Comienza a decir, con la voz muy grave- No sabes cuánto te extrañé anoche...- Agrega. Yo le sonrío, pues me sentía exactamente igual, ya que la noche de ayer, había extrañado ir a casa con él, saciarme de su cuerpo, para después dormir abrazados.
-Yo también...- Le respondo, dejando un par de besos cortos en sus labios, queriendo sentirlos, queriendo saborearlos un poco más- ¿Cómo te fue con el trabajo ayer? ¿Has podido terminar?- Le pregunto. Él aleja su frente de la mía, mirándome a los ojos.
-Bueno, algo avancé- Me responde- Pero sigo con muchas cosas por hacer- Agrega. Yo asiento, mirando en sus ojos un cansancio evidente.
-¿Has dormido algo?- Le pregunto. Él asiente.
-Sí, ayer me dormí a eso de la...una de la mañana tal vez- Me responde.
-No has descansado mucho entonces...- Le comento, algo preocupado.
-He descansado lo suficiente, no te preocupes- Me responde, sonriéndome con dulzura.
-Vale...- Respondo, aunque no muy convencido- En fin, yo me voy, te dejo que trabajes, no te quiero distraer mucho tampoco...- Agrego, acariciando su rostro con mis manos, para después, dejar otro beso más en sus labios, uno profundo, lleno de cariño. Una vez nos separamos, luego de unos segundos, Reborn deja salir un suspiro, dedicándome una sonrisa.
-Te veo más tarde...- Me dice, en voz baja. Yo asiento, para después, dirigirme a la puerta.
-Con permiso señor- Le digo, recibiendo de él una sonrisa divertida, para después, salir por la puerta.
Una vez de vuelta en mi escritorio, continúo bebiendome mi café, mientras comienzo a trabajar, sin embargo, me encontraba ahora con ese beso apasionado de Reborn en mis labios, uno que me tendría algo perdido durante el resto del día.

¿Solo mi jefe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora