Capítulo 18

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-Elías, un gusto verte, como siempre- Le digo, tendiendole la mano. Él la toma, estrechandola, para después, darme un abrazo y un par de palmadas en la espalda.
-El gusto es mío Reborn, un placer tenerte por aquí de nuevo- Me responde. Yo le sonrío, para después, mirar a mi asistente, quien continúa en la entrada, mirándonos de forma tímida.
-Te presento a mi nuevo asistente, Raúl Álvarez- Le digo a Elías, señalando a Álvarez, quien continúa con mirada tímida, pero le dedica una sonrisa a Elías.
-Un gusto, yo soy Elías Myers- Le dice a mi asistente, tendiendole la mano, quien la toma, estrechandosela.
-Un gusto señor Myers, Raúl Álvarez, a sus ordenes- Dice de forma amable.
-¿Y Alex?- Me pregunta Elías una vez suelta la mano de mi asistente.
-Se ha mudado de país, por lo que ya no trabaja para mí- Respondo, y Elías asiente.
-Entiendo...una pena, me caía bastante bien- Me dice. Yo asiento, pensando en que Alex solía agradarle a todo el mundo. - Adelante, tomen asiento por favor- Agrega Elías, señalandonos a Álvarez y a mí las sillas de la gran mesa.
Yo me siento cerca de la ventana, y Álvarez me sigue, sentándose justo a mi lado. - En unos minutos vendrán unos colegas, ya sabes...el contador, el abogado...los que siempre suelen estar presentes en nuestras reuniones- Me dice Elías, y yo asiento.
-Perfecto si, sin problema- Le digo, recordando que tal y como acababa de decir, solía haber otras personas presentes en nuestras reuniones, aunque no solían hablar, sino que eran más que nada oyentes y testigos de todo lo que se hablaba.
-Mientras esperamos a que lleguen...cuéntame que tal va todo, al menos un poco por encima- Me dice Elías.
-Bueno...las cosas van bien, tenemos buenas proyecciones para los próximos meses, vamos por buen camino- Comienzo a decir- Aunque bueno, hace una semana hemos tenido un inconveniente con los socios mayoritarios- Continúo explicando- Han amenazado con retirar el capital de la empresa, todo el capital, afortunadamente mi colega y yo hemos podido controlar la situación, pero los socios están algo inconformes, es por eso que hemos estado pensando en algunos cuantos proyectos y un poco más de publicidad, ya que los socios no están contentos con las ventas- Termino por decir. Elías asiente lentamente, analizando lo que le acababa de decir.
-Entiendo- Me dice- Bueno, me alegro que hayas podido resolver todo, y en cuanto a los socios...a ver, ya sabemos que no suelen estar contentos con nada, ya veremos en unos instantes cómo van las ventas de la empresa, pero hasta donde tengo entendido, vamos muy bien- Me dice. Yo asiento.
-Efectivamente, vamos muy bien, el tema con los socios ha sido solo una pequeña amenaza, más que nada ha sido un intento de retirar el capital de la empresa con la simple excusa de que las ventas no les parecen suficientes...pero hay contratos de por medio, no pueden retirarse así como así, y como te he dicho, lo tenemos controlado- Termino por decir.
-Vale, bien, me parece perfecto- Me dice Elías, y justo en ese momento, las puertas de la sala se abren, dejándonos ver a tres hombres con traje, acompañados de la chica que nos había traído aquí un par de minutos atrás. Los hombres entran a la oficina con total libertad, saludando con la mano a Elías, para después, mirarme a mí y a Álvarez.
-Creo que no hacen falta presentaciones ¿Verdad?- Me pregunta Elías, y yo niego con la cabeza, pues yo ya conocía a los tres hombres bastante bien.
-Para nada- Le digo a Elías, para después, ponerme de pie y saludar con la mano a cada uno de ellos. Álvarez también se levanta, saludandolos de la misma manera que yo.
-I'm sorry, have we met before?- Le pregunta uno de los hombres, cuyo apellido era Harris, a mi asistente. Álvarez se le queda mirando, con evidente duda en su rostro.
-This is my new assistant, Mr. Álvarez- Le explico a Harris, pues estaba preguntandole a Álvarez si ya se conocían de antes.
-Oh okay, un gusto conocerle- Le dice Harris a Álvarez de forma amable, con un evidente acento estadounidense.
-Te ha preguntado que si ya os conociais, y le he dicho que eres mi nuevo asistente- Le explico a Álvarez, pues se veía confundido.
-Ah...vale vale- Me responde Álvarez, algo avergonzado- Un gusto conocerle también, a todos- Agrega, mirando a los tres hombres frente a nosotros, quienes toman asiento en la mesa.
-Ellos son Harris, Brown y Walker- Comienzo a explicarle a mi asistente- Harris es el abogado de la empresa de Elías, Brown es su asesor financiero, y Walker es el contador en jefe de la empresa- Termino por decir, y mi asistente asiente.
-Vale, entiendo- Me dice Álvarez. Elías me mira, con evidente confusión en su rostro, para después, mirar a Álvarez, con una sonrisa burlona.
-Así que tu asistente no habla inglés...¿A qué lo has traído entonces?- Me pregunta. Yo frunzo el ceño.
-Bueno, ha venido a transcribir la reunión, y debido a que siempre son en español, no hay ningún inconveniente- Le respondo, mientras veo de reojo cómo Álvarez baja la mirada hacia la mesa, evidentemente avergonzado ante el comentario de Elías.
-Bueno...yo le veo muchos inconvenientes...- Me dice Elías, mirando de nuevo a Álvarez con inferioridad, algo que no me estaba gustando nada- Tú sueles viajar bastante... no le veo el sentido a tener un asistente que no puede comunicarse ni siquiera un poco en inglés- Agrega.
-No es necesario que se comunique, de eso ya me encargo yo- Respondo- Además, yo suelo fijarme en otras cualidades, no simplemente en si mis asistentes saben inglés o no- Agrego. Elías alza las cejas, sorprendido ante mi respuesta.
-Vale vale...es solo que...bueno, Alex, tu anterior asistente, sabía inglés a la perfección, y además solía ayudar bastante en estas reuniones, y podía comunicarse con todos sin problema- Me dice. Yo comienzo a sentirme molesto ante su insistencia y su evidente intención de menospreciar a Álvarez, quien ahora mismo, se encontraba bastante incómodo, pues no levantaba la mirada de la mesa.
-Como te he dicho antes, Alex ya no trabaja para mí, de ahora en adelante es Álvarez quien vendrá a estas reuniones, sepa inglés o no- Respondo, queriendo darle fin a esta especie de discusión repentina. Elías se ríe de forma burlona ante mi comentario.
-Como tú digas...lo que pasa es que en mi criterio, que mis asistentes sepan inglés es primordial- Me responde.
-Bueno, afortunadamente es mi asistente, y no el tuyo- Comento, con una sonrisa sarcástica. Elías se sorprende ante mi respuesta, la cual había sonado un poco más hostil de lo que era mi intención, y así mismo, puedo ver de reojo cómo Álvarez se me queda mirando, también con evidente sorpresa en su rostro. -¿Podemos comenzar ya con la reunión? ¿O tienes algun otro comentario innecesario, Elías?- Le pregunto. Elías ríe, de manera incómoda esta vez.
-No no no, perdona, no era mi intención molestar...es solo mi opinión Reborn, eso es todo- Me dice, sonriendo, queriendo enmendar su error, mientras yo pienso en que en ningún momento le había preguntado lo que opinaba de mi asistente- Comencemos, adelante- Agrega. Yo sonrío, aunque no de forma sincera, sino forzada, pues no me gustaban ese tipo de comentarios pasivo agresivos de su parte, esos que ahora tenían a mi asistente totalmente cohibido e incómodo, sintiéndose probablemente inseguro ahora mismo. Elías no solía ser grosero, no de forma directa al menos, pero si que solía ser algo condescendiente, y en varias ocasiones impertinente, y aunque nunca había tenido ningún problema mucho mayor con él, si que tenía que lidiar con ese tipo de comentarios, con ese tipo de humor que él tenía, aunque el día de hoy, por alguna razón sus comentarios me habían molestado más de lo normal.
Queriendo dejar la reciente charla atrás, abro mi maletín, para después, sacar los documentos que había traído para entregarle, entre los cuales, estaba ese que le había dado a Álvarez para corregir, ese que no tenía ni una sola falta de ortografía, mismo que también entrego a los socios de Elías, aunque a ellos les doy la versión en inglés.
-Vale, comencemos con la evaluación del semestre inmediato anterior- Comienzo a decir, para después, señalarle a Elías las páginas donde encontraría las ventas de los seis meses anteriores, y mientras explico las ventas que habíamos tenido, los balances, la contabilidad, las facturas, y muchas otras cosas, veo cómo Álvarez teclea de forma rápida, transcribiendo mis palabras, y al momento de hablar Elías y hacerme preguntas, lo veo también escribiendo rápidamente, sin siquiera mirarnos, totalmente concentrado en su portátil, sin detenerse en ningún momento, y es entonces cuando recuerdo la última reunión a la que había ido conmigo, esa a la cual lo obligué a ir, privandolo de su hora de comida, y recuerdo cómo al día siguiente, la transcripción de la reunión que me había entregado, había sido impecable, prácticamente perfecta. Ese tipo de cosas eran las que yo valoraba, ese tipo de eficiencia era la que yo necesitaba, y haciendo Álvarez ese tipo de trabajos tan sobresalientes, lo único que hacía era anular los comentarios que Elías había hecho previamente, pues no era necesario que mi asistente supiera inglés, siempre y cuando fuera eficiente, rápido y bueno en su trabajo, cualidades que mirándolo ahora mismo, escribiendo de manera exageradamente rápida, definitivamente tenía. Aparto mi mirada de él, dándome cuenta de que me estaba distrayendo y estaba perdiendo el hilo de lo que estaba diciendo, para después, continuar explicando la situación actual de la empresa, bajo la mirada atenta de Elías y de sus tres compañeros.

¿Solo mi jefe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora