Me incorporo un poco, de modo que me encontraba ahora mirando a Raúl a los ojos, quien me observa, sonriéndome con dulzura, provocando un salto de emoción en mi corazón, mientras siento sus manos bajar y subir suavemente por mi espalda, acariciandome con ternura.
Con sus ojos fijos en los míos, comienzo a armar lo que quería decir en mi cabeza, y luego de unos segundos, hablo.
-Oye te...¿Te puedo preguntar algo?- Comienzo a decir. Raúl asiente.
-Claro, dime- Responde, en voz baja. Respiro hondo, queriendo calmarme, pues me sentía nervioso, y ya no por la respuesta de Raúl, sino porque me sentía en cierta manera exponiéndome, queriendo preguntarle a Raúl si él veía un futuro conmigo, algo que era muy importante y decisivo, y aunque nuestra relación era nueva, realmente quería saberlo.
-Tú...cuando tú...- Comienzo a decir, armando la frase en mi cabeza- Cuando piensas en...en el futuro...en plan, en dónde te encontrarás en unos años...en donde estarás viviendo, si tendrás un lugar propio o seguirás viviendo donde mismo...cuando miras tu vida de aquí a unos años...me...¿Me ves a mí contigo?- Le pregunto, sintiendo mi corazón yendo demasiado rápido, el cual estaba inseguro, algo temeroso de la respuesta de Raúl. Él se me queda mirando, frunciendo el ceño, aún acariciando levemente mi espalda- Lo que pasa es que...no sé...me da curiosidad saber si...bueno si...pues eso...si nos ves...en plan, juntos...a futuro- Agrego, nervioso. Raúl me sonríe, aún con su ceño fruncido, evidentemente extrañado.
-¿Por qué me preguntas eso?- Me pregunta. Yo me encojo de hombros.
-No sé...como te digo me...me da curiosidad- Le respondo- Lo siento si...si te incomodo o algo, no tienes que responder si no quieres, sé que es muy pronto, llevamos literalmente una semana pero...no sé...solo quería saber- Termino por explicar, bastante más nervioso que antes. Raúl se me queda mirando, con una sonrisa tierna en sus labios, para después, negar con la cabeza.
-No...no me incomodas, para nada...no te preocupes- Comienza a decir, aún acariciando mi espalda desnuda- Te pregunto que por qué me preguntas esto...cuando la respuesta es tan obvia- Agrega, mirándome fijamente- Obviamente te veo conmigo...y sé que es pronto, llevamos solo meses de conocernos, y una semana de ser pareja pero...sí...obviamente te veo conmigo a futuro...- Termina por decir. Mi corazón salta de alegría, emocionado, feliz, por lo que le dedico una sonrisa de auténtica felicidad.
-Vale vale...es solo que...no sé, creo que es algo pronto para tener esta conversación, y no quería que te sintieras presionado...- Comienzo a decir- Pero es algo que quería saber...- Agrego. Raúl asiente.
-Es pronto...pero me da igual...como te dije hace unos días...no es cosa del tiempo, es de la persona...y en tan solo semanas me he dado cuenta de que...bueno de que...te quiero conmigo por el resto de mis días...es así...- Me explica. Yo le sonrío, con mi pulso yendo tan rápido que era ya algo preocupante.
-Yo igual...- Comienzo a decir, demasiado emocionado- Te quiero conmigo siempre, me haces sentir tan...no sé...tan lleno de vida, todo el tiempo...me encanta cómo me siento cuando estoy a tu lado, como con mucha felicidad, y no quiero dejar de sentirme así jamás...no quiero que me faltes nunca...- Termino por decir. Raúl me sonríe, enternecido.
-Yo tampoco quiero que me faltes...- Comienza a decir- Te amo...y nunca dudes de ello, porque no entiendo cómo es que me preguntas si te veo conmigo a futuro...es evidente que sí, a pesar de ser tan pronto...yo ya no me imagino una vida sin ti...- Me dice, en voz baja. Yo asiento, pues era justo así como me sentía, sin poder imaginar una vida sin él. Demasiado emocionado por sus palabras, simplemente me acerco a él, besando sus labios, dejando en ellos la promesa de estar juntos siempre, hasta que se nos permitiera, hasta que yo me fuera de esta vida, o él, y aún así, seguiría amandolo, ya fuera en este mundo yo solo sin su presencia, o desde la eternidad, mirándolo desde algún otro lado, amandolo a la distancia, aunque ya no estuviera físicamente con él, pero estaría siempre en escencia, porque así veía las cosas, si yo llegaba a irme de este mundo antes que él, mi corazón siempre iba a ser suyo, y viceversa.
Continúo besandolo con todo mi amor, sintiendo su cuerpo desnudo debajo de mí, el cual me abraza, rodeandome con sus piernas, enredandome en él, y yo me dejo, encantado, sintiéndome en el cielo al estar entre sus brazos y entre sus piernas. Luego de unos segundos de un beso lleno de amor, me separo de él, quien me dedica una sonrisa.
-Te amo amor mío...- Le digo en voz baja, sintiendo mis palabras en el corazón. Él me sonríe, y no solo con sus labios, sino que también con sus ojos, esos tan bonitos que tanto me gustaban. Vuelvo a besar sus labios, aunque por un par de segundos esta vez, para después, mirarlo de nuevo- Me encantaría quedarme aquí, abrazado a ti...pero tenemos que irnos, evidentemente no podemos dormir aquí en mi oficina- Le comento. Él asiente, riendo un poco.
-Ya...claro- Me responde. Yo me alejo de su cuerpo, poniéndome de pie, mientras comienzo a buscar mi ropa por el suelo, al igual que Raúl, para después, comenzar a vestirnos. Mientras me encuentro abotonando mi camisa, observo a Raúl, quien se encuentra poniendose su pantalón, haciéndome sonreír sin poder evitarlo, recordando la manera en que minutos atrás, habíamos hecho el amor aquí mismo. Raúl sube su mirada a mí, y notando la sonrisa en mis labios, me sonríe de vuelta.
-¿Qué pasa?- Me pregunta, curioso. Yo me acerco lentamente a él, y una vez lo suficientemente cerca, dejo un breve beso en sus labios, mientras continúo con la tarea de abotonar mi camisa.
-Nada...es solo que...me ha encantado lo que hemos hecho aquí...- Le respondo una vez me alejo de su boca. Él asiente, con una sonrisa.
-A mí también- Responde, tomando su camisa del suelo- Pero no podemos volver a hacerlo Reborn...es decir, no aquí...es muy arriesgado- Agrega, mirándome- Y no te voy a negar que...bueno que yo también...tenía mucha tentación de hacerlo aquí, y estando solos, en toda la oficina, bueno era...pues eso, tentador- Agrega. Yo asiento, sonriendo con picardía- Pero ahora que ya lo hemos hecho, y que nos hemos quitado...pues esas ganas...debemos tener más cuidado...- Termina por decir. Yo asiento, pues tenía toda la razón, no podíamos cometer estas imprudencias, y ahora que ya lo habíamos hecho aquí dentro, ya habíamos liberado esa curiosidad, esa especie de morbo de hacerlo en un lugar tan inapropiado, tan prohibido, pero ahora había que parar, pues era demasiado arriesgado.
-Lo sé...y lo tendremos- Le comento, mientras me coloco la corbata alrededor del cuello, acercándome de nuevo a Raúl, quien se encontraba ya con su camisa puesta- No vamos a volver a hacerlo aquí, no te preocupes...es decir...me ha encantado...pero sí que es verdad que es demasiado arriesgado...y no podemos exponernos a que nos pillen- Termino por decir, y aunque la experiencia de hacerlo mío aquí dentro me había encantado, tenía que admitir que nos habíamos dejado llevar, y había sido una completa irresponsabilidad por nuestra parte.
-Correcto- Me responde, acercándose a mí y haciendo el nudo de mi corbata, haciéndome sonreír, pues iba a pedirle justo eso, sin embargo, sin siquiera haberle dicho nada aún, se me había adelantado- Pero bueno, vamos a suponer que...que hemos estado aquí...porque...porque me has dado una capacitación- Me comenta, divertido, con sus manos en mi corbata. Yo me rio.
-Vale vale- Le respondo, haciendo mi cabeza hacia arriba para darle un acceso más fácil- Y una capacitación...¿De qué?- Le pregunto. Él piensa por un momento.
-Una capacitación de...de cómo follar en silencio dentro de una oficina corporativa- Me responde. Yo suelto una carcajada, divertido por su respuesta, y una vez me calmo, hablo.
-Vale...me gusta...- Le respondo- También te digo...ni tan en silencio...no veas los gritos que has pegado- Le comento. Él se ríe a carcajadas también, negando con la cabeza.
-Eso es culpa tuya...- Me responde, sonriéndome con travesura en sus ojos, soltando mi corbata ahora ya perfectamente hecha- Ya está- Me dice.
-Gracias- Le respondo, dejando un corto beso en sus labios, para después, dirigirme a mi escritorio, tomando los papeles del mismo y guardandolos en mi maletín, mientras Raúl hace el nudo de su propia corbata, y una vez se pone su sujeta corbatas y su americana, se acerca a mi escritorio, esperando pacientemente a que termine de organizar todo. Luego de un par de minutos, finalmente termino- Vale ya está...vámonos- Le digo, acercándome a la puerta, sin embargo, él me detiene.
-Espera espera...- Dice de pronto- Salimos...¿Salimos juntos? En plan...¿No es raro?- Me pregunta. Yo me le quedo mirando, sonriendo y negando con la cabeza.
-No es raro, no te preocupes- Le comento, sin embargo, lo veía aún con dudas, por lo que vuelvo a hablar- Amor...eres mi asistente, que estés en la oficina a altas horas de la noche es normal, sobre todo cuando tengo tanto trabajo...si de hecho es algo que ya ha pasado antes, cuando te llamé en un par de veces para venir a la oficina en mitad de la noche- Termino por decir. Raúl asiente.
-Ya ya...lo sé...lo siento, es que...me siento como...como muy paranoico, no sé...- Me comenta. Yo le sonrío, asintiendo.
-Lo sé...pero no pasa nada, tú tranquilo ¿Vale?- Le respondo, acercandome a él y dejando en su mejilla un beso tierno, queriendo darle tranquilidad de alguna manera, recibiendo de su parte una sonrisa. Una vez me alejo de él, abro la puerta, saliendo ambos por la misma, dirigiéndonos al ascensor, y una vez dentro de este, yo oprimo el botón del primer piso. Comenzamos a bajar, y mientras esperamos, recuerdo la manera en que semanas atrás, me era imposible usar el ascensor al lado de Raúl, pues me provocaba demasiadas cosas, las cuales en algún momento llegué a incluso pensar que eran ataques de pánico debido al espacio tan cerrado, cuando la realidad, era que había tanta tensión sexual entre ambos, que las reducidas paredes del ascensor parecían no soportarlo. Recordando todo aquello, rememorando la forma en que me sentía en ese momento, hablo, llamando la atención de Raúl- Oye...una cosa...- Comienzo a decir. Raúl se gira a mí, mirándome con atención.
-Dime- Me responde. Yo me le quedo mirando, riendo un poco.
-Que sepas que follarte en este ascensor es algo que también me tienta bastante...- Le digo de pronto, queriendo picarlo. Raúl se me queda mirando, abriendo muchos sus ojos, mientras noto sus mejillas algo enrojecidas. Yo suelto una carcajada al ver su reacción, pues se veía totalmente adorable.
-Pero...Reborn...- Me dice, en voz baja. Yo me giro a mirarlo, encantado por su notoria vergüenza.
-Tranquilo...aunque quiera no podemos hacerlo...- Le comento, riendo un poco- Si miras hacia arriba, justo en la esquina izquierda, hay una cámara muy pequeña- Agrego, con mi vista al frente, mientras veo de reojo cómo Raúl busca dicha cámara, y una vez la encuentra, habla.
-Hostias...es verdad, nunca la había notado- Me comenta. Yo asiento, aún sin mirar directamente a la cámara, queriendo ser algo discreto.
-Mucha gente no sabe que hay cámaras aquí dentro...lo cual es el punto realmente...- Comienzo a decir- Afortunadamente, solo graban imagen, no audio...por lo que puedo decir cosas como...me encantaría empotrarte muy fuertemente contra esta pared...y nadie sabría nunca lo que te he dicho- Le digo, de forma calmada, para después, reír. Raúl sube su mirada a mí, nuevamente, una llena de vergüenza.
-Pero....Reborn hostia...cállate- Me dice, intentando parecer calmado. Yo me rio a carcajadas, fascinado por sus reacciones y su repentina timidez, y justo en ese momento, el ascensor nos abre sus puertas, por lo que salimos a recepción.
-Relájate...- Le digo entre risas- Nadie mira las cámaras, a menos que suceda algo que lo amerite...- Agrego, mientras salimos del edificio camino al estacionamiento- Las únicas cámaras que sí que están vigiladas todo el tiempo por los guardias, son las de las entradas del edificio, así como las del estacionamiento- Le comento. Él sube su mirada a mí, asintiendo.
-Vale, entiendo- Me responde, ahora más tranquilo, y queriendo picarlo de nuevo, algo que me encantaba hacer, hablo.
-Por cierto, en mi oficina también hay cámaras- Le digo. Raúl se detiene en seco, mirándome con los ojos muy abiertos, con evidente sorpresa.
-¡¿Qué?!- Me responde, totalmente alarmado. Yo suelto una carcajada, sin poder parar de reír por unos cuantos segundos, recibiendo de Raúl una mirada de odio, pues se había dado cuenta de que evidentemente, era mentira- Joder Reborn, que gilipollas que eres de verdad...que puto susto- Me comenta, haciéndome reír aún más. Nos encontrabamos ahora mismo en mitad de la acera, yo riendo sin poder parar y Raúl fulminandome con la mirada.
-Que es broma...coño- Le digo, entre risas- Pero vamos a ver...¿De verdad te crees que te hubiera dicho de follar en mi oficina si hubiera cámaras?- Le pregunto, para después, reír.
-Bueno...yo que sé...igual eres así de sucio, me tendrías ahí en HD haciendo cositas- Me responde, y una vez más, me rio fuertemente, al igual que él.
-Joder...eso no suena nada mal eh- Le digo, poniéndome serio. Él se ríe, negando con la cabeza.
-Vámonos ya anda, que estoy reventado- Me dice, caminando de nuevo hacia el estacionamiento, mientras yo lo sigo.
-Reventado en plan...¿Por un día largo de trabajo? O en plan...¿Reventado del culo?- Le pregunto, riendo un poco, provocando en Raúl también carcajadas.
-Por un día largo de trabajo...gilipollas- Me responde entre risas. Yo continúo riéndome, demasiado divertido por todo.
-Vale vale...menos mal- Le respondo, recibiendo de Raúl una mirada cómplice, para después, llegar finalmente al estacionamiento, en donde logro divisar su coche a lo lejos- Yo estoy por ahí- Le comento, señalando con mi cabeza mi coche.
-Vale...- Me responde- Yo estoy ahí- Me dice, aunque yo ya había visto su coche.
-Bien...ahora...¿Qué quieres hacer? Es decir...¿Quieres que nos vayamos juntos? ¿O quieres ir a tu casa?- Le pregunto.
-Pues, me gustaría irme contigo...- Me responde- Ayer me quedé con ganas de dormir abrazado a ti...- Agrega. Yo le sonrío con ternura.
-Yo también...- Respondo, recordando la manera en que su calor hacia falta en mi cama- Pues venga, vamos a mi casa- Le comento- Nos vemos allá ¿Vale?- Le pregunto. Él asiente.
-Vale- Me dice, para después, comenzar a alejarse hacia su coche- Hasta mañana...señor Reborn- Me comenta en voz alta. Yo le sonrío, sintiéndome de pronto encendido por esa forma suya de llamarme.
-Hasta mañana...Álvarez- Le respondo, recibiendo de él una mirada cómplice, mientras se aleja a su coche, algo que yo también hago, subiendo al mismo, para después, comenzar a conducir hasta casa, sintiéndome cansado, queriendo dormir, pero sobre todo, queriendo dormir abrazado a Raúl, algo que de alguna manera, me ayudaba a descansar mejor.
![](https://img.wattpad.com/cover/340411402-288-k457752.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¿Solo mi jefe?
RomancePara el señor Reborn, Álvarez era un nuevo y novato asistente, uno al que debía acostumbrarse. Para Raúl Álvarez, el señor Reborn era su nuevo jefe, uno con un difícil temperamento y una actitud cambiante. Un nuevo trabajo siempre conlleva cambios...