Capítulo 73

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Reborn deja un beso en mis labios, uno dulce y tierno, y una vez se aleja, habla.
-Te amo...- Me dice en voz baja, pegado a mí. Yo le sonrío, sintiendo en mi corazón sus palabras.
-También te amo...- Le respondo, con total sinceridad, sintiéndome feliz- Y ahora sí...me voy...nos vemos más tarde- Le digo, pues tenía que salir rápidamente de su oficina, ya que llevaba aquí bastante tiempo.
Él asiente, sonriéndome con afecto.
-Te veo más tarde cariño- Me responde, alejándose de mí.
Lo que acababa de pasar dentro de la oficina no tenía ni nombre, porque la cantidad de placer que había sentido fue totalmente bestial. Durante el tiempo que llevábamos juntos, jamás había visto a Reborn de esta manera, tan enajenado, tan brusco conmigo, y me había encantado, me excitó de sobremanera haber visto esa mirada animal en él, esa que me estaba diciendo que le era necesario hacerme el amor aquí mismo, algo que le permití, pues solamente esos ojos con tentación y fogosidad en ellos, me habían encendido al instante, y el resultado había sido simplemente alucinante, el placer que me había hecho sentir fue de otro mundo, y tenía que admitir, que haberlo hecho sobre su escritorio me había maravillado, además de que había sido la primera vez que lo hacíamos en una posición donde no podía ver la cara de Reborn, solo sentirlo, embisitiendome con fuerza, con ímpetu, de una manera brusca pero sin lastimarme en ningún momento, y eso me volvió loco, ver tanta pasión y tanta urgencia de su parte, me voló la mente.
Una vez Reborn suelta mi cintura, yo me encamino hacia la puerta, acomodando de nuevo mi vestimenta, asegurándome de que no estuviera desaliñada de alguna manera, y una vez listo, simplemente salgo de su oficina, sin siquiera un "Con permiso señor" pues miedo me daba que una vez más, mis palabras lo encendieran de esa manera tan salvaje, y aunque me había encantado su forma de tomarme, era algo que no nos podíamos permitir, pues estabamos en plena jornada laboral.
Una vez salgo de su oficina, cierro la puerta, caminando hacia mi escritorio, sintiéndome feliz, lleno, con el reciente placer que Reborn me había provocado aún en mi piel. Mientras camino a mi escritorio, algo distraído pensando en lo que acababa de pasar, veo de reojo a una persona parada frente a él, y al subir mi mirada, mi corazón se cae hasta el suelo, pues el señor Montes, uno de los socios mayoritarios de la junta directiva, se encontraba justo ahí parado, con una de sus manos reposada en mi escritorio, moviendo sus dedos con impaciencia.
Mi cabeza comienza a ir demasiado rápido, queriendo saber qué hacía aquí, pero sobre todo, queriendo saber si de alguna manera, se había dado cuenta de lo que había estado pasando dentro de la oficina de Reborn, algo que era imposible, sin embargo, estando tan paranoico como me sentía últimamente, no podía evitar sentir que habíamos sido pillados. Una vez me paro frente a él, hablo, sintiéndome demasiado nervioso.
-Bu...buenas...señor...señor Montes...- Le digo, titubeando. Él me mira, con el ceño fruncido en señal de molestia.
-Álvarez...llevo diez minutos aquí esperando...necesito ver a tu jefe, y a ti también- Me dice. Yo me tenso aún más de ser posible, sin embargo, intento ocultarlo, mostrando una sonrisa amable y cordial.
-Una...una disculpa señor...estaba...bueno estaba justamente con el señor Reborn...con un tema de...de...trabajo- Le respondo, demasiado nervioso- Venga por aquí por favor, adelante- Agrego, señalandole hacia la oficina de Reborn, quien estaba seguro que en cuanto viera al señor Montes, iba a ponerse igual o más nervioso que yo, pero ahora mismo no tenía tiempo de ponerlo sobre aviso, pues el señor Montes se veía impaciente por hablar con él.
Él camina delante de mí, para después, abrir la puerta de la oficina de Reborn, mientras yo me sitúo detrás de él.
-Buenas, señor Reborn- Le dice, de mala gana. Reborn se le queda mirando, evidentemente sorprendido, para después, mirarme a mí, y una vez lo hace, noto en sus ojos nerviosismo, así como muchísima preocupación, mirada que estaba seguro que yo también tenía.
-Se...eh...se...señor Montes...buen...buen día- Comienza a decir Reborn luego de un par de segundos, excesivamente nervioso, mientras pasa su mirada del señor Montes, a mí- ¿Qué lo...qué lo trae por aquí?- Pregunta, rodeando su escritorio y acercándose a él, dándole la mano, la cual el señor Montes acepta, saludandolo de forma cordial, adentrándose en su oficina.
-Necesito hablar con usted, y también con su asistente- Responde. Reborn asiente, mirándome con preocupación, mientras yo me adentro en la oficina, al igual que el señor Montes, quien deja su maletín en el escritorio de Reborn, haciéndome recordar lo que habíamos estado haciendo ahí tan solo dos minutos atrás- Llevo más de diez minutos esperando fuera...- Agrega el señor Montes, mirando a Reborn- Al no ver a su asistente quise esperarlo, pero no sabía que estaba aquí dentro con usted- Termina por decir. Reborn asiente, dirigiendose a su silla de nuevo.
-Ya...estábamos...agendando un par de reuniones...disculpe si lo he hecho esperar- Responde Reborn de forma tranquila, sorprendiéndome por su manera de mantener la calma en este momento, pues yo me encontraba con el corazón demasiado acelerado y con mis manos prácticamente temblando.
-Vale, no pasa nada- Dice el señor Montes, sentandose en la silla frente al escritorio de Reborn- Álvarez, por favor, tome asiento- Agrega, girándose a verme. Yo asiento, tomando una silla cerca de los archivadores para acercarla al escritorio de Reborn, y una vez lo hago, tomo asiento, mientras veo al señor Montes sacando unos cuantos documentos de su maletín. Yo aprovecho que se encuentra distraído para mirar a Reborn, quien me mira de vuelta, con ojos llenos de preocupación y nerviosismo, sin embargo, niega ligeramente con la cabeza, haciéndome una sutil señal con su mano en señal de que me calmara. Yo intento hacerle caso, respirando hondo, diciéndome a mí mismo que no estábamos en problemas, sin embargo, no podía evitar imaginar lo que hubiera pasado si el señor Montes hubiera tocado a la puerta de la oficina, mientras Reborn y yo estábamos en pleno acto, y aunque la puerta estaba cerrada con seguro, yo en ese momento me encontraba desnudo de la parte de abajo, y hubiera tenido que vestirme de nuevo de forma demasiado rápida para no crear sospechas, sin contar el hecho de que el escritorio en ese momento nos hubiera delatado al instante, y de verdad agradecía que Reborn hubiera decidido limpiarlo rápidamente, de lo contrario, el señor Montes hubiera adivinado muy fácilmente lo que habíamos estado haciendo aquí dentro.
-Debo decir que me ha sorprendido su visita...señor- Comienza a decir Reborn, mientras el señor Montes continúa sacando los papeles- No sabía que estaba en Barcelona- Agrega. El señor Montes asiente.
-Ya...lo que pasa es que he venido para unos cuantos asuntos de urgencia, y no me ha dado tiempo siquiera de avisarle que vendría- Explica el señor Montes.
-No se preocupe, no hay problema- Responde Reborn, aunque evidentemente, yo sabía que hubiera preferido que el señor Montes le avisara acerca de que vendría, por evidentes razones. El señor Montes termina de sacar los papeles, dejando un par sobre el escritorio frente a mí, y otro frente a Reborn.
-Bien, como hemos hablado la semana pasada, el departamento legal ha realizado la denuncia en contra del señor Sergio Sierra en nombre de Álvarez, y la razón de mi visita, es que necesito que la firme y verifique un par de datos, para así presentarla en tribunales mañana mismo, a primera hora- Explica el señor Montes, mirándome.
-Vale...- Responde Reborn, tomando el papel y mirándolo por encima, al igual que yo.
-Necesito que lea la narración de los hechos- Comienza a decirme- Verifique que todo está descrito tal cual ha pasado, y en caso de que haya algún error u omisión, hagamelo saber- Agrega. Reborn sube su mirada del documento, al señor Montes.
-¿De dónde han sacado esta narración? No recuerdo que hubieran hablado con Álvarez para esto- Comenta.
-Efectivamente hablamos con el señor Álvarez, justo después de terminar la última reunión, una persona del departamento legal le llamó a su oficina para que le contara cómo sucedieron las cosas ¿Correcto?- Me pregunta el señor Montes, y yo asiento, mirando a Reborn con cautela, pues yo no le había comentado nada acerca de esa llamada, ya que no quería preocuparlo, pues sabía que todo este tema de la denuncia era algo que lo estresaba. Reborn asiente, mirándome con algo de recelo, tal vez algo molesto por haberle ocultado esa llamada. Ignorando su mirada, bajo mi vista al documento, leyendo todo su contenido, al igual que Reborn, y después de unos cuantos minutos, subo mi mirada al señor Montes.
-Vale, está todo correcto- Le digo, dejando el documento sobre el escritorio.
-Vale ¿Su nombre también? ¿Todos sus datos?- Me pregunta, y yo asiento.
-Sí, todo está correcto- Le respondo. Él señor Montes asiente, para después, sacar de su maletín un bolígrafo.
-Vale perfecto, entonces hágame el favor de firmarlo, justo debajo de su nombre, en la última página- Me dice. Yo tomo el bolígrafo, para después, mirar a Reborn, quien me observa con ojos llenos de preocupación. Sabía que desde un inicio, él no estaba de acuerdo con esto, y aún después de haberlo convencido de que iba a hacer esto para ayudarlo, sabía que continuaba reacio a que me involucrara, sin embargo, eso no me iba a detener, pues quería ayudarlo, quería que Sergio retirara esa denuncia en su contra, y sabía que esta era la forma de lograrlo, o al menos la que tenía más posibilidades de funcionar. Una vez firmo el documento, aún sintiendo la mirada llena de preocupación de Reborn sobre mi, le tiendo los papeles al señor Montes.
-Y ahora...¿Qué sigue?- Pregunta Reborn, tendiendole la denuncia al señor Montes.
-Por ahora, presentar la denuncia, y una vez le notifiquen al señor Sierra, el departamento legal se comunicará con su abogado para plantearle la posibilidad de reunirnos con él para llegar a un acuerdo- Comienza a explicar Montes- Si Sierra acepta reunirse con nosotros, vamos a negociar con él, le diremos que el señor Álvarez está dispuesto a retirar su denuncia, si él retira su denuncia en contra de usted, señor Reborn- Continúa explicando Montes- En caso de que acepte, todo se soluciona sin mayor problema, y en caso de que no...bueno, ya veremos el siguiente movimiento- Termina por explicar. Reborn deja salir un suspiro, mirando a Montes con atención.
-Vale...entiendo- Comienza a decir, y podía notarlo preocupado, demasiado- En esa reunión en donde le hablaremos acerca del acuerdo...¿Quienes estarán presentes?- Pregunta.
-Las partes involucradas, es decir, el señor Sierra, el señor Álvarez, y usted- Comienza a decir Montes- Y el equipo legal tanto nuestro, como el de Sierra, evidentemente- Agrega. Reborn deja salir otro suspiro más, con un semblante demasiado serio, e incluso podía llegar a decir que lleno de molestia.
-¿Y no hay alguna posibilidad de que Álvarez no esté en esa reunión?- Comienza a decir Reborn- Más que nada porque...imagino que para él, debe de ser algo incómodo tener que verlo de nuevo...¿O me equivoco, Álvarez?- Pregunta, mirándome a mí. Yo le regreso la mirada, sabiendo perfectamente que sus intenciones eran protegerme, porque seguramente no quería exponerme a Sergio de nuevo, y eso lo apreciaba.
-Pues...sí...algo- Respondo, y aunque no me incomodaba verle la cara a Sergio de nuevo, sabía que Reborn estaría más tranquilo si yo no estaba en esa reunión.
-Lo siento, pero es necesario que el señor Álvarez esté presente- Responde el señor Montes- Entiendo si es incómodo para usted, señor Álvarez, pero no se preocupe, el equipo legal es el único que hablará con Sierra, solo es necesaria su presencia en la reunión, pero no tiene que dirigirle la palabra si usted no quiere- Termina por explicar. Yo asiento, mientras veo a Reborn con una clara expresión de enfado.
-Vale, entiendo- Respondo.
-¿Alguna otra pregunta?- Nos pregunta el señor Montes.
-Sí...¿Qué pasa si se niega a aceptar el trato? ¿Qué otro plan tiene el equipo legal?- Pregunta Reborn.
-Bueno, hay varias opciones en la mesa...pero estamos ahora mismo enfocándonos en que todo esto salga bien, y no tener que recurrir a ningún otro plan- Explica el señor Montes. Reborn se le queda mirando, y una vez más, podía notar molestia en él, algo que temía que también el señor Montes notara.
-¿Y qué tanta probabilidad hay de que esto salga bien? Pregunto más que nada porque en caso de que Sierra no acepte, Álvarez ya va a estar involucrado en algo que, como dije la última vez que nos reunimos, no tiene por qué estar involucrado- Termina por decir, de forma firme. El señor Montes asiente.
-Creame, señor Reborn, que lo último que queremos es tener más procedimientos legales entre trabajadores de la empresa- Comienza a explicar Montes- Estamos confiados en que esto saldrá bien...y para eso he venido aquí precisamente, esto no forma parte de mis funciones, pero quiero que esto funcione, y es por eso que he venido yo personalmente a encargarme de todo, porque como bien dice usted, Álvarez no tiene por qué involucrarse en algo que ha sido completamente responsabilidad y culpa suya, así que estoy confiado en que esto se resolverá de manera positiva para nosotros- Termina por explicar. Reborn asiente, aunque aún con esa expresión seria y llena de preocupación.
-Vale...pues...esperemos que sí- Responde Reborn, serio. El señor Montes asiente, mientras toma los documentos y comienza a guardarlos en su maletín.
-Por ahora, mañana se interpondrá la denuncia en tribunales, y suponemos que tardará unos días en notificarle al señor Sierra- Comenta el señor Montes- Una vez sepa algo, les mantendré informados- Agrega. Yo asiento, al igual que reborn.
-Bien, perfecto- Responde Reborn.
-Bien, pues si no tienen más preguntas, me retiro- Dice el señor Montes, poniendose de pie, al igual que Reborn y yo.
-Gracias señor Montes, le agradezco que se esté encargando usted personalmente- Le comenta Reborn una vez se encuentra en frente de él.
-Bueno, como le he dicho, quiero que salga todo de manera optima- Le responde, para después, tenderle la mano- Estamos en contacto, señor Reborn.
-Por supuesto señor, cualquier cosa, estoy a sus órdenes- Le dice Reborn, tomando su mano en una despedida cordial, y una vez se separa, el señor Montes se gira hacia mí.
-Con permiso señor Álvarez, hablamos pronto- Me dice, tendiendome la mano, la cual yo tomo, y al igual que Reborn, me despido de él de forma cordial.
-Por supuesto señor, gracias por todo- Le comento. Él me dedica un inclinamiento de cabeza, para después, dirigirse a la puerta, saliendo de la oficina, mientras yo lo sigo de cerca, cerrando la oficina de Reborn tras de mí, no sin antes dedicarle una mirada cómplice. Una vez en mi escritorio, el señor Montes se gira hacia mí de nuevo- Con permiso- Agrega. Yo le sonrío con amabilidad, para después, verlo alejarse por el pasillo, entrando después al ascensor y desapareciendo de mi vista.
Dejo salir un pesado suspiro, uno lleno de preocupación, de ansiedad, pues había demasiados temas que me estaban dando vueltas en la cabeza ahora mismo, y mientras intento serenarme, el teléfono de mi escritorio suena. Yo lo miro, observando la pequeña luz verde de "Oficina director ejecutivo" parpadeando, por lo que respondo rápidamente.
-Dígame señor- Digo una vez tomo el teléfono.
-Raúl...¿Ya se fue el señor Montes?- Me pregunta.
-Sí señor- Respondo sin más.
-Vale bien ¿Puedes venir a mi oficina un momento?- Me pregunta, con voz suave.
-Sí, ahora voy- Le digo sin más, cortando después la llamada, mientras tomo mi agenda en un intento de hacer ver que tenía algo que hacer dentro de la oficina de Reborn. Me encamino hacia allí, y una vez abro la puerta, me lo encuentro caminando de un lado a otro, y al notar mi presencia, sube su mirada a mí, la cual seguía con preocupación y nervios. Yo cierro la puerta, poniendo el seguro, subiendo de nuevo mi mirada a él.
-Hostia puta...- Me comenta de pronto, frotando su rostro con una mano- No veas...no veas lo cerca que hemos estado de que nos pillen...y encima el puto socio mayoritario de la junta...me cago en mi puta madre- Me comenta. Yo asiento, acercándome a él, dejando mi agenda sobre su escritorio.
-De milagro no ha querido entrar aquí...hasta eso que quiso esperar fuera...porque si no...se nos hubiera liado...- Le comento. Él asiente, acercándose a mí y tomando mi mano.
-Siento haber sido tan imprudente...casi nos meto en problemas a ambos- Me dice. Yo frunzo el ceño, negando con la cabeza.
-No ha sido culpa tuya...hemos sido los dos...- Le respondo.
-Ya...pero ha sido mi idea- Me dice. Yo niego con la cabeza de nuevo, acariciando su mano.
-Hemos sido ambos Reborn- Le respondo, mirándolo a los ojos- Pero bueno, no pasa nada...más allá de habernos llevado el susto de nuestras vidas, no ha pasado nada...no nos han pillado- Agrego. Reborn asiente, acercándose más a mí, posando su otra mano en mi cintura.
-Ya, también es verdad- Me responde, sonriéndome con dulzura- Y que puta maravilla lo que hemos hecho por cierto...me ha encantado...- Agrega, acercándose a mis labios y besandome con suavidad por un par de segundos solamente.
-A mí igual...- Le respondo, pegado a su rostro, recibiendo de él otra sonrisa más, para después, darme otro beso, uno muy corto esta vez.
-Ahora...hablemos de la denuncia...- Me dice, poniendose ahora más serio, dejando salir un suspiro- Sigo pensando que es una pésima idea...- Agrega.
-Ya...te he notado algo preocupado antes...- Le comento.
-Lo estoy...muy preocupado...no me gusta nada tener que hacer esto, no me gusta una puta mierda el hecho de que tengas que ver al gilipollas de Sergio de nuevo...eso era justamente lo que quería evitar, exponerte frente a él- Me comenta. Yo niego con la cabeza, posando mis manos en su pecho.
-Reborn yo estoy bien...me suda la polla ver a Sergio de nuevo...ya te dije en su momento que sus comentarios no me afectaron, estoy bien- Comienzo a decir, sintiendo las manos de Reborn acariciar mi cintura lentamente- Y de hecho, estoy más preocupado por el hecho de que tú lo veas de nuevo...el simplemente hablar de él ya te hace enfadar, verlo va a ser peor supongo...- Agrego.
-Entiendo que no te afecten sus comentarios...pero de igual manera...no quiero que ni te vea...no quiero siquiera pensar en que en su puta cabeza siguen todos esos pensamientos desagradables hacia ti...- Comienza a decir- Y sí, lógicamente me enfada siquiera recordarlo...pero no te preocupes, evidentemente no voy a hacer otra gilipollez- Termina por decir.
-Vale, bien...- Le respondo- Y no pasa nada...tú solo piensa en que después de esa reunión, todo se va a resolver ¿Vale? Estoy seguro que va a aceptar el trato, no va a querer meterse en más problemas, una denuncia por discriminación es algo muy grave, y sabe que tenemos las de ganar, hay muchos testigos en la oficina que escucharon lo que me dijo, sabe que si no retiro esa denuncia, él va a perder- Termino por decir.
-Ya, pero estamos suponiendo que va a querer reunirse con nosotros...puede que ni quiera escuchar sobre el acuerdo- Me responde.
-¿De verdad te crees que no va a querer escuchar acerca de un acuerdo? Sí es lo único que ha querido desde el principio, te aseguro que se la suda lo que le has hecho, él lo que quiere es un acuerdo económico, y pensando que es lo que va a obtener, va a aceptar esa reunión- Le comento. Reborn piensa por un momento, para después, asentir.
-Ya...es cierto- Me responde. Yo bajo mis manos hasta su cintura, abrazándolo y pegandolo a mí.
-Todo va a estar bien...tú tranquilo...por favor, no me gusta verte preocupado...- Le comento. Él me sonríe.
-Vale...estoy bien no te preocupes...- Comienza a decir- Es solo que...ya sabes...eres lo que más me importa...y odio verte involucrado en estas cosas- Agrega, subiendo su mano a mi rostro, acariciando mi mejilla con suavidad- Pero estoy bien, te lo prometo...vamos a confiar en que todo saldrá bien...- Agrega. Yo asiento, cerrando mis ojos y disfrutando de su toque en mi mejilla, y de pronto, siento sus labios posarse en los míos, tomándolos de forma lenta, cariñosa, moviéndome el suelo con tan rico toque, uno tierno pero profundo, lleno de sentimientos. Luego de unos segundos perdido en sus labios, me aparto de él, quedándome muy cerca de su rostro.
-Me encantaría quedarme aquí...pero creo que ya nos hemos arriesgado demasiado el día de hoy, debo volver a mi escritorio...- Le comento. Reborn asiente, sonriendo con dulzura, sin embargo, su sonrisa de pronto se vuelve traviesa.
-O puedes volver a mi escritorio si gustas...- Me comenta, con voz llena de picardía. Yo me rio, negando con la cabeza.
-No no...eso no...- Le respondo entre risas- Demasiadas emociones por hoy...- Agrego. Reborn se ríe, asintiendo.
-Ya, la verdad es que sí...- Me responde- Ahora en serio, no hay que volver a perder el control de esa manera aquí dentro...nos hemos arriesgado demasiado...hemos estado a nada de que nos pillen, y encima Montes...- Agrega. Yo asiento, riendo un poco.
-Correcto...- Le respondo- Vamos a tener que dejar estas...capacitaciones...para otro lugar- Le comento, haciéndolo reír.
-Exacto...- Me responde- Y perdona si me he puesto tan...bueno, tan intenso antes...- Agrega, y yo frunzo el ceño, negando con la cabeza, pues no tenía por qué pedir perdón- Lo que pasa es que me vuelves loco cariño...- Termina por decir, dejando un rico beso en mis labios, y una vez se aleja de mí, hablo.
-A mí me ha encantado lo que has hecho hoy...no te preocupes- Le comento- No conocía este lado de ti...y ha sido una maravilla- Agrego. Él me sonríe.
-Yo tampoco conocía este lado de mí la verdad- Me dice, riendo, haciéndome reir a mí.
-De verdad...ha sido espectacular...- Agrego, mirándolo con cariño.
-No bueno, lo ha sido...definitivamente...ha sido una puta barbaridad- Me comenta, haciéndome sonreír.
-Pero bueno, primera y última vez, porque además de increíble, fue también increíblemente imprudente...y no veas cómo me sentí cuando vi a Montes...se me fue el corazón al culo- Le comento. Reborn suelta una carcajada, asintiendo.
-Me sentí exactamente igual, al momento de verlo entrar a mi oficina, te juro que pensé que nos había pillado, que puto susto- Me dice.
-Afortunadamente todo está bien...pero como te digo, vamos a dejar estas capacitaciones para la privacidad de mi casa...o de la tuya...- Le digo, pegado a su rostro, dejando en sus labios un corto beso. Él me sonríe, asintiendo.
-Me parece bien amor- Me responde.
-Bueno en fin, me voy, que debo trabajar, y tú también seguramente- Le digo, para después, besar sus labios a modo de despedida, con intenciones de dejar un beso breve, sin embargo, Reborn me toma de forma apasionada, tomándome con amor, pero también con muchísimo deseo, introduciendo su lengua con anhelo en mi boca, volviéndome loco al instante.
Luego de unos segundos, se aparta de mí, dejándome con la respiración agitada.
-Te veo más tarde- Me dice, pegado a mi rostro. Yo asiento, sin poder realmente hablar debido a que me había robado todo el aire con su beso.
-Sí...vale- Digo sin más. Él deja un par de besos fugaces en mis labios, para después, alejarse de mí, y sintiéndome aturdido y fascinado, me dirijo a la puerta, saliendo por la misma, no sin antes dedicarle una última sonrisa a Reborn, quien me la devuelve, guiñándome también un ojo, de una forma absolutamente encantadora.
Una vez fuera de su oficina, tomo una gran bocanada de aire, queriendo recuperarme de ese beso, para después, sentarme en mi escritorio, dispuesto a seguir trabajando, aunque algo distraído, pensando en todas las emociones que había experimentado hoy, pasando de un placer alucinante, a una preocupación abismal al sentir que Reborn y yo habíamos sido pillados, algo que afortunadamente no fue así, sin embargo, no podía dejar de sentir mi corazón yendo demasiado rápido al simplemente recordar al señor Montes mirándome con esa cara de molestia.
Queriendo dejar eso de lado, continúo con mi trabajo, logrando distraerme en el mismo luego de varios minutos.

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