Capítulo 92

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Raúl me abraza, acercándome a él, de modo que me encontraba con mi cabeza en su pecho, sintiendome triste, molesto, con dolor en el corazón, pero de algún modo, con Raúl dándome consuelo, la tristeza disminuye considerablemente, mientras me abrazo a él, sintiendo en mis ojos esas lágrimas que habían salido por si solas, sin poder contenerlas.
-Tranquilo cariño...estoy aquí, estoy aquí contigo...- Comienza a decir Raúl, con voz suave, pegándome a él, haciéndome sonreír, pues tenía razón, él estaba aquí conmigo, consolandome, dándome su calor, su compañía, y no necesitaba nada más, eso era lo único que necesitaba para sentirme mejor, a él- De verdad Reborn...lo...lo siento mucho...siento mucho lo que te ha dicho tu padre...- Agrega, con evidente tristeza en su voz- Pero por favor no te creas esas palabras ni por un segundo...no tienes nada por lo que sentir vergüenza...absolutamente nada...- Agrega. Yo me alejo un poco de él, mirándolo a los ojos.
-Lo sé...eso lo sé perfectamente- Comienzo a decir, limpiando las lágrimas de mis ojos- No me avergüenzo de absolutamente nada...- Agrego, tomando su mano fuertemente- Si me encuentro así...tan triste, es porque no me ha gustado darme cuenta de la clase de persona que es mi padre...me ha dolido muchísimo querer contarle de la relación que tenemos, y que me haya dicho que era todo una estupidez...ha dicho que esta relación era estúpida...y eso me ha cabreado muchísimo...- Continúo diciendo, sintiendo muchísima rabia- Jamás me avergonzaría de lo que tengo contigo...nunca...sin importar lo que diga mi padre, o cualquier persona...eres lo más importante que tengo...lo mejor que me ha pasado nunca...es solo que...ha sido difícil escucharle decirme tantas cosas...escuchar que prefiere negarme como hijo, a aceptarme como soy...a aceptar lo que me hace feliz...me duele saber la mierda de persona que es...pero si así él lo ha querido, no puedo hacer nada...y tampoco quiero hacer nada...poco me interesa tener a un tío así en mi vida, alguien que no me acepte por lo que soy...que le jodan- Termino por decir, molesto, con mucha rabia, pero también con mucha tristeza, sin comprender cómo es que mi padre podía actuar de esa manera, diciéndome cosas tan horribles cuando lo único que yo estaba haciendo, era compartirle algo tan importante para mí, que era Raúl, y el hecho de que hubiera dicho "Estúpida relación" me había terminado de romper, porque podía permitir que me insultara a mí, que me negara, que me odiara si quisiera, pero no pensaba permitir que insultara lo que tenía con Raúl, esto que era tan puro, tan bello, eso jamás. Raúl se me queda mirando con pesadez.
-Entiendo que te sientas así...pero...tal vez necesitas dejar que se enfríen un poco las cosas...dejar que asimile la noticia que debe de ser chocante para él...y después puedes volver a contactarlo...dale tiempo- Me dice Raúl. Yo niego con la cabeza.
-No pienso volver a llamarle, él mismo me lo ha pedido, y de cualquier manera...no quiero, no quiero volver a escuchar su voz siquiera- Le respondo, pues no iba a ir en contra de lo que él mismo me había pedido, además de que no se lo merecía, no se merecía que intentara volver a contactarlo, no después de lo que me había dicho. Raúl se me queda mirando, con evidente tristeza.
-Entiendo lo que dices...pero es tu padre Reborn...quieras o no, lo seguirá siendo- Me comenta, y una vez más, yo niego con la cabeza.
-No...si yo he dejado de ser un hijo para él...él también ha dejado de ser un padre para mí- Le respondo, con tristeza, pero de forma rotunda- No lo necesito en mi vida Raúl...no lo quiero...si no puede aceptar algo tan simple como una relación, entonces no me interesa- Comienzo a decir, mirando a Raúl fijamente a los ojos- No te voy a negar que me ha afectado...me ha dolido saber que para él, la relación que tengo contigo es algo digno de sentir vergüenza...eso es lo que me ha puesto así...que haya insultado lo que tenemos...sin siquiera conocerte...porque yo quería contarle acerca de nosotros, con toda la felicidad e ilusión del mundo, pensando que se iba a alegrar por mí, pensando que iba a querer saber más de ti...como mi madre...pero en su lugar recibí su odio, en su lugar recibí rechazo, y ahora ni siquiera me considera su hijo...- Agrego, sintiendo de nuevo ese nudo en mi garganta- Eres lo más importante para mí...y que me haya dicho todo eso simplemente por lo que tenemos...me duele muchísimo...y lo siento, me hubiera encantado que todo fuera diferente, que él nos aceptara como tu familia nos ha aceptado el día de hoy...- Le comento, y él niega con la cabeza.
-No es tu culpa Reborn...no tienes nada por lo que disculparte...- Me responde, apretando el agarre de nuestras manos- Y de verdad, siento mucho que tengas que pasar por esto...me parece ridículo que tu padre te haya dicho todas esas cosas simplemente por estar conmigo...- Agrega, con dolor en su mirada- Me duele mucho verte así...- Agrega. Yo le sonrío, negando con la cabeza.
-Estoy bien, no te preocupes...como te he dicho, me he puesto triste por el hecho de no poder compartir mi relación...por no poder hablar del amor de mi vida con alguien a quien consideraba mi modelo a seguir...es difícil...pero estoy bien...porque te tengo aquí conmigo, y de verdad no necesito nada más- Continúo diciendo, mirando en sus lindos ojos cafés, unos que solamente por posarse sobre los míos, ya me alegraban el día- Eres todo lo que necesito Raúl...eres lo que más amo, y si hay alguien que se opone a lo que tengo contigo...no me interesa saber nada más de esa persona, punto- Explico. Raúl me sonríe, acercándose más a mí.
-También eres todo para mí...y me duele mucho lo que ha pasado...pero estoy aquí contigo, siempre lo voy a estar...- Me dice, haciéndome sonreír, provocandome mucha felicidad con sus palabras, algo que solo él podía lograr en un momento como este- Oye y...¿Cómo crees que se tome tu madre lo que ha pasado con tu padre?- Me pregunta Raúl. Yo pienso por un momento.
-No se lo va a tomar bien...cuando hablen de lo que les he dicho entre ellos...estoy seguro que mi madre se va a poner furiosa, en caso de que mi padre le diga exactamente lo que me ha dicho- Comienzo a decir, imaginándome el momento en que ambos llegaran a casa al terminar el día, a menos que hablen de lo sucedido por teléfono- Si mi padre le dice la verdad sobre todo lo que me ha dicho, mi madre va a querer casi matarlo...es decir...ella me apoya, y se ha puesto muy feliz por saber que yo me encuentro feliz...y si se entera que mi padre me ha dicho que sentía vergüenza de mí, y que ya no me consideraba su hijo...joder...la que se va a liar- Agrego, pues conocía a mi madre, y estaba seguro que iba a molestarse muchísimo con mi padre por todo lo que me había dicho. Raúl asiente, pensativo.
-Vale...y no crees que...no sé...que tal vez vaya a querer convencerlo de...bueno, ¿De aceptar lo que le has dicho?- Me pregunta.
-Seguramente va a querer hablar con él...supongo que intentará hacerlo entrar en razón, pero sé cómo es mi padre...no es una persona que suela cambiar de opinión...así que, no sé...imagino que todo esto va a derivar en una discusión muy grande entre ellos dos- Respondo, pues por un lado, mi madre iba a estar furiosa con mi padre por haberme dicho todo lo que me dijo, y por el otro lado, mi padre iba a estar furioso por el hecho de que mi madre me aceptaba, y era más que evidente quién de los dos estaba equivocado. Raúl asiente, bajando su mirada al agarre de nuestras manos.
-Bueno...yo solo espero que...no sé...que tu madre logre hacer entrar en razón a tu padre...- Me dice. Yo miro a Raúl, pensando en que eso no iba a ser posible, lo sabía bien.
-No creo que lo logre...y de cualquier forma, no me interesa- Comienzo a decir- Si él quiere fingir que yo no existo...si quiere negarme como hijo, que lo haga...ya te lo he dicho, no me interesa tener a alguien así en mi vida...me duele, es evidente...pero si no acepta lo más importante que tengo en mi vida, lo que más feliz me hace...entonces para mí él tampoco existe...sin más- Termino por decir, sintiendo dolor en mi corazón, sin poder evitarlo, pero era así, no quería a una persona tan desagradable cerca mío, y de cualquier manera, tenía el apoyo de mi madre- Además, nos estamos olvidando de algo...y es que tenemos el apoyo de mi madre...ella se ha puesto muy feliz al saber lo que tenemos...e incluso quiere conocerte- Agrego, recibiendo de Raúl una linda sonrisa- Pienso enfocarme en eso...en que ella está feliz de saber que yo estoy feliz contigo...no me interesa nada ni nadie más...- Le comento, decidido a olvidar el tema de mi padre, decidido a no pensar en esas palabras tan dolorosas que me había dedicado, pues aquí el que perdía era él, porque hoy había perdido a un hijo, uno que con toda la ilusión del mundo quiso compartirle algo tan importante, tan especial, pero no se lo merecía, y no se merecía tampoco ni una sola más de mis lágrimas. Raúl asiente, visiblemente contento, y una vez me dedica una de las sonrisas más hermosas del mundo, se acerca a mis labios, besandome con ternura, con cuidado, con muchísima delicadeza, dejando en mis labios cariño. Yo le correspondo al beso, encantado, enamorado, mientras pienso en que por nada del mundo me iba a alejar de él, no había poder sobre la faz de la tierra que me hiciera sentir avergonzado de lo que tenía con él, jamás sería así, y si había alguien que no aceptaba lo nuestro, o que no aceptaba lo que yo era simplemente por el hecho de estar con Raúl, entonces no quería a esa persona en mi vida.
Luego de un beso sumamente especial y significativo, nos alejamos, para después, dedicarle una sonrisa.
-Gracias por tu apoyo amor...no necesito nada más- Le digo, en voz baja, sintiéndome ahora mucho más tranquilo con él a mi lado, pues al momento de haber cortado la llamada con mi padre, había entrado al apartamento sintiendome devastado, sentándome en el sofá pensando en todo lo que me había dicho, llorando por su rechazo sin poder evitarlo, yo solo, pues no quería molestar a Raúl de su descanso, sin embargo, ahora con su compañía, con sus palabras, con sus caricias y sus besos, me sentía mucho más tranquilo, de alguna manera me sentía feliz, algo que solo él podía lograr, porque me daba cuenta de que no me era necesario nada más que él, porque con Raúl a mi lado, todo lo demás se volvía insignificante, y con sus palabras de apoyo y de cariño, me sentía lleno, y eso solo confirmaba lo bien que él me hacía, lo feliz que era a su lado.
-No tienes nada que agradecer...y por cierto...¿Por qué no me has despertado? ¿Por qué te has quedado aquí solo sin decirme nada?- Me pregunta. Yo sonrío, encogiendome de hombros.
-No quería molestarte...quería que descansaras- Le respondo. Raúl me mira con ojos llenos de molestia, negando con la cabeza.
-No me molestas...Reborn por favor...soy yo...y si te encuentras triste, evidentemente quiero saberlo...para consolarte, para estar contigo...- Comienza a decir, mirándome fijamente a los ojos- Me duele pensar en que estuviste tú aquí solo...sintiéndote triste y sin decirme nada...- Agrega. Yo asiento, sonriendole con cariño.
-Ya...tienes razón...lo siento- Le digo, pues entendía lo que estaba diciendo, y era cierto- Pero no sé...simplemente me quedé aquí...pensando...- Le comento- Quería estar solo...o al menos eso creía...pero gracias por estar aquí conmigo...porque me siento mucho mejor ahora- Agrego, dedicandole una sonrisa- No sé cómo lo haces cariño...pero logras hacerme sentir mejor en cuestión de segundos...simplemente con tenerte a mi lado me alegras el día...- Termino por decir. Raúl me sonríe, de forma tierna, acelerando mi enamorado corazón.
-Me alegro que estés mejor...porque como te he dicho...me duele muchísimo verte triste...me parte el corazón- Me comenta. Yo le sonrío, negando con la cabeza.
-Estoy bien, te lo prometo...- Le respondo, pues realmente me encontraba mucho mejor gracias a él- Ahora ¿Qué te parece si nos vamos a la cama?- Le pregunto, pues me sentía cansado y quería dormir, y estaba seguro que él también. Raúl asiente, sonriendo, poniendose de pie, tirando de mi mano, por lo que yo hago lo mismo, y juntos, caminamos hasta la habitación, en donde nos acostamos en la cama, abrazandonos y cubriendonos con las mantas.
-Hasta mañana amor- Me dice Raúl, pegado a mi cuerpo. Yo sonrío, abrazandolo fuertemente, sintiendo su calor, el cual me quita el frío de forma inmediata.
-Hasta mañana cielo- Le respondo, depositando un beso en su frente, cerrando mis ojos dispuesto a dormir, sintiéndome ahora muchísimo más tranquilo, con una paz que solo Raúl conseguía hacerme sentir, y mientras me pego a él, nuevamente confirmo que no necesitaba nada más, solo a él, y entonces pienso en que no entendía cómo es que una simple relación de dos hombres, podía generar tanto rechazo en alguien, porque esto era amor, era el amor más puro, el más bonito, como cualquier otro, un amor que bajo ninguna circunstancia debería generar vergüenza, sino todo lo contrario, y cualquiera que se sintiera de esa manera, no merecía mi respeto, ni mi atención, ni mi tristeza.
Con eso en mi mente, pensando en que el amor que teníamos Raúl y yo era lo más puro y hermoso de este mundo, me quedo dormido, con el amor de mi vida a mi lado, que era lo único que necesitaba para estar feliz y pleno.

¿Solo mi jefe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora