Capítulo 65

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-Vale...vale entiendo- Le digo, procesando la información que acababa de darme- Pues...ahora mismo voy hacia allí, solo me ducho rápido y llego en unos...no sé, quince minutos- Le respondo a Andy.
-Vale bien, te esperamos aquí- Me responde. Yo corto la llamada, dejando lo que estaba haciendo, para después, dirigirme al baño, donde me ducho rápidamente, y una vez salgo, pillo el primer traje que encuentro. Ahora ya vestido y peinado, salgo de casa, sintiéndome demasiado estresado, pero sobre todo, sintiéndome muy molesto, pues me parecía alucinante que el pedazo de mierda de Sergio, después de haber dicho aquello acerca de Raúl, tuviera el cinismo de denunciarme a mí por agresión física, cuando en definitiva, sus palabras podían causar mucho más daño que cualquier golpe físico.
Luego de diez minutos conduciendo, en los cuales mi rabia no hace más que aumentar, finalmente llego al edificio, entrando en recepción, mientras llamo a Andy.
-Dime- Me dice una vez responde mi llamada.
-Ya estoy aquí ¿Dónde estais?- Pregunto.
-Estamos en la sala de reuniones del piso nueve- Me responde.
-Vale bien, ahora subo- Le respondo sin más, cortando la llamada y subiendo al ascensor.
Una vez llego al piso nueve, siendo recibido por miradas curiosas sobre mí, me dirijo directamente a la sala de reuniones, ignorando dichas miradas, siguiendo mi camino, y una vez llego y abro la puerta, me encuentro con Andy sentado en la gran mesa, mientras que en la gran pantalla de la pared, veo las imágenes de varios socios de la junta directiva.
-Buenas tardes- Digo al entrar, sentándome a un lado de Andy, donde la cámara me pudiera enfocar.
-Buenas- Me dice Andy.
-Buenas tardes señor Reborn- Me responde el señor Montes, y aunque su saludo era cordial, tanto su tono de voz como su rostro tenían de todo menos cordialidad- Gracias por venir tan pronto...tenemos cosas muy importantes que discutir con usted- Agrega. Yo asiento, entrando en mi modo de director ejecutivo amable y servicial, cambiando mi rostro de uno lleno de enfado, a uno receptivo y educado.
-Vale bien, adelante- Le digo, mientras veo de reojo a Andy, mirando también hacia la pantalla frente a nosotros.
-Como se le ha mencionado antes por llamada, hemos recibido hace media hora una notificación acerca de una denuncia interpuesta a usted...y tenemos algunas ideas para poder desecharla de alguna manera frente a los tribunales- Agrega, mientras yo le presto toda mi atención- Pero antes de decirle nada más, vamos a esperar a que llegue una persona a la cual he citado también a esta reunión- Termina por decir. Yo asiento.
-Vale...¿A quién?- Le pregunto, curioso.
-A su asistente, el señor Raúl Álvarez- Me responde. Mi corazón se cae hasta el suelo al escuchar su respuesta, provocandome nervios al instante, e incluso algo de temor, pues no comprendía para qué necesitaba de Raúl ahora mismo, y en mi cabeza, solamente veía la posibilidad de que de alguna manera la junta se hubiera enterado de nosotros. Intento despejarme de ese pensamiento, convenciendome de que tal vez estaba siendo algo paranoico.
-¿Y pa...para...para qué necesita a mi asistente?- Le pregunto, titubeando, demasiado nervioso.
-Mejor esperemos a que llegue el señor Álvarez, y así les explico a ambos- Me responde el señor Montes, serio, poniéndome aún más nervioso. Yo asiento, intentando parecer tranquilo, para después, mirar a Andy, quien me observa con ojos llenos de preocupación. Luego de un par de minutos, en los cuales intento relajarme, de pronto la puerta se abre, y al girarme hacia ella, me encuentro con Raúl entrando. Una vez cierra la puerta, echa un vistazo alrededor, mirando la pantalla con la imagen de los socios, mirando la mesa, a Andy, y finalmente a mí, y en sus ojos, podía ver clara sorpresa, como si no se hubiera esperado mi presencia aquí, pero además de eso, veía muchísimos nervios, muchas dudas, y también preocupación. Odiaba verlo de esa manera, no quería que se sintiera así, tenso, preocupado, temeroso de lo que pudiera pasar, pero ahora mismo, no podía hacer nada para calmarlo, por más que quisiera hacerlo.
-Señor Álvarez...adelante, por favor tome asiento- Le dice el señor Montes. Raúl se adentra en la sala, con algo de dudas, para después, tomar asiento justo a mi lado. Yo me tenso rápidamente, queriendo controlar las reacciones de mi cuerpo al tenerlo tan cerca frente a toda la junta directiva. Una vez sentado, el señor Montes vuelve a hablar.
-Bien, pues para empezar, me presento, soy el señor Montes Velazquez, uno de los principales socios de la empresa, así como el director ejecutivo de la sede de Madrid- Comienza a decir- Es un placer conocerle- Agrega.
-Un...un gusto, señor- Responde Raúl, nervioso.
-Las demás personas aquí en la llamada, son también socios mayoritarios, y todos formamos parte de la junta directiva- Explica Montes- Pero ahora mismo no hay mucho tiempo para presentaciones, hay muchas cosas que hablar- Agrega, y es entonces cuando veo de reojo a Raúl tensarse un poco más.
-Vale....- Responde.
-Quiero agradecerle su presencia señor Álvarez, aunque imagino que no sabe exactamente por qué lo hemos citado aquí...¿Correcto?- Le pregunta.
-No...no...no lo sé...solo me han avisado de...de que me necesitaban en una reunión...- Responde Raúl. Mi preocupación por él aumenta de forma considerable al escucharlo hablar, porque lo notaba muy nervioso, y quería alejar esos nervios, no quería que se encontrara tenso, con miedo en cierta manera, y estaba seguro de que su razón de estar tan inquieto, era que seguramente se estaba imaginando que estábamos aquí porque habíamos sido pillados, algo que la verdad también estaba pasando por mi mente, sin embargo, decido descartar esa idea, queriendo tranquilizarme y de alguna manera, tranquilizarlo a él. Queriendo hacerlo sentir bien, con la seguridad de que me tenía aquí con él, miro hacia la pantalla frente a nosotros, en donde veo perfectamente el ángulo de la cámara enfocándonos a Andy, Raúl y a mí, y notando que lo único visible era de nuestro torso hacia arriba, decido acercar mi mano de forma discreta a la pierna de Raúl, sabiendo que los socios no podían verme de ninguna manera, y así, con mi mano en su pierna, aprieto ligeramente, queriendo tranquilizarlo, queriendo hacerle saber que se encontraba bien, que estaba con él a su lado sin importar lo que fuera a pasar con nosotros en este momento. Una vez toco su pierna, siento cómo Raúl se tensa al instante debido a que seguramente no se lo esperaba, y después de un par de segundos, siento su cuerpo relajarse, para después, bajar su mano discretamente a su regazo, entrelazandola con la mía, lo cual envía una corriente eléctrica por todo mi cuerpo, así como mucha calidez a mi corazón.
-Bien...pues les explico- Comienza a decir el señor Montes- Como todos ustedes saben, debido a que estuvieron presentes en ese momento, el señor Reborn ha sido el protagonista de una bochornosa confrontación física, aquí mismo en las oficinas- Agrega, de forma seria- Y la persona a la cual ha golpeado, el señor Sergio Sierra, ha decidido interponer una denuncia en su contra- Agrega, y justo en ese momento, el agarre de Raúl en mi mano se hace más fuerte- Dicha denuncia ha sido notificada aquí mismo en las oficinas, debido a que es donde usted, señor Reborn, trabaja- Continúa explicando, aún demasiado serio- El equipo legal ha sido el encargado de recibir la notificación, y una vez se enteraron de ella, comenzaron a idear opciones para desechar esa denuncia- Agrega. Yo asiento, mirando fijamente la imagen del señor Montes- Estoy seguro que no necesito explicarle a ninguno de vosotros las terribles consecuencias que una denuncia ocasionaría ahora mismo, no solo al señor Reborn, sino a toda la empresa- Dice, algo alterado, y yo asiento, al igual que Andy y Raúl- No podemos permitirnos un escándalo legal ahora mismo, y tampoco podemos permitirnos que nuestro director ejecutivo se ausente aún más tiempo debido a sus responsabilidades en el tribunal, porque ya sabemos cómo funcionan estos temas, y su puesto y tiempo se verán afectados, indudablemente- Explica. Yo asiento, pensando en la posibilidad de no volver a trabajar hasta dentro de más tiempo, mientras acaricio suavemente la mano de Raúl- Así que, el equipo legal de la empresa ha decidido optar por llegar a un acuerdo con el señor Sierra, pero estamos seguros de que él no querrá cooperar tan fácilmente...y es por eso que necesitamos de usted, señor Álvarez- Agrega el señor Montes. Raúl se sorprende visiblemente, frunciendo el ceño extrañado, al igual que yo.
-Vale...- Responde Raúl con duda.
-Tengo entendido que la razón de que usted, señor Reborn, haya golpeado al señor Sierra, ha sido una falta de respeto hacia su asistente...¿Me equivoco?- Pregunta. Yo me tenso demasiado al escucharle, sin embargo, intento parecer apacible.
-Correcto- Respondo, de manera firme, sintiendo las suaves caricias de Raúl en mi mano, tranquilizandome- Sierra hizo un comentario totalmente inapropiado y desubicado al señor Álvarez, y efectivamente, en ese momento fue cuando...cuando le golpee- Agrego, sintiéndome de pronto furioso al recordar sus palabras- No permito que le falten al respeto a ninguno de mis empleados, y no me estoy justificando, pero las palabras empleadas por el señor Sierra fueron completamente fuera de lugar, grotescas, y es algo que no se permite dentro de esta empresa, usted lo sabe bien- Termino por decir, con decisión, queriendo hacer ver que la forma en que había golpeado a Sierra, lo hubiera hecho de cualquier manera si esas palabras hubieran sido dirigidas a cualquier otro empleado, algo que evidentemente era mentira, pues aunque sí que lo despediría por comentarios discriminatorios, no se iría con una golpiza de mi parte, pues esa rabia y furia que me hicieron partirle la cara, habían sido a causa de que justamente esos comentarios habían sido a Raúl, a quien tanto amaba, y a quien no iba a permitir que le faltaran al respeto de ninguna manera.
-Entiendo...- Responde el señor Montes- Y estoy al tanto de las palabras que el señor Sierra ha empleado, usted me contó de toda la situación...- Agrega, mirando a Andy, quien asiente- Y aunque estoy de acuerdo con usted en que aquí ese tipo de comentarios no tienen cabida, su forma de comportarse no fue la mejor- Agrega. Yo asiento, fingiendo que me encontraba de acuerdo con él- De cualquier manera, me disculpo por lo que ha escuchado de Sierra, señor Álvarez, y efectivamente, ese tipo de comentarios y actitudes no se toleran en esta empresa, es por eso que Sierra fue despedido de inmediato después de eso- Comienza a decir, mientras veo de reojo cómo Raúl asiente- Sin embargo, el tema de la agresión física de su parte, señor Reborn, lo ha metido en problemas a usted, y a la empresa también, y es por eso que está usted aquí, señor Álvarez, porque como les he mencionado antes, queremos llegar a un acuerdo con el señor Sierra, y como sabemos que no será fácil que retire su denuncia así como así, queremos interponer en nombre del señor Álvarez una denuncia por discriminación laboral- Termina por explicar. Yo frunzo el ceño, algo confundido, mientras veo de reojo cómo Andy se incorpora rápidamente.
-Pero un...un momento...Álvarez no tiene nada que ver con esto, no le veo el sentido a involucrarlo en toda esta situación- Comento, pues bajo ningún concepto quería que Raúl estuviera inmiscuido en un asunto que era completamente mi culpa. El señor Montes asiente.
-Lo entiendo, y no lo vamos a involucrar, no como tal, la razón de esta denuncia por discriminación es presionar al señor Sierra para que retire su denuncia en contra de usted, nada más- Me explica, y es entonces cuando Andy habla.
-Pero ¿Qué pasa si se niega? Álvarez va a quedar dentro de un lio legal en el cual no tiene nada que ver- Comenta Andy, expresando justamente lo que me encontraba pensando, y sabía que al igual que yo, él estaba protegiendo a Raúl, queriendo dejarlo fuera de todo esto, pues no tenía por qué estar dentro de un asunto que él ni había ocasionado y del cual ni había sido participe.
-No se preocupe por eso, nuestro departamento legal sabe perfectamente cómo llevar a cabo esta situación, saben cómo negociar, y estamos seguros de que el señor Sierra va a querer retirar su denuncia, antes que verse inmiscuido en un tema tan delicado como lo es la discriminación laboral, algo que puede durar años, y que si no resulta a su favor, podría dejarle sin empleo en cualquier lugar- Explica Montes. Yo niego con la cabeza, totalmente en desacuerdo, mientras veo de reojo a Raúl simplemente mirándonos a todos, escuchando con atención.
-No podemos estar seguros de que acepte, y no le veo el sentido a arriesgarse a involucrar a Álvarez en un lío legal que como bien ha dicho usted, puede durar años- Le explico, pues no me parecía nada buena idea, no me pensaba arriesgar, no iba a dejar que utilizaran a Raúl simplemente por salvarme a mí el culo, y de paso salvarselo ellos, pues más que preocuparse por mí, ellos estaban preocupados por la imagen de la empresa.
-Es eso, o dejar que la denuncia en su contra continúe, y debo decirle que una denuncia por agresión física en el lugar de trabajo es bastante grave señor Reborn, sobre todo considerando el puesto que usted tiene...no debería de tomarse esto a la ligera- Me explica Montes.
-No pasa nada...que continúe esa denuncia en mi contra, está bien, no me...- Comienzo a decir, sin embargo, Raúl me interrumpe.
-No...está bien...- Comienza a decir- Interponga la denuncia de discriminación en mi nombre- Agrega. Yo me giro rápidamente a él, sorprendido, confundido por su forma de aceptar.
-Álvarez...creo que no estás entendiendo lo que esto implica...- Comienzo a decir, queriendo hacerle cambiar de opinión, pero él me interrumpe de nuevo.
-Lo entiendo, soy consciente de lo que implica- Me responde, mirándome fijamente. Yo lo observo, sintiéndome preocupado, queriendo decirle de forma clara que no quería que se involucrara en algo como esto, porque no tenía por qué hacerlo, sin embargo, no podía hablarle como me gustaría frente a la junta, pues sería demasiado obvio decirle que quería mantenerlo alejado de todo este asunto porque me preocupaba por él, y porque su bienestar era lo más importante para mí, algo que a oídos de cualquiera, sería raro de decir a un asistente.
-Vale...¿Por qué no...por qué no lo meditas un poco? Podemos darte tiempo a que lo pienses y...- Comienzo a decir, pero una vez más, no me deja terminar.
-Dudo que haya mucho tiempo para poner el plan que tiene el equipo legal en marcha ¿O me equivoco?- Pregunta Raúl al señor Montes, quien asiente.
-Efectivamente, si queremos hacer esto, tenemos que hacerlo ya, porque preparar esa denuncia en nombre de Álvarez lleva tiempo, y queremos interponerla antes de que lo citen a usted a los tribunales señor Reborn- Explica- Así que tenemos que decidir ya- Agrega. Yo niego con la cabeza, apretando mi agarre en la mano de Raúl como una forma de pedirle, de suplicarle que no aceptara, y al mirarlo a los ojos, lo veo decidido.
-Entonces que preparen la denuncia cuanto antes- Dice Raúl. Una vez más, yo niego con la cabeza.
-Raúl...¿Estás...estás seguro?- Le pregunta esta vez Andy- Meterte en un asunto legal de esta índole no es cualquier cosa...puede que Sierra no acepte el trato y entonces tendrás que continuar con una denuncia que se va a extender por años seguramente...piénsalo bien- Le dice Andy. Yo me giro a verlo, agradeciéndole con la mirada su intento de convencer a Raúl de no aceptar lo que la junta le estaba pidiendo.
-No hay mucho que pensar...y no hay por qué contemplar esa alternativa...esperemos que Sierra acepte el trato, que retire su denuncia en contra del señor Reborn, y todo se soluciona de forma pasiva y sin mayor problema- Comenta Raúl. Yo me le quedo mirando, sintiéndome triste de no poder hacer nada para convencerlo, pues sabía que estaba aceptando esto por mí, sabía que estaba preocupado por esa denuncia en mi contra y que quería ayudarme de alguna manera.
-Vale, perfecto- Responde el señor Montes- Eso es precisamente lo que esperamos señor Álvarez, y con el equipo legal que tenemos, les aseguro que así será...- Agrega. Yo me le quedo mirando, odiandolo por involucrar a Raúl en todo esto- Vamos a comenzar con la denuncia, y pronto nos pondremos en contacto con el señor Álvarez para un par de firmas y otros temas- Agrega- Ahora, si no hay nada más que quieran agregar, damos por concluida la reunión ¿Les parece bien?- Nos pregunta. Yo me giro a ver a Raúl, quien asiente, para después, mirarme a mí, apretando su agarre en mi mano, y sabiendo que no había más que hacer para mantenerlo alejado de esto, asiento, al igual que Andy- Vale perfecto, muchas gracias a los tres por asistir, estaremos en contacto- Agrega el señor Montes.
-Gracias señor, cualquier cosa, estamos a sus órdenes- Le responde Andy, quien se pone de pie, para después, terminar la videollamada.
Una vez sin la presencia de los socios de la junta, me giro hacia Raúl.
-Raúl...¿Qué acabas de hacer?- Le pregunto con preocupación, tomando su mano con más fuerza- ¿Por qué has aceptado?- Agrego. Él sube su mirada a mí, una más relajada que antes ahora que ya no nos encontrabamos en videollamada con la junta directiva.
-¿Cómo que por qué? Si esto es para lograr que Sergio retire su denuncia en contra tuya ¿Por qué me iba a negar?- Me pregunta. Yo niego con la cabeza, moviéndome en la silla y situandome frente a frente con él, aún tomando su mano, mientras veo de reojo a Andy mirándonos desde el frente de la sala.
-Porque las cosas pueden que no salgan como la junta se piensa, nadie nos asegura que Sergio retire esa denuncia, y en caso de que no lo haga, te vas a ver involucrado en un pleito legal en el cual no tendrías que estar involucrado- Le explico, con su mirada fija en mí- No quiero exponerte de esta manera, no quiero que estés en todo este asunto en el cual no tienes nada que ver...- Agrego, con voz baja, llena de súplica. Él niega con la cabeza.
-No pasa nada...no me importa estar involucrado- Me responde, acariciando mi mano- Y de cualquier forma, has escuchado al señor Montes, el equipo legal sabe cómo hacer las cosas- Agrega, yo niego con la cabeza, mientras veo a Andy acercarse un poco a nosotros.
-El equipo legal no tiene ni puta idea- Responde Andy- Sergio puede fácilmente decir que no, aunque a Montes le gusta fingir que no hay riesgos en lo que van a hacer- Termina por decir, y yo asiento, mirando a Raúl.
-Bueno, de cualquier manera, puede que Sergio acepte...si hay una posibilidad de que retire esa denuncia en tu contra, hay que tomarla- Me dice Raúl. Yo me le quedo mirando, con cariño, enternecido por su forma de querer ayudarme.
-Raúl...sé que haces esto por mí, pero no es necesario, ya habrá otra manera de lidiar con ese asunto, pero no quiero que hagas esto...no te quiero exponer frente a la junta, frente a los tribunales, frente al imbécil de Sergio...no tienes por qué hacerlo...- Le explico, en voz baja, acariciando su mano. Él asiente, mirándome fijamente.
-Sí tengo que hacerlo...se trata de ti...no quiero que Sergio te meta en problemas, no sabemos qué pueda pasar si esa denuncia procede en tribunales...no quiero que te pase nada...- Me responde. Yo le sonrío.
-Yo voy a estar bien cariño...no te preocupes por mí...- Comienzo a decir- Por favor mantente alejado de todo esto...no me gusta verte involucrado en algo que es totalmente mi culpa, por mis impulsos y malas decisiones, y aunque no me arrepiento de lo que hice, no pienso dejar que te pongas en medio de todo este lío...- Agrego, mirándolo fijamente. Él asiente.
-Vale...vamos a suponer que esto es al revés- Comienza a decir, mirándome fijamente- Vamos a suponer que yo estoy en problemas, y que la única solución para salir de ellos, es que tú te involucres y me ayudes...- Agrega, levantando ambas cejas- ¿Lo harías? ¿Me ayudarías? A pesar de saber que hacerlo signifique tal vez meterte tú en problemas...- Me pregunta- Dime sinceramente si te alejarías cuando estás viendo que tú eres mi solución...¿Me ayudarías?- Me pregunta. Yo le sonrío sin poder evitarlo.
-Sí, sin dudarlo- Le respondo de forma sincera, recibiendo de Raúl una sonrisa llena de satisfacción.
-Por supuesto que lo harías...y eso estoy haciendo yo ahora mismo...- Me responde en voz baja- Si tengo aunque sea una mínima posibilidad de sacarte de esto, lo voy a hacer...sin importar lo mucho que me involucre o lo que venga después...- Termina por decir. Yo me le quedo mirando, sintiendo en mi corazón sus palabras, pues tenía razón, en caso de ser al revés, yo no dudaría ni un segundo en ayudarle, sin importar la de veces que me dijera que me mantuviera alejado. Dejo salir un pesado suspiro, para después, sonreír, dándome cuenta de que no iba a hacerle cambiar de opinión, no podía. Subo mi mirada a Andy, quien simplemente nos observa de pie con los brazos cruzados, y una vez mi mirada se encuentra con la suya, me sonríe, divertido, encogiendose de hombros.
-Creo que no vas a convencerlo...- Me dice Andy, divertido. Yo me rio un poco, negando con la cabeza.
-No, creo que no- Respondo, mirando ahora a Raúl, sintiendo de todo, pero sobre todo, sintiendo muchísimo amor y agradecimiento hacia él- Gracias cariño...- Le digo, mirándolo a los ojos, para después, dejar un beso en el dorso de su mano. Raúl me sonríe sin más, volviéndome loco, acelerando mi pulso, y es entonces cuando escucho a Andy hablar.
-Podéis besaros si queréis, yo me giro- Dice, girandose hacia la pared. Tanto Raúl como yo reímos, para después, ponernos de pie.
-A ver...¿Ahora qué sigue?- Le pregunto a Andy, con Raúl a mi lado tomandolo de la mano- ¿Tenemos que simplemente esperar a que la junta se comunique con Raúl?- Agrego, y él asiente.
-Sí, es lo que ha dicho Montes- Me responde- Hasta entonces, no digas nada de lo que se ha hablado aquí Raúl, a nadie- Le dice. Raúl asiente.
-No, por supuesto que no- Le responde.
-Vale, bien- Dice Andy, para después, encaminarse a la puerta- Pues yo me retiro, que tengo mucho trabajo...- Agrega, mirándonos- Nos vemos luego, cualquier cosa que me diga la junta, ya os avisaré ¿Vale?- Nos pregunta. Raúl y yo asentimos.
-Vale, gracias Andy- Le respondo.
-Venga, cuídate Reborn, y cualquier cosa que necesites Raúl, ya sabes...- Nos dice.
-Gracias Andy- Le dice Raúl.
-Pues venga, me voy- Dice Andy, y antes de abrir la puerta, yo suelto la mano de Raúl, pues podía haber ojos curiosos detrás- Os dejo aquí, solos, en esta sala privada y bajo seguro...- Agrega, en voz más baja, abriendo la puerta y saliendo por la misma- Y a oscuras...qué casualidad- Agrega, apagando la luz, dejándonos a oscuras, para después, cerrar la puerta. Yo me rio a carcajadas, al igual que Raúl, sin ver absolutamente nada.
-Que gilipollas que es...madre mía- Comento, acercándome a ciegas al interruptor de luz, y una vez lo encuentro, enciendo la luz, para después, asegurarme de que tal y como había dicho Andy, había puesto el seguro a la puerta, algo que efectivamente, así era. Una vez compruebo la puerta, regreso con Raúl, acercándome a él, posando mis manos en su cintura, recibiendo de él una sonrisa.
-Siento mucho que te hayan involucrado en esto...- Le comento, y él niega con la cabeza.
-No pasa nada...- Me responde, posando sus manos en mi pecho- Esperemos todo se solucione de la mejor manera...- Agrega, y yo asiento.
-Esperemos que sí- Comento, y mientras lo observo, recuerdo que no lo había podido saludar como se debía al entrar a la sala, pues estabamos frente a toda la junta directiva, por lo que me acerco a sus labios, dejando un tierno beso en ellos, recibiendo de sus labios ese dulce natural que tanto me encantaba y me volvía loco al instante. Una vez me separo de él, hablo de nuevo- Te he visto preocupado antes...al entrar a la sala- Le comento, y él asiente.
-Lo estaba...estaba muy nervioso...- Responde- Me ha llegado un aviso de que la junta directiva me estaba necesitando en la sala de reuniones del piso nueve...así de pronto...imagínate, evidentemente me he imaginado lo peor...me puse a pensar que de alguna manera estaba en problemas, pensando en que nos habían pillado a ti y a mí...porque a ver...que la junta directiva me cite a mí es algo raro ¿Sabes? Tenía que ser algo grave para que me estuvieran llamando- Comienza a explicar, y yo asiento- Y al momento de entrar aquí, y verte ahí sentado...sentí un miedo que flipas...creí que...no sé, que iban a hablar de que ya sabían de nosotros o algo...y recuerdo lo que me dijiste hace días, que la junta te había dado un ultimatum de no volver a romper otra norma...me asusté mucho...estaba seguro de que te iban a despedir o algo...- Agrega, mirándome con preocupación. Yo le sonrío con ternura, negando con la cabeza.
-Pues no ha sido el caso...así que tranquilo...- Le comento, pues lo podía notar aún nervioso- Aunque no te voy a negar que también pasó por mi cabeza esa posibilidad...y cuando me dijeron que te habían llamado para estar en la reunión, pues también pensé lo peor...-Agrego, recibiendo de él una sonrisa tierna- Afortunadamente no ha pasado...lo único es que estamos paranoicos...- Termino por decir, provocando en Raúl una risa.
-Correcto...será eso- Me comenta- Oye y...¿Por qué no me avisaste que estarías aquí? No me dijiste que te habían llamado a la oficina- Agrega.
-Ya...lo que pasa es que no te quería preocupar...- Le respondo, pues al momento de haber sido citado por Andy a la oficina, había pensado en decirle a Raúl, sin embargo, sabía que eso lo iba a poner nervioso. Él asiente sin más.
-Vale...entiendo- Me responde.
-En fin...ya veremos cómo se soluciona todo esto- Le digo, dejando en su frente un beso- Ahora cuéntame...¿Cómo ha ido tu mañana?- Le pregunto, acercándome a la mesa y recargandome en ella, con Raúl frente a mí.
-Pues muy bien...he amanecido demasiado feliz...y no he podido dejar de sonreír como gilipollas todo el día- Me responde. Yo me rio, asintiendo, pues así me había sentido yo durante la mañana de hoy, sonriendo como imbécil al recordar la noche tan maravillosa que habíamos tenido.
-Así me encuentro yo...- Le respondo, acariciando suavemente su cintura, mientras él posa sus manos en mis hombros- Y por cierto...cómo...bueno, cómo has amanecido de...- Comienzo a preguntar, sin saber realmente cómo formular la pregunta- A ver...básicamente ¿Cómo has amanecido del culo?- Le pregunto de forma directa, provocando en Raúl una carcajada, mientras yo lo acompaño, resonando así nuestras risas por toda la sala, y una vez paramos de reír, hablo- Lo que pasa es que...a ver, la primera vez que estuvimos juntos, pues...ya sabes que no tuvimos la oportunidad de hablar de nada de lo que pasó...y esta vez...pues quiero saber si te encuentras bien...- Termino por decir, sintiéndome con esa inquietud de saber si lo había lastimado de alguna manera, o si por el simple hecho de haber realizado el acto de ayer, se encontraba con algo de incomodidad, ya que la manera en que lo hicimos sin poder parar por bastante tiempo, podía ser algo complicado a nivel físico para él.
Raúl me sonríe de forma tierna, negando con la cabeza
-Estoy perfectamente, no te preocupes...- Me responde, mirándome a los ojos- Lo único que siento es mucha felicidad...pero más allá de eso...bueno, mi culo está bien, gracias por preguntar- Me responde, haciéndome reir a carcajadas de nuevo, unas que él acompaña, y que me parecían el sonido más bonito que había, su risa. Una vez paramos de reír, hablo.
-Vale bien...me quedo más tranquilo...- Le respondo, recibiendo de él una sonrisa- Oye y ¿Esta noche nos veremos? Podemos ir a cenar de nuevo...o simplemente estarnos en tu casa, o en la mía- Le comento, y él asiente.
-Vale, sí, lo que tú quieras- Me responde, sonriendo.
-Vale, ya pensaré qué hacer, y te aviso más tarde- Le respondo- Por ahora me tengo que ir, que además tú estás en horas de trabajo y estoy aquí distrayendote- Agrego, y él niega con la cabeza.
-No pasa nada, no tengo tanto trabajo ahora mismo- Me comenta- Además, mi jefe no está...no ha venido en toda la semana, es un sinvergüenza- Agrega, haciendome reír a carcajadas de nuevo.
-Joder, que jefe de mierda- Le comento, provocando en él risas, unas que deleitan mi oído.
-Así es...- Me comenta, sonriente, mientras sube sus manos por mi pecho, acariciandome de forma suave, para después, tomar mi corbata- Eso sí...está buenísimo- Agrega, haciéndome reír de nuevo.
-¿Ah sí?- Le pregunto- Me voy a poner celoso...- Agrego. Él se ríe, mirándome, para después, tirar de mi corbata y acercarme a él, besandome de forma dulce, dejándome llevar por él, por su ternura, por sus labios a los cuales era adicto, hasta que luego de unos segundos, el beso se vuelve profundo, con nuestras lenguas jugando entre sí, mientras mis manos se encargan de acariciar su cintura, y las de Raúl, de acariciar mi pecho, lo cual estaba enviando señales por todo mi cuerpo, encendiendome rápidamente. Nuestro beso se vuelve apasionado, urgente, mientras pego el cuerpo de Raúl a mí, provocandome calor, hasta que luego de unos segundos más, Raúl se separa, jadeando, al igual que yo. Nos quedamos mirándonos, recuperando la respiración que nuestro beso se había llevado, y al bajar mi mirada de él, noto en su corbata el sujeta corbatas que ya había visto en él esta mañana, haciéndome sonreír. Subo mi mano hasta el pequeño objeto, tocandolo un poco, recordando lo que significaba, pensando en que me encantaba el hecho de que se paseara por la oficina con algo en su vestimenta que daba una señal de lo que él y yo éramos. Me acerco de nuevo a sus labios, dejando un beso suave en ellos, aunque no por eso menos pasional, y luego de unos segundos, me aparto- Me tengo que ir...que si no, soy capaz de hacer caso a lo que Andy ha sugerido antes- Le comento. Raúl ríe, asintiendo.
-Vale...sí, mejor- Me dice.
-Más tarde te llamo y te aviso dónde quedamos ¿Vale?- Le comento.
-Sí, bien- Me dice, alejándose de mí- Salgo yo primero...que tampoco tiene nada de malo salir juntos pero...me pongo menos nervioso- Me comenta. Yo me rio un poco, asintiendo.
-Vale sin problema, espero un momento y después salgo yo- Le digo.
-Bien, te veo más tarde- Dice, acercándose a mí y dejando un fugaz beso en mis labios, uno que me iba a dejar deseando más durante todo el día- Hasta luego señor Reborn- Agrega, sonriéndome de forma coqueta, para después, dirigirse a la salida y salir por la puerta. Yo me le quedo mirando, sonriendo sin poder evitarlo, y una vez desaparece de mi vista, me quedo mirando la puerta, aún con esa sonrisa de gilipollas en mi rostro, una sonrisa de amor, y también de diversión ante su forma de llamarme, la cual me encantaba, y siendo sincero, me encendía bastante, provocando que mi imaginación se vaya lejos, creando imágenes en mi mente poco inocentes, donde lo veía a él, llamándome de esa manera, aunque no en la sala de reuniones, sino en mi propia oficina y no en una situación que se podía considerar como laboral.
Encendido por mis propios pensamientos, decido despejarme un poco, intentando pensar en otra cosa, y después de un par de minutos, salgo por la puerta.

¿Solo mi jefe?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora