¿Solo mi jefe?

Capítulo 82

Ahora ya con nuestra cena en la mesa, Raúl y yo seguimos charlando, disfrutando de nuestras últimas horas aquí, hablando de todo, mientras la ciudad nos observa a nuestros pies.
Todas nuestras cenas eran especiales, ya sea que fueran en un restaurante, en su casa, en la mía, donde fuera, pero todas eran igual de amenas, igual de divertidas, riendo, hablando de cosas sin importancia o de cosas personales de cada quien, sin embargo, esta en concreto, la sentía diferente, porque estábamos lejos de casa, solo él y yo, en una ciudad que nos permitía mostrar todo eso que no podíamos mostrar día a día en la oficina, además de que siendo nuestro primer viaje juntos como pareja, evidentemente se sentía muy especial, a pesar de que fuera de negocios, porque aunque de cara a los demás, él viniera conmigo como mi asistente, Raúl y yo sabíamos que él era mucho más que eso.
-Mentira, no creo, hubiera sido diferente- Me dice Raúl, para después, comer un poco de su plato.
-Que sí, ya te lo digo yo- Le respondo, riendo un poco- Me hubieras gustado, estoy seguro- Agrego.
Nos encontrabamos ahora mismo hablando de que, de habernos conocido siendo más jóvenes, mientras yo iba en la universidad, seguramente a mí él me hubiera gustado, aunque Raúl pensaba lo contrario.
-No creo, porque es diferente, es decir, creo que la razón de estar juntos ahora, es por lo que ambos hemos vivido ¿Sabes? Si nos hubiéramos conocido en ese entonces...a ver, tú tenías tus gustos, hubieras seguido con tu novia o algo así, y yo pues...yo aún no aceptaba lo que era, no sé, hubiera sido diferente- Me comenta, y una vez más, yo niego con la cabeza.
-Yo creo que hubiera sido igual, es decir, siento que da igual cómo nos hubiéramos conocido, el resultado hubiera sido el mismo...tú me hubieras encantado...me hubieras enamorado sin quererlo, y yo...bueno, no sé si yo te hubiera gustado pero...- Continúo diciendo, pero él me interrumpe.
-Me hubieras gustado, créeme- Me dice, haciéndome reír un poco- No sé si me hubiera atrevido a hablarte...porque en ese tiempo yo aún no me aceptaba pero...me hubieras gustado- Me dice. Yo le sonrío.
-Pues no lo sé...pero hubiera estado bien conocernos antes...es decir...todo pasa en el momento en que debe de pasar y tal pero...imagínate habernos conocido hace diez años...siendo mucho más jóvenes y tal...- Le digo, y él se ríe.
-No bueno, imagínate, si ahora somos gilipollas, follando en tu oficina en plena jornada laboral...de habernos conocido en ese momento, nos hubieran pillado cada dos por tres...- Me responde, haciéndome reir a carcajadas, pues tenía razón, porque si a esta edad, siendo más maduros, hacíamos estupideces, siendo mucho más jóvenes hubiera sido aún peor.
-Ya...cierto- Le digo, entre risas, bebiendo un poco de mi vino.
-Bueno y...hablando de eso- Comienza a decir- O sea no de lo de follar...de lo de habernos conocido hace diez años...- Aclara, haciéndome reír de nuevo- ¿Qué tan diferente hubiera sido para ti? Me refiero, no sé...suponiendo que nos hubiéramos conocido cuando teníamos veinte...y que tú....bueno tú siendo heterosexual, a esa edad, te hubieras dado cuenta de que te gusta un tío...¿Hubiera sido muy...chocante?- Me pregunta. Yo pienso por un momento.
-Pues...no lo sé- Comienzo a decir- Seguramente sí...siendo mucho menos maduro que ahora, sentirme atraído por un tío, probablemente teniendo novia o algo así...pues sí, me hubiera confundido bastante...si ya a esta edad me hizo hacer y decir gilipolleces cuando supe que me sentía atraído por ti, imagínate entonces- Le respondo. Él asiente, lentamente.
-Oye y...¿Cómo fue para ti todo eso?- Me pregunta, curioso- Me refiero a cuando supiste que yo te gustaba...sé que hemos hablado de eso pero...no muy a detalle- Agrega.
-Pues...si te soy sincero, fue una puta pesadilla- Le respondo, haciéndolo reír un poco- Me tenías muy perdido...me tenías mirandote todo el tiempo, sintiendo mi corazón acelerado cuando te veía, nervioso, queriendo acercarme a ti, y claro, todos esos sentimientos y sensaciones, yo los conocía de cuando me sentía atraído por chicas...pero contigo eran...multiplicados por mil, era demasiado intenso, casi abrumador- Comienzo a explicar, con la hermosa mirada de Raúl fija en mí- Era todo muy confuso...como te dije en su momento, y no supe manejarlo, porque que después de treinta años de vida, llegara una persona a cambiar todo lo que yo era, todo lo que me gustaba, fue bastante difícil...tú me conoces...sabes que me gusta tener el control de las cosas, me gusta saber qué es lo que tengo enfrente, me gusta poder manejarlo y solucionarlo, pero contigo...perdí ese control, no tenía el control sobre mis acciones, mis pensamientos...estaba absolutamente perdido, como nunca lo había estado...y pues eso, no supe manejarlo, no pude entenderlo a tiempo, y luego pasó lo de ese trato...y bueno, al momento de besarte en mi oficina...ya fue una absoluta locura...lo perdí todo, todo el raciocinio y la cordura se me fueron a la mierda en ese momento...no tienes idea de lo que sentí cuando te besé por primera vez...- Continúo explicando, recordando ese momento tan mágico y especial en mi oficina- Me estremecí entero...el corazón se me quería salir del pecho...me tembló absolutamente todo...cada parte de mi cuerpo...si de solo recordarlo me emociono de nuevo...fue el beso más perfecto que he tenido nunca...nunca había besado con tantas ganas a alguien, con tanto deseo...te juro que pensé en mandar todo a la mierda y follar contigo en ese momento...y me encantó...me volvió loco la manera en que ese beso me hizo sentir...y solo me hizo reafirmar que quería pasar esa noche contigo, porque mientras te besaba, imaginaba todo lo demás que podíamos hacer, me imaginé besando cada parte de ti...te imaginé debajo de mí...haciéndote mío...y lo siento, sé que era totalmente inapropiado, pero no pude evitarlo, y al momento en que aceptaste mi trato...me sentí demasiado feliz, y solo podía pensar en lo mucho que iba a disfrutar besarte de nuevo, y hacer mucho más que eso...y así fue...lo disfruté como nunca...esa noche fue perfecta, te lo digo de verdad...disfruté cada segundo- Agrego, mirando en sus ojos afecto, mirando ese recuerdo en ellos, porque sabía que él también lo estaba rememorando- Y bueno, a la mañana siguiente, vino el arrepentimiento...pero no de estar contigo, nunca me sentí arrepentido de eso, sino...más bien me sentí mal por haber faltado a mis reglas...por no haber podido controlarme...y ese día, al verte en la oficina de nuevo, mi cuerpo se encendió entero...y solo podía recordar todo lo que te había hecho...lo que te bese...lo mucho que te acaricié...tú forma de moverte, de gemir mi nombre...y en lugar de hablar contigo y decirte cómo me sentía...quise negarlo, quise olvidarlo...volviendo a lo que éramos, solo jefe y asistente- Continúo diciendo, bebiendo un poco de mi vino, mirando en Raúl una sonrisa llena de nostalgia- En fin, sabes lo que pasó después...el gilipollas en el que me convertí...lo que te lastimé, algo que a día de hoy sigue pesandome...pero afortunadamente supiste perdonar...aunque no me lo merecía...gracias por eso, amor mío- Termino por decir. Raúl me sonríe de una forma que me roba el aliento al instante, acelerando mi corazón, el cual latía solo por él.
-Que bonita suena nuestra historia cuando la cuentas así...- Me responde, haciéndome sonreír- Es decir...sé que hubo mucho dolor de por medio, para ambos...pero internamente, cada quien estaba con sus propias movidas...yo también estaba así, recordando todo el tiempo lo que me hiciste sentir esa noche...queriendo repetirlo, queriendo besarte...estar contigo... pero demasiado confundido y triste por tu forma de ser conmigo...te odiaba y te amaba a partes iguales- Agrega, y yo asiento, sintiendo una pequeña punzada de dolor al recordar todo el daño que le había causado- De igual forma...no me arrepiento de nada...es decir, me encanta nuestra historia tal y como es...aún con todo eso pero...es que me encanta, y me encanta aún más que supimos manejarlo...no a tiempo, nos tardamos bastante porque somos imbéciles pero...supimos manejarlo- Dice, haciéndome reír- Pudimos darnos el tiempo de hablar...de decirnos todo eso que por meses no nos dijimos...realmente ese fue el problema, que nunca hablamos de nada, cuando tú me decías lo que sentías por mí, yo no te creía, y huía, no quería hablar...no quería escuchar nada, lógicamente creí que eran mentiras...ese fue el problema, no haber hablado las cosas, no haber hablado al día siguiente de esa noche que pasamos...pero bueno, mejor tarde que nunca- Termina por decir, sonriéndome. Yo asiento, pensando que tenía razón, a pesar de todos los malos ratos, yo también amaba nuestra historia, amaba lo que fuimos en su momento, lo que intentamos alejarnos del contrario, lo que padecimos, porque nos había llevado hasta aquí, cada mínima cosa, y adoraba eso, adoraba recordar todo con cariño, pensando en que afortunadamente, terminamos juntos, perdonando el daño que nos habíamos hecho, más de mi parte hacia Raúl realmente, pero perdonando.
Queriendo sentirlo aunque fuera un poco, busco su mano, acariciandola suavemente, mientras le sonrío, sintiéndo amor en mi corazón, sonrisa que es correspondida de la misma manera.
Continuamos cenando, aún con nuestra charla de por medio, rodeados de miles de luces de la ciudad, y lo único que podía pensar al estar tan tranquilo, era en que esta sería nuestra última cena romántica en un tiempo, al menos en un sitio público, en un restaurante, y eso me dolía, pero entendía que así debía ser, y eso también era parte de nuestra historia, ser un secreto, tener que ocultarnos, que fingir, tener que limitarnos, aunque yo estaba seguro que en algún momento, íbamos a poder ser libres, no sabía cuando, pero sabía que en algún punto de nuestras vidas, íbamos a poder mostrarnos ante los demás como lo que realmente éramos, sin mentiras ni secretos.