—¡Señor director! ¡Hay que iniciar el protocolo!
—Profesor Kim Taeri, no vamos a comenzar el protocolo antiacoso, con todo el papeleo que eso conlleva, por una estúpida pelea de adolescentes.
—Señor, por favor, presiento que esto no es solo una pelea. El otro día los vi en los vestuarios... No estoy seguro, pero pienso que puede haber algo más... Creo que existe una situación de acoso aquí... Tengo... Tengo buen ojo para esas cosas... —dijo el profesor sustituto, bajando la voz.
—Esta prestigiosa institución no tiene acoso escolar tras sus muros —sentenció el director.
—Pero, señor, insisto en que deberíamos investigarlo...
—No nos conviene un escándalo. El hijo del ministro está involucrado...
—¡Con más motivo! ¿No cree que debería esclarecerse la situación? ¿Qué dirá el ministro si su hijo se ve envuelto en este tipo de circunstancias y no se hace nada? Al menos una pequeña investigación... Aunque sea discreta...
—Está bien, profesor, investíguelo, pero con la mayor discreción. Nada de hacer informes o actas hasta que no tengamos todos los datos. ¿Lo ha entendido?
—¡Sí, señor director!
El profesor Kim Taeri, recién llegado al instituto, parecía tener cierto manejo en el protocolo antiacoso escolar. Separó a los alumnos implicados en la pelea, prohibiéndoles hablar entre ellos, les retuvo el teléfono móvil mientras durasen las entrevistas, y los sometió a careo a todos por separado. También interrogó a varios compañeros y compañeras del aula.
Las versiones de los secuaces de Boseon fueron muy escuetas, no aportaban detalles o fingían no recordar situaciones que el profesor trataba de ponerles de manifiesto. Se centraron en que ellos estaban tranquilamente pasando por ahí y MinSuk empezó la pelea.
Boseon se limitó a tirar de autoridad.
—Profesor, ¿no sabe quién soy yo? ¿Sabe quién es mi padre? Ahora debe estar viniendo para acá y estoy seguro de que no le hará gracia enterarse de esto.
—Sí, hemos llamado a tu padre y al padre de MinSuk, ambos deberían estar viniendo.
Boseon se tensó un poco.
—Entonces, ¿no vas a decirme qué ha pasado en el comedor?
—Yo... Estaba andando por el comedor y MinSuk se puso a arrojarme comida.
—¿Se puso a arrojarte comida de la nada? ¿No le dijisteis algo, o le hicisteis algo?
—No —mintió Boseon.
—¿Y el otro día en los vestuarios? ¿Qué eran esos golpes? ¿Por qué lo estabais rodeando? Dijiste que erais amigos, pero él me confirmó que no era así.
—Así que... él le confirmó eso. Bueno, no somos muy amigos, pero no tiene pruebas de que le hayamos hecho nada, ¿verdad?
El profesor Taeri luchó por mantener neutral la expresión en su rostro.
¿Qué clase de chaval decía algo así? No había dicho "no le hemos hecho nada", había dicho "no tiene pruebas". El profesor sustituto estaba cada vez más convencido de que se estaba viviendo una situación de acoso.
—Sí, profesor, así es —dijo MinSuk, dispuesto a confesarlo todo—. Es cierto que yo le he pegado, pero lo hice para defenderme. Llevo viviendo una situación de acoso escolar desde hace tiempo, pero este año se ha recrudecido bastante.
—¿Sabes que ninguno de tus compañeros ha dicho nada, verdad? Todos los chicos y chicas a los que les hemos preguntado, han dicho que no han visto nada. Por tanto, ¿tienes pruebas de esto?
ESTÁS LEYENDO
Los chicos del boxing [+18]
Romance¡Éste dura una semana!, pensó mientras urdía su plan para torturarlo. Un rico empresario, principal patrocinador del gimnasio donde trabaja, le pide a uno de los campeones coreanos de boxeo internacional, que entrene a su hijo. "¿Entrenarlo? ¡Cómo s...