Capítulo 64.- Confesión (MinSuk, KangDae y profesor Taeri)

405 41 21
                                    

MinSuk miró su teléfono y vio la llamada del profesor Taeri, al que aún no había tenido tiempo de contestar.

Le mandó un mensaje: "Estoy en mi entrenamiento, luego le llamo".

"Estupendo. Espero tu llamada", recibió como respuesta.

No sabía por qué, pero se sentía un poco agobiado por su profesor.

—MinSuk. ¡MinSuk! —dijo Mubang— ¿Estás bien? ¿Qué te preocupa?

—Nada yo... —dijo MinSuk, pero Jiang y Doyun se acercaron a él.

—¿Qué te pasa, pequeñín? ¿Te ha hecho algo ese cabestro de KangDae? —preguntó Jiang.

—No... No es eso, hyung. Es... Tengo una duda... ¿Cómo le puedes decir que 'no' a alguien que es muy bueno y amable, pero un poco pesado, sin lastimar sus sentimientos?

—Dile que no y ya... Si se lastiman sus sentimientos, eso es cosa suya —dijo Jiang, acostumbrado a hacer lo que hacía siempre.

—¿De quién se trata? —preguntó Doyun.

—Es... Es mi profesor de historia. Se porta muy bien conmigo, y lo aprecio mucho. De hecho, me gusta hablar con él. Y me ayudó mucho con mi situación. Es sólo que... A veces siento que es un poco intenso y querría decirle que me deje un poco de espacio... Pero sin lastimar sus sentimientos.

—¿El profesor de historia? ¿Ese con el que has quedado varias veces la última semana? ¿No se pensará que te gusta o algo, no? —preguntó el pelirrojo.

—Nos llevamos bien, pero él me ve solo como un alumno. Es... Es imposible que piense lo contrario...

MinSuk dijo la frase afirmando, pero su tono final sonó como una pregunta.

—¿Cuál es la situación exacta? —preguntó Doyun.

—Hace unos días, cuando quedamos porque insistía en invitarme a comer, me regaló una sudadera... Le dije que no hacía falta, pero insistió y me dijo que como me gusta ir al gimnasio, me vendría bien. El último día que nos reunimos, que me invitó a tomar café porque, supuestamente, quería discutir conmigo algunas ideas de métodos de estudio, me regaló unas zapatillas de deporte.

Todos se quedaron en silencio, mirándolo.

—Le dije que no podía aceptar algo así, que era demasiado, pero me dijo que si me gustaba el deporte, les daría buen uso, e insistió en que las aceptara... Estoy muy agradecido pero... No sé... Hay algo que me hace sentir un poco incómodo...

—Este niño es tonto —dijo Jiang, poniendo los ojos en blanco.

—Jiang... —le reprendió suavemente Doyun.

—¡Te quiere follar! —dijo el pelirrojo, sin hacer caso.

—Jiang, no seas mal hablado —dijo Doyun.

—¡Es que se lo quiere follar! —le respondió Jiang, justificando sus palabras.

—Jiang, déjame a mí. MinSuk, ven. ¿Has pensado que igual él ha podido malinterpretar algunas señales y tomarlas como una aceptación de sus proposiciones?

—Yo... Yo creo que no, sunbae.

—¿Le has aclarado que tienes novio y que estás en una relación? —preguntó Doyun.

—Este... No expresamente... —contestó MinSuk.

—¡Pues ahí lo tienes! ¡Díselo de una vez, idiota! —interrumpió Jiang— Si es que no quieres nada con él, claro está...

—¡No! Yo sólo... Él es mi profesor. Lo aprecio mucho, pero lo veo sólo como un mayor, un profesor. Yo sólo quiero... Estar con el entrenador... —dijo MinSuk ruborizándose ligeramente.

Los chicos del boxing [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora