—Sube al coche, MinSuk —le dijo su padre.
—Sí. ¿No iré hoy al gimnasio?
—No. Pasaremos juntos esta tarde.
—Habría que avisar al entrenador...
—Yo me encargaré —dijo llamando desde el manos libres del coche—. ¿Entrenador Lee KangDae? Buenas tardes, MinSuk no podrá ir hoy a la práctica.
—¿Está bien? ¿Le ha pasado algo? —preguntó con cierto tono de angustia en su voz que, sin saber por qué, provocó una pequeña chispa de alegría en su joven alumno.
—Está bien, estará conmigo esta tarde.
—Entendido entonces. Un saludo.
Al colgar se hizo un silencio momentáneo en el coche entre padre e hijo.
Ambos querían decir tantas cosas... Pero no eran capaces de verbalizar todas las emociones que sentían y todas las palabras que se agolpaban en su mente.
—Gracias, papá... —susurró MinSuk.
—Hijo, el mérito es tuyo. Has sido muy valiente... Hoy daremos un paseo y cenaremos juntos.
—¡Está bien! —dijo el pequeño, sonriendo.
Caminaron largo rato, se sentaron en un parque en silencio, y luego continuaron por una bulliciosa calle céntrica, llena de gente.
El aire fresco, la charla y la risa de niños, jóvenes y adultos envolvía el ambiente.
—¿Qué quieres comer? —preguntó su padre.
—Me gustaría... Pastel de arroz, tteokbokki...
—¿En serio? ¿Sabes que podríamos ir al restaurante más caro de la ciudad y celebrar tu pequeña victoria? ¿No quieres costillas Ribeye o carne Wagyu?
MinSuk dudó unos segundos, temeroso de decepcionar a su padre si no pedía algo a la altura.
—Me gusta mucho el tteokbokki, pero si te apetece alguna de esas cosas, iré contigo. No tenemos muchas ocasiones para disfrutar los dos, así que, cualquier cosa estará bien mientras podamos tomarlo juntos.
—Mocoso... ¿Sabes emocionar a tu padre eh? ¡Ven aquí! —dijo dándole un abrazo y comenzando a hacerle cosquillas— ¿No te defiendes? ¿Eh? ¿No te defiendes?
—¿Quieres que use mis técnicas de boxeo contigo, papá? —preguntó MinSuk, continuando la broma.
—No te atreverías a usar eso contra tu padre... —respondió el señor CheWon, riéndose.
Entraron en una modesta carpa donde vendían tteokbokki picante para llevar o para consumir allí y estaba lejos de ser un restaurante de lujo. Tenía unas pequeñas mesas y sillas de plástico de color blanco.
Comenzó a llover débilmente, por lo que no había casi nadie, lo que hizo que padre e hijo disfrutaran de su pastel de arroz picante con mucha tranquilidad.
—Papá, el profesor Taeri me ha ayudado mucho.
—¿Fue el profesor que trajo el vídeo?
—Sí.
—Debería darle las gracias. Se le veía bastante vinculado con el caso...
—¿Sabes? Él... Él también lo pasó mal en el instituto...
—¿Sí? —dijo el padre de MinSuk bajando los ojos y con un leve tono de voz.
—Dijo que lo había pasado muy mal. Dice que, aunque lo acosaban en grupo, también hubo un chico de su clase, que era el líder o el cabecilla, y que se lo hizo pasar realmente mal. Incluso... Incluso tiene una marca en la muñeca... Te... Te puedes imaginar lo que le hicieron para llegar a eso.
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Los chicos del boxing [+18]
Romance¡Éste dura una semana!, pensó mientras urdía su plan para torturarlo. Un rico empresario, principal patrocinador del gimnasio donde trabaja, le pide a uno de los campeones coreanos de boxeo internacional, que entrene a su hijo. "¿Entrenarlo? ¡Cómo s...