Capítulo 20.-  Pudor (Jiang y Doyun)

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Nada más recuperarse, MinSuk volvió al gimnasio a continuar con sus ejercicios y sus actividades de entrenamiento. Sin embargo, esa tarde, no era él quien traía los ojos rojos e hinchados por las lágrimas...

—¡Es un imbécil! ¡Un imbécil! —mascullaba Jiang mientras golpeaba frenéticamente el saco de boxeo.

—Mubang hyung... ¿Qué le pasa a Jiang? —preguntó MinSuk, al verlo en ese estado tan deplorable.

—Está muy triste... Su último novio lo ha engañado y...

—¡No estoy triste! —gritó Jiang, furioso— ¡Y no vuelvas a hablar de ese maldito cerdo! —dijo dándole una sonora palmada en la gran barriga de Mubang.

—¡Jiang! —gritó KangDae desde el piso de arriba, saliendo de su oficina— Si estás enfadado, desahógate con el saco. ¡Dirige tu frustración hacia el entrenamiento!

—¡Ah! ¡Ese desgraciado! —bramó, y comenzó a darle al saco tan fuerte que hasta a MinSuk le dio un poco de miedo.

Doyun, tras haber estado contemplando la escena y sin decir una palabra, sacó una botella de agua de la máquina y la colocó al lado de Jiang, pues era de suponer que la golpiza lo dejaría agotado y sediento.

A MinSuk le pareció un gesto hermoso, pues todos nos esforzamos en cuidar a las personas que apreciamos.

—Ponte con tu tarea —le ordenó KangDae.

—Sí, entrenador —susurró MinSuk y se dispuso, como siempre, a limpiar y recoger el gimnasio.

Doyun entrenaba en silencio, concentrado. Jiang sólo se dedicó a golpear el saco esa tarde. Mubang, por el contrario, seguía con su entrenamiento de fuerza, levantando cada vez más peso.

"Es increíble...", pensó MinSuk cuando le vio levantar aquellas enormes pesas.

—MinSuk... —dijo Mubang jadeando— ¿Puedes...? ¿Puedes traerme un poco de agua?

—¡Ahora mismo hyung!

—Muchas gracias —dijo tomando la botella con ganas.

—Mubang hyung... Levantas mucho peso... Es increíble.

—¡Gracias! —dijo sintiéndose orgulloso— Tengo que estar fuerte para ayudar en la tienda a mamá.

—Oh, ¿tenéis una tienda?

—¡Sí! Mamá tiene una tienda de comida, y yo siempre la ayudo —dijo con tono lento y pausado, pero con una sonrisa.

—Eso está muy bien... Pensaba que todos erais boxeadores profesionales...

Mubang soltó una gran carcajada.

—¡Noooo! Somos aficionados. He competido alguna vez. ¡Y he ganado dos veces! ¡Tengo dos medallas!

—¡Felicidades! —sonrió MinSuk.

—¡Jiang también tiene medallas! Pero el que más medallas tiene es Doyun... ¡Además él estudia mucho! Jiang dice que sólo le gusta estudiar... Pero también le hacen fotos, es modelo... Por eso Jiang dice que es presumido... Pero él no es presumido... Él es bueno y me habla bien. Además... Siempre cuida a Jiang...

—Entiendo —dijo MinSuk mirando a Doyun, quien, pese a estar entrenando, no apartaba la mirada del boxeador pelirrojo—. Y aún así saca tiempo para entrenar... Es muy eficiente.

Los dos se quedaron unos segundos mirando el vacío, sumidos en sus pensamientos, pero la voz de KangDae los despertó inmediatamente.

—¡Pero bueno, señoritas! ¿Piensan entrenar ustedes hoy? ¡Haced 20 flexiones ahora mismo! ¡Y seguid entrenando!

Los chicos del boxing [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora