—¡Vamos, entrenador! —gritó Jiang para animarlo—¡Estoy seguro de que esta vez podrá derrotar a Manos de Piedra!
Fuera de los vestuarios se escuchaba el rugido de la gente. El público estaba encantado. No sólo había innumerables espectadores, sino que habían acudido todos los patrocinadores del combate.
—¿No vendrá MinSuk? —preguntó Mubang en su tono lento y pausado de siempre.
—¡Cállate! ¡No es momento de hablar de eso ahora! —le reprendió el pelirrojo.
—¿Cómo van las apuestas? —le preguntó KangDae a Doyun.
—Muy igualadas, estando como favorito... El latino.
—¡Maldita sea! ¡Eso no me tranquiliza! —gritó KangDae.
—Yo apostaría por usted —dijo Doyun, involuntariamente.
—Pero... ¿No habrás vuelto a hacerlo, no? —preguntó KangDae, casi en un susurro.
Doyun apretó los labios y negó con la cabeza.
—Desde entonces, no he vuelto a hacerlo, entrenador —contestó con voz apenas audible.
—Bien —le dijo KangDae, dándole una palmada en el hombro.
—No hables más de MinSuk, que lleva toda la semana insoportable por el asunto —le dijo Jiang a Mubang al oído.
—¡Pero debe venir! El entrenador no está muy concentrado... MinSuk lo animaría... —dijo con voz triste.
—Sí, llevas razón, pero el pequeñín está de viaje. ¿Entiendes? Viaje con sus amigos. No vendrá.
—Pero nosotros somos sus amigos también —dijo Mubang, enfurruñado.
—Mubang, haz el favor de portarte bien y dejar el tema.
—Pero... —insistió.
—¡Pero nada! ¡Cállate!
Siguiendo a regañadientes las órdenes de su hyung, Mubang guardó silencio.
Desde fuera se escuchó que daría comienzo el espectáculo y justo en ese momento entró un miembro de seguridad.
—Señor Lee KangDae, debe salir a hacer las presentaciones.
—Voy —contestó el boxeador, preparándose.
El estadio estaba abarrotado, y la multitud parecía muy emocionada.
—¡Señoras y señores! ¡Sube al ring el magnífico, el inigualable, Durán Manos de Piedra! ¡Vencedor del último torneo! ¿Estará dispuesto a ganar este combate también? —dijo el presentador emocionado.
Durán subió al ring, hizo varias poses y rugió frente a KangDae. Estaba dando el espectáculo que todo el mundo quería. Tal vez por eso, estuviese favorito en las apuestas.
KangDae no era tan hábil liderando masas, a él le gustaba pelear y punto. Hacer alarde de su fuerza, causar polémicas para tener mayor repercusión, pavonearse o jactarse de sus habilidades, no iban con su personalidad.
—¡Y como rival tenemos al campeón nacional de este año! ¡El coreano Lee KangDae! ¿Estará dispuesto a tomar revancha por la última derrota? ¡Hoy lo veremos, señoras y señores! Pero antes del plato fuerte, disfrutemos de otros dos combates de las jóvenes promesas del boxeo.
Tras la presentación se celebrarían dos combates de jóvenes que se estaban iniciando en el mundo del boxeo y parecían prometer bastante. Era una forma de que grandes leyendas como KangDae y Durán, impulsaran la carrera de estos muchachos.
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Los chicos del boxing [+18]
Romance¡Éste dura una semana!, pensó mientras urdía su plan para torturarlo. Un rico empresario, principal patrocinador del gimnasio donde trabaja, le pide a uno de los campeones coreanos de boxeo internacional, que entrene a su hijo. "¿Entrenarlo? ¡Cómo s...