Capítulo 40.- Tanto míos como tuyos (MinSuk y KangDae)

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Esa mañana MinSuk vio colgada en la puerta del aula la lista de las notas de otro examen en la que volvía a ocupar el primer puesto.

Por primera vez no temía a las consecuencias o represalias que esa lista pudiera tener, sino que se sentía orgulloso de todo el esfuerzo y empeño que ponía en sus estudios.

—Enhorabuena, MinSuk —dijo una voz dulce detrás de él.

—¡Gracias, profesor Taeri!

—¿Alguien se ha vuelto a meter contigo?

—De momento no... A veces hacen comentarios desagradables. Yo les contesto o los ignoro dependiendo de la situación, pero no han vuelto a pegarme... 

El profesor Taeri tragó saliva amargamente por sus recuerdos del pasado y por el dolor de que su alumno hubiera tenido que atravesar esos momentos.

—Me alegro de que vaya mejor. No debes escatimar tus esfuerzos ahora, los exámenes de acceso a la universidad están a la vuelta de la esquina. 

—Sí, lo sé profesor. 

—¿Has pensado ya qué carrera quieres estudiar?

—Sí, lo he pensado. Me gustaría mucho estudiar química. 

—¿Y lo has hablado con tu familia? —preguntó el profesor y vio como MinSuk apretaba un poco los labios, dubitativo.

—Como sabe, mi padre tiene una empresa dedicada a productos farmacéuticos y suplementos vitamínicos. A él le gustaría que yo estudiase dirección de empresas, para que pudiera hacerme cargo del área administrativa en su momento, pero... ¡A mí realmente me gusta la química! ¡Disfruto mucho más cuando voy al laboratorio que cuando voy a su despacho!

—¿Y te apoya?

—Sí, sí lo hace. Un poco a regañadientes, pero sí... 

El profesor esbozó una cálida sonrisa y le acarició la cabeza a su alumno, disfrutando de desacomodarle ligeramente el pelo y de sentir la suavidad de sus cabellos bajo sus manos.

—¡Me parece muy bien! ¿Quién sabe? ¡Tal vez estemos ante el próximo Alexander Fleming, Louis Pasteur o Curie de este siglo! —exclamó emocionado.

—¡Tiene muchas expectativas, profesor! ¡No sé si llegaré a tanto! —dijo el pequeño ruborizado.

—¡Claro que sí, MinSuk! Quiero que recuerdes algo, que tú puedes llegar a donde quieras, porque eres inteligente y trabajador. ¡Vales mucho MinSuk! ¡Recuérdalo siempre! Eres muy valioso... 

***

—¡Eres un maldito mocoso inútil! —gritó KangDae con furia cuando lo tuvo delante.

MinSuk simplemente se quedó frente a él y aguantó el chaparrón que ya sabía que le esperaba aquella tarde.

—¡Y tú, idiota! ¿En qué estabas pensando al darle alcohol a un menor? ¡¿Cómo puedes ser tan irresponsable?! ¡Eres su mayor! ¡Eres su hyung! ¿Y te parece que eso es cuidar de él?

—Entrenador... Le estaba enseñando a beber un poco para cuando sea mayor de edad... 

—¡No te atrevas a contestarme! ¡No hacéis nada más que darme problemas! ¡Por vuestra culpa estoy incumpliendo mi plan de pérdida de peso! Tengo los nacionales encima y no puedo permitirme ningún fallo.

—Sí... —respondieron al unísono los dos alumnos que estaban siendo regañados.

—¡Estáis castigados! ¡Tú! —dijo dirigiéndose a MinSuk— Vas a hacer 100 burpees. Y, tú, diva de la noche, vas a hacer 200.

Los chicos del boxing [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora