—Procura no avergonzarnos, es lo único que te pido —dijo la señora Han Tae en tono duro.
—¡Sí señora! —respondió Jiang haciendo una reverencia.
Doyun no estaba muy conforme con que su madre le hablase así, pero la conocía y sabía lo exigente que era. Además, la situación era mejor de lo que podía imaginar.
Cuando se enteró de que Jiang trabajaría con él, no podía creerlo. Le agradeció a sus padres, con una reverencia profunda, por la confianza depositada en él.
Esa confianza ahora debía ser correspondida.
—Madre, si hay algún problema... Yo responderé por él —dijo Doyun firmemente frente a todos.
—Cariño no necesito que... —empezó a decir Jiang, pero la señora Han Tae lo interrumpió enseguida.
—¿"Cariño"? —dijo con una mirada fulminante de reproche— No. Tu "cariño" no necesita que respondas por él, pero lo harás —dijo ahora mirando a su hijo— Si hay algún problema en el futuro, será responsabilidad de los dos.
Miró a Jiang y le habló en tono de reprobación.
—Y procura no llamarlo "cariño", en la clínica.
—Sí, señora...
—Amor, ¿nos vamos? —dijo el padre de Doyun digiriéndose a su esposa.
—Sí, cariño —Respondió ella con una mirada desafiante a los dos jóvenes en señal de que ella sí podía hacerlo, pero ellos no.
Se adaptaron tan rápido que en unos días Jiang no sólo parecía parte del personal de la clínica de años atrás, sino, parte también de la familia.
El pelirrojo había hecho algunos avances con su futura suegra. Una de las veces que se habían reunido a cenar, junto con la hermana pequeña de Doyun, Jiang aprovechó para pedirles disculpas por su comportamiento, y por los atrevimientos que tuvo en su primer encuentro.
La señora Han Tae trataba de no mostrar lo complacida que estaba, mientras que el señor DoSun reconocía sin sonrojo lo mucho que había cambiado, y para bien, el joven Jiang.
—Te admiro, oppa. Si has conseguido que mamá y papá acepten esa relación, no tengo miedo a nada... —le bromeó en voz baja su hermana.
—Tú procura esforzarte y seguir dejando el listón de esta familia bien alto —le dijo en respuesta su hermano mayor, en la línea de exigencia a que esa familia estaba acostumbrada, pero le guiñó un ojo al final, haciéndole saber que entendía.
***
—Recoged todo y cerrad bien —ordenó la madre de Doyun, confiada en dejar a los dos jóvenes al frente de la clínica.
—Le enviaré un correo con la agenda de la semana que viene —le dijo Jiang a la señora Han Tae.
—Padre, te enviaré un reporte con el expediente médico del hijo de la señora Park JeoYi. Creo que podremos extraer la pieza sin necesidad de cirugía —le dijo Doyun a su padre.
—Está bien chicos. Gracias por vuestro trabajo. Nos veremos mañana —respondió el señor DoSun y se marchó con su esposa.
Todo parecía haber mejorado mucho para ellos, aunque aún debían esforzarse y sacar todo el trabajo adelante.
Habían estado tan liados en los últimos tiempos que no habían podido disfrutar apenas de momentos de intimidad.
Cuando se quedaron a solas en la clínica y Jiang terminó de hacer sus últimas labores, se sentó en el asiento del mostrador, dejando por unos instantes que lo invadiera el cansancio de los últimos días.
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Los chicos del boxing [+18]
Romance¡Éste dura una semana!, pensó mientras urdía su plan para torturarlo. Un rico empresario, principal patrocinador del gimnasio donde trabaja, le pide a uno de los campeones coreanos de boxeo internacional, que entrene a su hijo. "¿Entrenarlo? ¡Cómo s...