Cap XCIII: ¿Qué hace Marcela?

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19 de agosto de 2022


-¡No te puedo creer! ¡Qué emoción! ¿Fue la primera vez de ambos? – pregunta Pablo. Tania gesticula una afirmación moviendo la cabeza – me alegro por ustedes, pero... tú no te veí' muy contenta, ¿algo salió mal?

-No, todo salió bien. Pero cuando todo ya había pasado, mmm... no sé, como que ambos estábamos... ¿intimidados? ¿Avergonzados? ¿Nerviosos? No sé...

-Pero eso es lo más normal del mundo, a mí también me pasó.

-Pero es que aún estamos así, ahora como que nos hablamos con más timidez. No sé si le gusto como persona o solo le gusta el hecho de haberlo hecho conmigo.

-Pero háblalo con él, no perdí' nada – dice Pablo.

-Obvio que pierdo algo, tengo mucho que perder, se puede sentir muy presionado y lo puedo espantar, y lo que más me da miedo... que me diga que fue un error haberlo hecho y que me friendzonee – dice Tania.

-Que te diga que prefiere que sean amigos es algo posible, pero que te diga que fue un error no lo hará, te lo aseguro, el Freddy no sería así de frío contigo, pa' él también fue su primera vez y le fue igual de significativo que a ti, relájate por ese lado. Mira, háblalo con él, pero no hoy, hoy es viernes, un día pa' pasarlo bien y no pa' amargarse la cabeza pensando tonteras.

-De hecho, lo voy a estar esperando a mi casa, me va a ir a visitar después que asee la biblioteca.

-Bacán po, vean una película, jueguen Fortnite o Mario Kart y... y culeen, culeen harto – dice Pablo con gracia. Tania le da un ligero palmetazo en la espalda.


El tiempo realmente vuela cuando estás ocupado, y Freddy lo acaba de cerciorar. Ha pasado una hora desde que empezó a asear la biblioteca, todos los rincones tras las estanterías estaban llenas de polvo y de papeles que se lanzan los alumnos de cursos menores. Había montañas de libros puestos en los lugares que no correspondía, por lo que debió darse el tiempo de ordenarlos alfabéticamente. Aún faltaba la parte más latera, quitar los chicles pegados debajo de las extensas mesas, son muchísimos, ¿a qué vienen los alumnos a la biblioteca? ¿A leer o a mascar chicle? ¡Qué les cuesta lanzarlos en el basurero en lugar de pegarlos bajo la mesa! ¡Manga de desconsiderados!


Hizo la introducción de su informe de filosofía, aún le falta el desarrollo y la conclusión, pero está confiada, tiene buenas ideas para continuarlo, se lo envía a su propio correo y cierra la sala de computación. Saca su celular y llama a alguien, al segundo timbre le contestan...

-¿Cómo va todo Marce? – pregunta Rachel.

-Todo bien por acá, avanzando en el liceo con el informe de filosofía, ¿y allá? ¿Qué tal van tus días de suspensión? – pregunta Marcela.

-Más aburrida que una niña en la ópera, no tengo nada que hacer.

-Podríai' avanzar en el informe de filosofía que es pal próximo jueves por ejemplo, lo terminaríai' pronto considerando todo el tiempo libre que tení'.

-Todavía tengo tiempo, no lo quiero hacer ahora, qué pereza.

-Ya, conociéndote seguramente lo vai' a hacer el miércoles a las 11:59 de la noche.

-Veo que ya me conoces bien, después me envías lo que hayas avanzado porfa, pa' basarme en tu informe.

-Olvídalo, no voy a dejar que me copí'.

-No te la copiaré tal cual la tienes escrita, es solo pa' basarme en tu redacción, nada más – dice Rachel.

-Siempre que te presto mis informes por alguna razón sacai' mejor nota que yo, eso es ser copiona – dice Marcela.

-No, es ser más lista, que es muy distinto.

-Pues si erí' tan lista como decí' entonces haz el informe tú solita, si sacai' mejor nota que yo con un informe completamente original ahí te acepto que erí' más lista.

-Relájate, no te pongas tan brava, no es competencia. Pero vale, desafío aceptado.

-Oye, llegando a la casa te cuento una hueá chistosa que pasó hoy en educación física, hablamos más tarde, chao – dice Marcela finalizando la llamada.


Está sentado sobre la mesa del bibliotecario planteándose si vale la pena sacar los chicles que hay pegados debajo de las mesas largas, ¿las revisarán? ¿Realmente es importante? Antes que pudiera decidir algo escucha que alguien está abriendo la puerta de la biblioteca, por fuera no se puede abrir a no ser que se tengan llaves, ¿quién podrá ser a esta hora? No es el bibliotecario ni muchos menos Pipeta. Su mochila está oculta bajo la mesa del bibliotecario, Freddy opta por esconderse allí también. Sea quien haya entrado parece ser bastante cauteloso, cierra la puerta y según ve todo está un poco más oscuro, el o la que entró ha cerrado las cortinas, solo entra algo de luz en un tragaluz que hay en el techo, asoma su cabeza sigilosamente para observar de quien se trata. Su compañera Marcela Briones está haciendo algo que lo deja atónito, está sin nada de ropa, con su mano derecha sostiene su celular, parece estar viendo algún vídeo, mientras que con la otra mano tiene sus dedos dentro de su vagina y los mueve de manera circular, ¡se está masturbando! Lo más probable es que sea algún vídeo porno.


Patty decide que es muy pronto como para invitar a Fausto a su casa en un momento en que no habrá nadie más que ellos, le ofreció comer pizza en la misma pizzería y él aceptó. Ambos están comiendo una pizza de queso.

-¿No quisiste de pepperoni? – pregunta Fausto. Ambos tienen una rebanada en la mano y sobre la mesa hay dos vasos que contienen Pepsi.

-No, preferí de queso pa' variar. Además, me acordé que tú queríai' de queso cuando todos nos reunimos en la casa de la Javi pa subirle el ánimo al Pablo, cuando recién la Rachel lo había pateado – dice Patty.

-Deveras.

-Quería hablar una palabrita con vo', no me voy a dar tantas vueltas y voy a ir directo al grano... ¿qué querí' conmigo? – pregunta Patty.

-¿Cómo así?

-Hace una semana me diste un beso por primera vez, ahora nos hablamos bonito y no nos puteamos como antes, créeme que pa' mí eso ha sido muy lindo, pero no sé si querí' algo serio conmigo o si querí' seguir así pa' siempre.

-Pero ¿qué querí' decir con "seguir así"?

-Así como estamos ahora, nos tratamos como novios siendo solo amigos.

-¿Tratarnos como novios? Creo que estai' exagerando un poquito, no nos hemos tratado como novios, solo nos tratamos con más respeto que antes, eso es todo – dice Fausto, eso dolió.

-Vale... ¿seguimos igual que siempre entonces? ¿Solo amigos?

-O sea... a ti te gustaría algo así como... ¿pololear?


***

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