16 de octubre de 2021
-¿Enserio? No te puedo creer. Mi papá también es profesor de física y matemáticas. Bueno, era. Jubiló el 2013, su sueño era irse a vivir al sur con mi mamá al jubilarse y lo cumplió – dice Sofía.
-Sí. Algo me acuerdo de tu papá, pero muy poco.
-Algo que nunca me quedó claro, ¿por qué te fuiste del colegio? – pregunta Sofía.
-¿Enserio no te acordai'? Recuerdo que te lo conté después de que ganamos el concurso de cueca.
-Sí, pero me enojé por lo que hiciste después y no te pesqué más.
-Pero Sofi, solo fue una broma – dice Alens.
-No me hizo gracia que dijeras que estábamos pololeando en frente de mis papás en la peña folclórica.
-¿Enserio seguí' enojada por eso? Lo dije leseando. Ya po, éramos unos pendejos de 11 años. Ahora que recuerdo, después de eso no me volviste a hablar más, ni siquiera te despediste de mí.
-No fue mi intención ser tan fría contigo, igual era una cabra chica – dice Sofía.
-Bueno, te perdono solo porque me invitaste un café. Tú también deberíai' perdonarme porque te pagué – dice Alens con gracia.
-Oye, me pagaste porque tenías esa deuda pendiente conmigo, eso no significa que te perdone, pagar una deuda no compra un perdón.
-Sí sé oh, estoy leseando.
-Pero ya po. Cuéntame, ¿por qué te fuiste del colegio? – reitera su pregunta Sofía.
-Las cosas en mi casa se complicaron, mis viejos se separaron, mi papá se fue de la casa, mi mamá quería ser autovalente y le dio por ponerse a trabajar. Me alegré por ella, pero yo me llevé la peor parte, porque ella no podía seguir yéndome a dejar al colegio, quedaba muy lejos – relata Alens.
-Ya estoy empezando a cachar qué pasó. Te tuviste que cambiar a un colegio cerca de tu casa.
-Exacto, mi mamá no estaba dispuesta a dejar que me fuera solo a un colegio tan lejano. Yo estaba dispuesto a irme solo en micro, pero ella no cedió.
-Igual no la culpo, tenías apenas 11 o 12 años. Pudiste haberle propuesto tomar el metro que es más seguro.
-Pero Sofi, en esa época todavía no existía el metro en Maipú.
-Tienes toda la razón, qué pava soy – dice Sofía con gracia – pucha, fue una lata perderte como compañero, igual se pasaba bien.
-Erai' terrible molestosa eso sí. Te la pasabai' llamándome "alien" a cada rato.
-Jajaja, perdón, es que era tan chistoso. Te juro que me hace gracia el solo acordarme. Además, tú también eras molestoso conmigo, nunca me dejabas escuchar música tranquila, siempre miraste en menos mi personal stereo, era buenísimo, o sea, sigue siendo buenísimo, porque todavía sirve, está en buen estado.
-Nunca te dije que era malo.
-Te la pasabas diciéndome que estaba pasado de moda, indirectamente aludías que era malo.
-Ya oh, perdón por entrometerme en tu intimidad con los Backstreet Boys.
-Veo que te acuerdas qué música escuchaba jaja. Yo no necesito preguntarte, con ver tu polera ya cacho altiro.
-Claro. Oye, ¿y tení' pareja? – pregunta Alens – perdón, creo que me estoy desubicando – dice al notar cierta incomodidad en el rostro de Sofía.
ESTÁS LEYENDO
Sexo sin Control
Novela JuvenilSofía Rebolledo es una joven mujer, DJ e ingeniera en sonido que ha criado a su sobrina Javiera como si fuera su hija, ya que Francisca, su hermana mayor, lamentablemente falleció al darla a luz. Javiera cursa tercero medio y tiene un peculiar grupo...