Cap LXXVIII: Te lo vas a coger

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17 de agosto de 2022


-Tss, la seriedad te duró poquito. Ya oh, nos vemos mañana. Te tengo que cortar, el Uber que me va a llevar a mí y a mi abuela pa' la casa ya está por llegar.

-Fausto, una última cosa. Te agradecería que no le comentí' de esto ni al Freddy ni a nadie. No quiero que anden especulando que algo pasa entre nosotros – dice Patty.

-O sea, de que no le voy a decir nada, no le voy a decir nada. Pero ya da como lo mismo ¿no creí'? Si ya no es un secreto pa' nadie. Al igual que el Freddy con la Tania, ya todos cachamos que esos dos consolidaron su amor. Solo faltamos nosotros. Ya, nos vemos. Chao – dice Fausto colgando rápidamente, se incomodó solo con sus últimas palabras. Patty queda sorprendida. ¿Qué fue eso de "solo faltamos nosotros"? ¿Una invitación a hacer el amor? No tiene tiempo para pensarlo inerte en la calle, vuelve a guardar su celular y a emprender su camino de regreso a su casa, en donde los espera Gabriel, su hermano mayor, y Nani, su gata negra.


-Creo que con esto ya estamos listas – dice Rachel.

-Claro, en el fondo no estaba tan complicada esta guía de lenguaje – dice Marcela.

-Veo que fue buena idea haberte invitado a mi casa pa' hacer esta guía, así andaré más tranquila mañana. Ahora que lo pienso, ¿no se supone que mañana te juntarías con Pablo pa' hacerla en tu casa? – pregunta Rachel.

-Sí, claro. Pero quise adelantar esa pega acá, pa' así mañana tener tiempo pa' otras cosas – dice Marcela. Rachel arquea una ceja – ¿qué onda? ¿Te molesta que me junte con él?

-Te lo vas a coger – dice Rachel.

-Puede ser, ¿hay algo de malo en eso?

-¿No se supone que no se coge con el novio o ex de tu mejor amiga?

-Tú lo has dicho, se supone. Pero considerando que el Pablo también es mi amigo, ¿no debería decirle que tu amante es el Fausto?

-Eres una arpía, me empatas diciendo que el Pablo también es tu amigo.

-Es que así es, también es mi amigo, lo es desde antes que tú llegarai' al curso.

-Has la vaina que quieras.

-Veo que te enojaste.

-No estoy enojada.

-Sí lo estai'. Oye, relájate un poco. Parece que a la que le falta coger con alguien es a ti – dice Marcela con gracia.

-¿Y qué sabes tú...?

-Cuático igual lo de la mañana, te fuiste al chancho empujando así a la Javi – dice Marcela con la intención de cambiar de tema.

-Ella me provocó, con Pablo se estaban burlando de mí – dice Rachel.

-Igual, no es pa' que reaccioní' de esa manera. Te suspendieron por una semana completa.

-Bueno, pa' eso te tengo a ti que eres mi amiga. Me pondrás al día con todo lo que vayan pasando, ¿verdad?

-Obvio que sí, pero no esperí' que te haga los trabajos, solo te voy a ayudar, nada más.

-Vale – dice Rachel.

-Oye Rachel, una preguntita. ¿Tú nunca hay tenido nada con una mujer?

-¿A qué viene esa pregunta?

-No lo sé, somos mejores amigas, ese tipo de cosas deberíamos saberlas entre nosotras.

-¿Y qué me dices de ti?

-Yo pregunté primero, no seai' tramposa.

-La verdad no, jamás. Ni tampoco me ha atraído alguna. ¿Y a ti?

-Yo tampoco la verdad, aunque ganas no me han faltado.

-¿Ah sí? ¿A quién le has echado el ojo? Déjame adivinar... ¿a la Patty?

-Anduviste cerca. A la Javi, siempre he encontrado bonito su pelo y sus ojos. Ella y su tía Sofía me parecen las mujeres más guapas que he visto en mi vida. Pero ¿sabí' quién más me parece bonita?

-¿Quién?

-Tú po.

-¿Yo?

-Sí. Erí' una rucia terrible rica – dice Marcela acariciándole su cabello, posteriormente le acaricia su sien descendiendo hacia su mejilla – siéndote sincera, si algún día quisiera tener algo con una mujer, creo que te elegiría a ti... – le da dos besos en el cuello, Rachel se aleja.

-¡Qué mierda te pasa! ¡Estás enferma de la cabeza! ¡Largo de mi casa! – dice Rachel histérica.

-Rachel, ¡cálmate! Solo estaba hueviando. No te lo tomí' tan mal.

-Ve a huevear a tu abuela será mejor. ¿No quieres que te obsequie una tortilla y unas tijeras también? Vete de aquí, y no me vuelvas a tocar más. Ah, ¿y sabes qué más? Ya no te preocupes de pasarme los apuntes del liceo, me los conseguiré de otra manera – dice Rachel.

-Rachel, enserio solo estaba hueviando. No puedo creer que te hayai' enojado tanto, solo era un cariñito de mi parte, nada más. Y vale, está bien, me voy – dice Marcela tomando su mochila y yéndose.


Llega con veinte minutos de anticipación, tiempo más que suficiente para charlar con Dustin siempre y cuando él también haya llegado temprano. Entra a la discoteca y lo ve sentado, alejado de la pista de baile, luciendo su larga cabellera oscura amarrada, tiene unos ojos azules que le recuerdan mucho a Francisca, su difunta hermana mayor. Mide 1,79.

-Tan tempranero como siempre – dice Sofía mirando de frente a Dustin, se acerca a él para saludarlo de un beso en la mejilla.

-Es bueno llegar un poquito antes, ¿no creí'? Así estamos sentados un ratito, después nos esperan largas horas de pie – dice Dustin. Sofía se sienta frente a él.

-Al menos no son horas tan agotadoras como los viernes o los sábados, esas noches siempre son más duras.

-Claro, a toda la juventud se le ocurre carretear esos días.

-Ni tan juventud diría yo. Viene gente tanto de tu edad como de la mía.

-¿Insinuai' que ya estamos viejos? – pregunta Dustin sonriendo.

-No necesariamente, solo que no entiendo a qué juventud aludes, da la percepción que aludes a personas más jóvenes que nosotros – dice Sofía.

-Claro, cuando hablamos de juventud nos referimos a gente más joven que nosotros. Aunque bueno, nos podemos sentir parte de ellos también, somos el alma de la fiesta ahora que lo pienso, yo de barman y tú de DJ – dice Dustin.


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Sexo sin ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora