Sexo sin Control

Cap CI: Lágrimas

19 de agosto de 2022

-¿Qué...? ¿Yo con la Patty...? ¡Estai' loca! – dice Pablo sonriendo dándole un leve cojinazo a Javiera.

-Pero ¿por qué no? Ustedes son buenos amigos y se entienden.

-Eso es verdad, pero justamente lo que acabai' de decir es un factor que anula dicha posibilidad, somos buenos amigos. Pololear con ella arruinaría nuestra amistad pa' siempre.

-No creo que pa' siempre. Si no funciona yo creo que la amistad fácilmente se recompondría.

-Mira, pa' pololear con alguien tení' que amar, y yo no amo a la Patty.

-Puta el culiao intenso hueón, pa' casarte ahí tení' que amar, pero no pa' pololear, pa' pololear basta con que alguien te guste y era, con el pasar de los meses ahí construí' el concepto del amor.

-Yo empecé a pololear con la Rachel estando loco de amor por ella, se podría decir que es la única mujer que me ha sacado a la Sofi de la cabeza – dice Pablo. Luego de hablar abre notablemente los ojos dándose cuenta de que habló más de la cuenta. Javiera abre la boca y sonríe.

-¡Oohh jaja! Muy bien, lo asumiste. No te costaba nada ser sincero, uuyy... te gusta la Sofi – dice Javiera dando leves palmaditas en el cachete izquierdo a Pablo.

-¡Shht! Habla más bajo, no vaya a ser que la Sofi escuche – dice Pablo.

-Volviendo al tema anterior, sé completamente honesto, ¿te veí' pololeando con la Patty algún día? – pregunta Javiera. Pablo mira hacia otro lado pensando en su respuesta.

-Mira, la Patty igual es bonita, y es una mujer que cuando se abre un poco y entra más en confianza resulta incluso tierna.

-¿Eso es un sí?

-Mmm... no lo descarto.

-Uuyy.

-Javi, esto queda entre nosotros, no se lo contí' a nadie.

-Obvio que no se lo voy a decir a nadie, relájate. Se supone que entre nosotros seis no hay secretos, pero de más que hay varios, quizá cuántos chismes se guardan el Fausto, el Freddy y la Tania entre ellos, de más nos pelan a mí, a ti y a la Patty. Oye, una última pregunta. ¿Aceptaríai' que la Rachel pololeara con el Fausto? – la pregunta de Javiera sorprende a Pablo, también se lo piensa mirando hacia otro lado.

-Eehh... igual sería complicado.

-¿Por qué? Si tú pololearai' hipotéticamente con la Patty él también podría con la Rachel, ¿no creí'?

-Es distinto, la Rachel fue mi polola 9 meses, en cambio, el Fausto jamás ha pololeado con la Patty. Se supone que no se pololea con las ex de tus amigos.

-Jah, mira quien lo dice, lo dice la misma persona que ayer se culeó a la mejor amiga de su ex – dice Javiera.

-Bueno, eh... es distinto también.

-¿Por qué? La Marce es amiga de la Rachel y te la culeaste, el Fausto es tu amigo y la Rachel igual tendría derecho a culeárselo.

-Es distinto porque ahí solo estai' hablando de sexo casual. Decídete de qué vai' a hablar, de pololear formalmente o de sexo casual.

-Mira, da lo mismo. Que cada uno haga la hueá que quiera – dice Javiera cerrando el tema – ¿juguemos Mario Kart?

-Ya po.

Llega a su casa triste, ¿esa es la palabra adecuada? Quiere creer que sí, aunque tristeza también es parte de su emoción momentánea. Decepción es la palabra que mejor define cómo se siente en aquel instante. Saca su llave y entra a casa, su gata Nani camina rozando sus piernas, tan cariñosa como siempre, eso le saca una leve sonrisa. Sube las escaleras, entra a su habitación y se recuesta en su cama, quiere evitar llorar, mas no lo logra, le cae una lágrima, cierra sus ojos, se relaja, parece que se dormirá... sin embargo, un fuerte cojinazo se lo impide, la traviesa risa de su hermano mayor le hace saber de inmediato que se trata de él.