Cap XCIV: Freddy corrompe un orgasmo

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19 de agosto de 2022


-Fausto, me gustai' caleta, eso no es secreto pa' nadie. Nuestros amigos más cercanos lo han notado desde que nos conocieron, y a vo' desde que te conocí me flechaste altiro, te encuentro rico, divertido, deportista, bueno pa' la pelota, bueno pa' las tallas pesadas... nunca pensé que me enamoraría de vo', te quiero caleta, aunque seai' madre, oh no... perdón, quise decir, aunque seai' de La U – dice Patty con gracia.

-Patty, tú a mí igual me gustai' caleta, siempre me hay gustado, desde que te conocí, pero siéndote sincero... – dice Fausto. Patty tiene un mal presentimiento, espera que no sea lo que está pensando – soy muy pendejo pa' tener una relación, no me siento preparado – parece ser que justo será lo que piensa – como amigos siento que funcionamos la raja, y ahora que nos tratamos mejor siento que nuestra amistad es mucho más bonita, tanto pa' nosotros como pa' nuestros amigos en común.

-Que hayai' mencionado la palabra "amistad" con tanto énfasis me hace sentir la hueona más friendzoneada del planeta, pero está bien, como querai' – dice Patty. Ambos siguieron comiendo pizza y ninguno de los dos volvió a emitir palabra.

-¿Todo bien? – pregunta Fausto rompiendo el silencio tras comerse su última rebanada.

-Sí, todo bien.

-No te creo, no tení' buena cara.

-Es que es casi imposible tener buena cara cuando el hueón que te gusta te manda a la friendzone. Me había hecho ilusiones con vo', me diste un beso a la salida de mi casa, me hay hablado más bonito, hasta incluso hemos caminado de la mano. Si nunca hay tenido intenciones de pololear conmigo entonces ¿pa qué chucha hiciste todas esas hueás?

-Porque me gustai', me gustai' caleta. Pero insisto, me siento muy pendejo pa' pololear, eso es lo que pasa.

-No, no es eso lo que pasa. Yo te voy a decir la hueá que pasa. Lo que pasa con vo' es que no querí' perder tu libertad, me querí' tener, pero al mismo tiempo te querí' culiar a otras hueonas, a la Marce, a la Tati, o a cualquier pendeja culiá del segundo A o B. Yo no estoy pa' ser la opción secundaria de nadie, o me querí' solo a mí o te podí' ir a la chucha. Me siento realmente patética al haber llegado a pensar que podía tener algo con vo', porque un hueón como vo' jamás va a cambiar. Haz la hueá que querai' – dice Patty. Luego de ese incómodo intercambio de palabras Fausto deja la caja vacía en el basurero de la pizzería, mientras que los vasos y la botella plástica de bebida la deja Patty.

-No pensaba que te ibai' a enojar tanto – dice Fausto cuando ambos salen de la pizzería.

-No estoy enojada, estoy decepcionada. ¿Te vai' caminando o en micro? – pregunta Patty.

-En micro.

-Perfecto, yo me voy caminando entonces. Chao – dice Patty yéndose por Toro Mazote hacia 5 de abril.


No puede creer lo que su compañera de curso está haciendo, ¿se debería sentir afortunado de lo que está presenciando? Algunos amigos le dirían que sí, otros le dirían que no. Siente que Marcela Briones está siendo irresponsable, si bien es él el que está escondido debajo de la mesa del bibliotecario, pero perfectamente podría ser un alumno de algún curso menor y quedar traumado con esta escena. La mesa tiene pequeños agujeros en donde pasan los cables del computador que está instalado, no lo va a negar, está disfrutando lo que ve, se toca su pene, ya está duro como una roca.

-¡Ay! ¡Ay! ¡Ay, Pablo! ¡Pablo, sigue! – dice Marcela mientras gime. ¿Pablo? Freddy se pregunta qué tiene que ver Pablo en todo esto, ¿acaso Marcela estará viendo un video en donde sale Pablo? Lo más probable es que sí – ¡Ay! ¡Ay! ¡Me voy a venir! ¡Me voy a venir...! – dice Marcela. Freddy no quiere que esta sea la única oportunidad en su vida en que vea a Marcela venirse mientras se masturba, cautelosamente mete la mano en su bolsillo y saca el celular, sin embargo, al echar el codo para atrás sin querer roza la escoba con la que estaba barriendo y se cae. Marcela inmediatamente se detiene y tapa su cuerpo desnudo con la ropa que tiene a su lado – ¿quién anda ahí? ¿Quién chucha anda ahí...? ¡Contesta! – pregunta Marcela aterrada, teme que la estén grabando, o peor, que la quieran violar. No tiene idea quien está escondido por ahí, ¿o acaso no hay nadie? Eso no es posible, la escoba no pudo caerse sola por arte de magia. 

Freddy no se quiere mover, mas sabe que no tiene escapatoria alguna, tarde o temprano será pillado. Los segundos transcurren... no se atreve ni a mirar por alguno de los agujeros de la mesa ni a asomarse, ¿qué pasará? Hay mucho silencio... todo su cuerpo se mueve del susto cuando un libro cae encima de la mesa, luego cae otro más y éste iba más fuerte, pasó la mesa de largo y lo tiene en frente, cae otro libro más, y otro, y otro – ¡sal de ahí degenerado! ¡Da la cara! ¿No te gustó mirarme...? ¡Da la cara conchetumare! – dice Marcela mientras lanza un libro tras otro. Los nervios de Freddy ahora pasan a ser frustración. Marcela está tirando todos los libros que él había dejado ordenado en las estanterías en orden alfabético, ¡si no sale todo quedará hecho un desastre otra vez! Ya no caen más libros, ¿se rindió Marcela? ¿Acaso se irá? Si se va de la biblioteca no sería buena señal, quizá iría a avisar a inspectoría y probablemente él estaría en problemas, ¿y ella...? Ella también, no tiene como justificar su presencia en la biblioteca, no va a decir que se estaba masturbando desnuda sobre la mesa – tengo una silla, ¡sal hueón! ¡Sal de ahí o te voy a sacar la chucha! – Freddy ya no puede permanecer más tiempo escondido, ya no lo duda, se armará de valor y saldrá de la mesa del bibliotecario.

-¡Marce para! Para... tranquila. Soy yo – dice Freddy mientras sale de debajo de la mesa y se pone de pie.

-¡Freddy! – dice Marcela, una parte de ella está más tranquila, le alegra que haya sido alguien tranquilo y discreto como Freddy quien la vio desnuda masturbándose sobre la mesa, pero otra parte de ella está completamente avergonzada, ¿qué pensará ahora Freddy de ella? Que no está bien de la cabeza probablemente – ¿qué estai' haciendo aquí?

-Aseando la biblioteca, ¿se te olvida que cada viernes a esta hora se turnan los cursos pa' asearla? Este viernes nos tocaba a nosotros y la profe Sara me lo pidió a mí personalmente pa' no obligar a nadie, porque probablemente nadie del curso hubiera querido.

-No tenía idea de eso.

-Pero Marce, el Pipeta lo informa y lo recuerda en cada asamblea general que tenemos.

-Las asambleas me latean, siempre me pongo a escuchar música y al final no me entero de nada.

-No deberíai' hacer eso, erí' la presidenta de curso, se supone que tení' que estar al día de lo que pasa.

-Ya oh, estai' hablando igual que el Pablo – dice Marcela.

-¿Y el grupo de WhatsApp del liceo? Ahí también lo informan – dice Freddy.

-Me da paja leer los mensajes, se acumulan demasiados y al final pa' lo único que me meto es pa' agregar los Stickers que mandan – dice Marcela con gracia. Freddy mira hacia arriba. Marcela siempre tiene la cabeza en otra parte.

-Eehh... Marce, por cierto, podí' estar tranquila. No le voy a decir a nadie lo que vi, tení' mi palabra, podí' confiar en mí – dice Freddy quebrantando un silencio que ya se estaba volviendo algo incómodo.

-¿Enserio? – pregunta Marcela acercándose a él – ¿estai' seguro que no le diríai' de esto a nadie? – pregunta muy cerca de su cara.

-Eh... ¿por qué habría de hacerlo? – pregunta Freddy más nervioso que nunca, ya presiente qué ocurrirá.


***


Quiero dedicar este capítulo a todos mis compatriotas que están sufriendo con los incendios que han habido tanto en la quinta como sexta y séptima región, todo mi apoyo para ellos en estos difíciles momentos. También quiero hacer una mención especial para los bomberos que han tenido una labor y cooperación importantísima para lograr controlar y extinguir el fuego, se merecen todo el apoyo y el respeto de todos los chilenos.

Sexo sin ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora