Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Lucas 6:20.
Una vez, el padre de una familia acaudalada llevó a su hijo rico a un viaje por el campo con el firme propósito de que su hijo viera cuán pobres eran las gentes del campo.
Estuvieron por espacio de un día y una noche completos en una granja de
una familia campesina muy humilde.Al concluir el viaje y de regreso a casa el padre le pregunta a su hijo:
¿Qué te pareció el viaje?
– Muy bonito Papá!
– ¿Viste qué tan pobre puede ser la gente?
– Sí!
– ¿Y qué aprendiste?
– Vi que nosotros tenemos una piscina que llega hasta la mitad del jardín, ellos tienen un arroyo que no tiene fin; nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas; nuestro patio llega hasta la barda de la casa, ellos tienen todo un horizonte de patio.
Al terminar el relato, el padre se quedó mudo... y su hijo agregó:
GRACIAS PAPÁ POR ENSEÑARME LO POBRES QUE SOMOS!.
Esta reflexión nos enseña que hay muchos pobres que lo único que tiene es dinero; y hoy más que nunca se hace más real la frase que dice "NO ES MAS FELIZ QUIEN MAS TIENE, SINO QUIEN MENOS NECESITA".
La gente está muy enfocada en obtener dinero y piensan que el éxito yace en acumular riquezas. Otros piensan que al comprar cosas caras y proveerles comodidades materiales a sus seres queridos les demuestran su cariño. Cuando ellos simplemente piden tiempo y afecto, no regalos ni lujos; pues paradójicamente la felicidad no tiene precio y no se puede comprar.
Amigos, Hoy quiero exhortarlos a apreciar y disfrutar más lo que tienes, y a pasar más tiempo con Dios, con tu familia y con tus amigos... comprenderás entonces que Ahí está el secreto de la riqueza y la verdadera felicidad.
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DEVOCIONALES!!!
SpiritualLa evidencia de que Jesus te ama es cierta, pero al final es tu decisión tomar, o no, su oferta!!! Cada día tenemos situaciones difíciles, en las que ya no aguantamos mas,que queremos tirar la toalla y creemos que no hay esperanzas... pero, hey! Dio...