SENTIMIENTOS.

Capitulo 37.

Estaban los ocho comiendo en el gran comedor de los Riera. Estaba sentando en un extremo de la extensa mesa. Escuchaba a sus amigos reírse, pero él no podía compartir la misma alegría. Estaba debilitado, sin ganas para nada. Sus manos descansaban en la mesa, mientras jugaban con los cubiertos o la copa. Era lo único que hacía. Mantenía la vista fija en la mesa, no subía la vista ni por casualidad. Su plato estaba vacío. No porque se haya comido hasta la última miga, sino todo lo contrario. No quería probar ni un bocado. No tenía ni fuerzas para masticar, y además no quería nada. " Peter tenés que comer algo gordi..." le insistía una vez más, la más flaca del grupo, que estaba sentada a su derecha. "No tengo hambre Can.." le respondió en voz casi inaudible, sin apartar su vista de la mesa. Su voz se notaba apagada, y bastante triste. "Juan Pedro comés algo, si querés seguir siendo mi bestu" le amenazó ella, sirviendole comida en su plato antiguamente vacío y ahora repleto de comida. Pedro le hizo caso. Lo que menos quería ahora, era discutir con su mejor amiga. Probó el primer bocado, y no quiso comer más. Lo que no sabía Candela, es que él ya tenía su estómago repleto. Repleto de angustia, tristeza y principalmente dolor. 

Desde la otra punta de la mesa, ella lo observaba con detenimiento. Estudiaba cada uno de sus movimientos, pero eran escasos, ya que él ni se movía. Lo único que hacía era jugar con los cubiertos y/o con la copa. También miraba su plato vacío, después lleno. No participaba en ninguno de los chistes, y eso para ser Juan Pedro, era muy raro. A kilómetros podía notar su tristeza. No había rastro de sus sonrisas tan lindas que él poseía. Sentía culpa, mucha culpa. No debió tratarlo así, de esa cruel manera. No le gustaba verlo así, sin ánimos para nada. 

Nic: Bueno, vamos a ver la película?
Ro: Dale, de qué es?
Nic: De terror
La/Ro/Eu/Ca: De terror?!
Ga: (sonriendo) Qué, les da miedito?
Ro: (abrazándolo) Si..
Eu: Bonito, no podrías haber elegido un más linda?
Nic: No. Pero de que tienen miedo si estamos nosotros, para abrazarlas. O no, Peter?
Pe: (distraído) Emm..si si 
Vic: Bueno dale, vamos a verla.. 

Los ocho se levantaron de la mesa y se fueron al Playroom de la casa. 
Se sentó en un rincón del cuarto, no tenía intenciones de ver la película. Quería estar solo. Suspiraba lleno de angustia. Las palabras de Mariana lo habían dejado aturdido y no paraban de girar por su cabeza. Abrazó sus dos piernas con sus brazos, pegándolas a su pecho y puso su cabeza entre sus rodillas. Estaba cansado. No sabía si era porque no había dormido lo suficiente, o porque estaba cansado de sentirse mal en su interior. Sintió como alguien se sentó a su lado y le acariciaba su cabello. 

Ca: Qué te pasa? Y no me digas que no te pasa nothing, porque todos nos dimos cuenta que te pasa algo. Hasta Nick se dio cuenta, que tarda un poco para darse cuenta de lo que pasa a su alrededor. Encima yo tengo un feeling cuando mi bestu se siente mal. Decime Pedri, porqué estás tan triste? 

Sacó su cabeza entre sus piernas, y la miró por primera vez en varias horas

Pe: (triste) Tanto se me nota?
Ca: (acarciando su rostro) Si...me querés contar?
Pe: No tengo muchas ganas de hablar de eso Can... 
Ca: (sonriendole)Bueno, entonces te venís conmigo. No voy a dejarte acá solito. Encima voy a necesitar a mis dos hombres que me protegan de la película... 

Candela se levantó y le tendió una mano a Pedro. Él le regaló una sonrisa falsa, pero una sonrisa al fin y tomó su mano. Los dos se ubicaron en el sillón, Candela entre medio de Victorio y Pedro. Ella, trataba de levantarle un poco el ánimo, pero no había caso. De todas formas, él sonreía de vez en cuando para no preocuparla. Derrepente sintió como alguien se sentaba a su lado y pudo identificar al segundo de quien se trataba, debido a ese exquisito perfume que ella siempre usaba. No podía soportar tenerla a su lado, si no podía acariciarla ni abrazarla. Prefería mantenerse lejos de ella. Y eso fue lo que hizo.