SENTIMIENTOS.

Capitulo 109.

Juan Pedro con una expresión extraña miró a ese hombre de pies a cabeza. No era ningún tío de ella, no. Demasiado joven como para ser su tío. Primo tampoco, porque tenía nada más que 5 primos, y los conocía a cada uno. Sin duda, no era ningún familiar, porque conocía entera a su familia. ¿Alguien del colegio? No. Parecía un poco más grande, y además no llevaba el uniforme del colegio de Mariana. ¿Quién era? 

-Uh... perdón…no sabía que estabas con alguien ¿Interrumpí algo?- Sí, interrumpiste mucho, tuvo ganas de decirle Pedro, pero se quedó pensando todavía quién podía llegar a ser. No era feo, al contrario, y debía tener uno o dos años más que él. 

-Emm... no. No interrumpiste nada…- le aseguró Mariana notando su cambio nervioso de voz. Se dirigió a Pedro que tenía una expresión de no gustarle nada este chico. –Él es… es Francisco- lo presentó sumida en la vergüenza. No entendía la razón de esos estúpidos nervios. Era como si no quisiera que justo Juan Pedro lo conociera a él, porque no quería que interpretara cualquier cosa. 

-Exacto. El profesor particular de física de ésta burra- dijo cargándola riendo, y algo despeinándola, Mariana simuló reírse (solo para quedar bien) y Juan Pedro no le encontró la gracia. 

Ca: "Tenías razón, es un alto caño! Me enamoré. Chau física, por mi me la llevo a marzo, con tal de estar con este bombón..."
Ro: ¿Está hablando del profesor de física que me contaron el otro día? 
Ca: (entusiasmada) Sí! Es que viste que Lali andaba medio mal en física y bueno le recomendé a este que es un súper bombonazo

Por esa expresión y ese silencio, temía lo que estaba pasando por la cabeza de Juan Pedro, y mucho más después de que sus amigas le hayan ‘indirectamente’ metido en su cabeza que había onda con tal Francisco, un profesor particular de física, solo para darle celos. Justo esto le tenía que pasar después de todo lo que pasó anoche.

Así que era el famoso profesor de física. Ese que era ‘súper caño, súper bombón, súper tierno, súper súper súper’. Por fin tenía el gusto de conocerlo. Un revuelco en su estómago apareció al recordar el mensaje de Mariana leído por Candela. A Mariana le gustaba o así dio a entender en el mensaje. ¡Y el que fue un iluso pensando que ella sintió lo mismo que él ayer! En el fondo le agradeció a este “Fran” por haber aparecido, así no tuvo la oportunidad de quedar como un idiota en frente de Mariana. 
Ahora entendía porque estaba ‘ocupada’ Mariana, o mejor dicho con quién estaba ocupada. 

-Él es… Juan Pedro.- y se sintió incómoda ante el eterno silencio de Juan Pedro. Prefirió no darle detalles de quien era. No hacía falta que Francisco sepa que es su ex. Además no quería decirlo. 

-Un gusto- le dijo Juan Pedro al estrechar su mano, y al recibir la mano del otro, agitaron sus manos. Simuló la sonrisa más falsa que utilizó en su corta vida, pero a su suerte él se la creyó, hasta Mariana que quedó desconcertada por la sorprendente cordialidad de Pedro. 
El secreto estaba en imaginarse que ese idiota ahora tiene 83 años y es un viejo baqueteadísimo que a Mariana le daba asco hasta su presencia, solo eso. Esta vez no quedaría como un imbécil que hierve de celos, eso era caer bajo. Él sabría controlar sus celos y guardar sus puños, no podía quedar como un inmaduro frente a ‘Fran’. Lo atacaría de otra forma que no sea físicamente. 

-¡Listo! Ya estoy…- dijo pero se frenó al lado de su hermano al ver a una persona que no conocía al lado de Mariana. 

-¡Naaaaa! Jodeme… ¿es tu hermano?- preguntó al verlos a los dos juntos, y sonaba como si hubiese descubierto América en 1492. Juan Pedro asintió. -¡Son iguales!-

-Chocolate por la noticia.- rió- Los hermanos tienden a ser parecidos…Ah no, claro. Vos no estudias Biología, se nota que lo tuyo es Física- dijo el rugbier con un dejo de sarcasmo pero sin sacar esa sonrisa de su rostro. Imbécil. Francisco le sonrió con esa asquerosa sonrisa y lo único que quería hacer Juan Pedro era descargar su bronca.