Sábado... pareja que buscar.
Domingo... vestido que elegir.
Lunes... preparativos que organizar.
Martes.[/center]
El tan esperado día había llegado sin previo aviso. Meses, semanas, días contando y tachando en el calendario cuantos días faltaban para que llegue ese gran día que lo veían tan lejano, y nadie se percató de que los días pasaban como agua. Días desperdiciados hablando con entusiasmo sobre qué ponerse, a quién llevar y tantas otras cosas más, y ahora solo quedaba ir y asistir a la fiesta.
Una gran ráfaga de nervios rondeaba por el aire, todavía quedaban muchas cosas por hacer y muchos hubiesen querido tener la maravillosa habilidad de poder detener el tiempo.La mayoría de las mujeres se habían robado todos los nervios y los habían depositado en su interior. Andaban de acá para allá, volviéndose locas e histéricas. No todos los días las pasaban a buscar un hombre y las llevaba a una fiesta, por eso mismo buscaban estar divinas a toda costa.
Candela, una delgada castaña con excesivo maquillaje que sobresaltaba sus ojos oscuros, recorría todo su cuarto y desparramaba la ropa por toda la habitación, tratando de poder ubicar ese ideal accesorio con el cual terminaría de estar estupenda para el día de la fecha. '¡Ahí voy, Cheeks! ¡Ya bajo!' se la escuchaba gritar, tratando de callar su voz nerviosa e histérica por no encontrar ese bendito accesorio.
Él siempre puntual y ella a todo al revés. Hace media hora la venía esperando y escuchando sus 'Estoy bajando!' cuando ni había bajado un simple escalón. Se lo tomó con calma, solo porque se trataba de ella.Era todo un honor para una mujer no perteneciente del colegio, ser invitada a la fiesta anual del Rockland. Solo asistían los profesores y directivos junto con los alumnos/as de los tres últimos cursos del colegio. Estos últimos podían llevar solo una persona, por eso que el honor era muy grande, ya que la fiesta daba mucho que hablar después.
Siempre le dijeron que era la mejor fiesta del año y desde hace un año deseó poder ir este año. Nunca se pensó que iría y hasta asistiría con su novio, ese del cual estaba profundamente enamorada. Ya estaba lista y solo esperaba el bocinazo de él, anunciando su llegada. Miraba y volvía a mirar su reloj, pero aunque lo mire muchas veces no iba a hacer que Nicolás llegara.
Antes de la fiesta le había propuesto primero pasar por un bar, tomar algo y después partir para la fiesta. No aguantaba más los nervios, lo quería ver. Una bocina se oyó y salió disparada hacia afuera de su casa.Había que admitir que algunos hombres se encontraban algo nerviosos, pero este no era el caso de él. Le daba igual ir o no ir a la fiesta, simplemente iba porque sabía que se iba a arrepentir después no ir. Se terminó de acomodar la camisa, mientras tenía a un piojo que lo cargaba y lo burlaba. El pequeño no entendía que Lali no iba a ir, por eso mismo Juan Pedro le perdió el interés a la fiesta. Antes de que se arrepienta y elija quedarse durmiendo en su casa, agarró el saco del traje, saludó a Cristóbal y emprendió camino para ir a buscarla a María Paz.
"Estás...estás..." dijo sin finalizar su oración al quedarse boquiabierto, al verla bajar por las escaleras. "Wow" concluyó al no encontrar un adjetivo que pueda describir lo linda que se encontraba su novia. Ella se enrojeció y rió al verlo tan embobado en ella. Estaba más producida de lo normal, y con cierta elegancia no muy típica de ella. Tragó saliva y pestañeó para caer a la realidad, ya que ella se estaba acercando hacia él.
Sabía que iba a estar María del Cerro en la fiesta, así que decidió estar más linda de lo normal para sorprenderlo y que la mirada de Gastón no se desvíe. Con un beso lo terminó de derretir y ambos salieron por la puerta de entrada.
ESTÁS LEYENDO
SENTIMIENTOS.
RomanceNovela laliter. Es una novela que lei hace mucho y me encanto. Aclaro que no la escribo yo, y no se quien es la autora. Si algun dia lee esto hagase presente