Capitulo 121.

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Ya había caído la noche, por lo tanto, ya todos se encontraban reunidos en el living junto a un par de bebidas alcohólicas para empezar a festejar el decimoctavo cumpleaños del dueño de casa que sería en muy pocas horas. El ambiente estaba algo pesado debido a ciertos problemas de parejas pero al ser casi el cumpleaños de un amigo, decidieron intentar llevar esta noche de la forma más pacífica. 

-¡Ay! Estoy súper emocionada por tu cumple, bestu. ¿No estás re contento? –preguntó Candela que se encontraba sentada a su lado intentando contagiarle su buen humor y alegría. 

-Sí…que se yo…-respondió Juan Pedro algo dudoso mientras se despeinaba el pelo. –Ni me va, ni me viene…-finalizó careciendo entusiasmo. 

-Te entiendo…a mí siempre me pasa…estás en la depresión pre-cumpleaños. –Juan Pedro la miró raro. –Es en la que ves todo bajón, y no queres que sea tu cumpleaños y bla, bla, bla… pero tranqui que es solo un momento, después se te pasa. 

-Estás loca, Cande –le sonrió vagamente y todo quedó silencio entre ellos. Ambos suspiraron mirando hacia la nada. 

-¿Va a venir Agus? –preguntó algo tímida y con cierta tristeza en su rostro. 

-Me dijo que más tarde me pasaba a saludar…

-Ah…-contestó suspirando y luego agachó su cabeza. –¿Te contó? –le preguntó dándole a entender sobre como habían terminado de mal las cosas ayer. Él asintió. -¿Qué te dijo? 

-Me parece que lo tendrían que hablar entre ustedes…

-Pero no me responde ni un mensaje, ni me atiende cuando fui a visitarlo…no me quiere ni ver. –dijo con un dejo de tristeza. –Me quiero matar, Peter…-susurró casi sin vida, mientras se apoyaba contra su hombro. Él la abrazó con ternura. 

-Ey, Can…-le habló bajo. –No creo que no quiera verte, sino que quiere pensar un poco…pero hoy que viene probá hablarle…pero yo creo que antes de hablarle deberías sincerarte con vos misma…

-¿Cómo sincerarme? 

-Hay dos personas que te aman y que pelean por vos, y solo esperan que vos te decidas…a lo que voy es que tenés que averiguar lo que sentís por cada uno…yo creo que tenés mucha culpa por sacar tus verdaderos sentimientos, para no lastimar a nadie…pero te vas a terminar lastimando a vos misma. Sé sincera con vos, y con ellos, eso es lo que te quiero decir. –concluyó, mientras la abrazaba más fuerte, dejándola reflexionando. 

-¿Querés que te sirva? –preguntó ofreciéndole la botella que estaba en sus manos, ya que ella se acercó para servirse algo. Simplemente lo ignoró. Lo ignoró como hizo toda la tarde, como hizo con sus llamados, con sus mensajes y con su visita a su casa. Suspiró, ya no sabía cómo pedirle perdón. -¿Hielo? –preguntó pero fue en vano, ya que otra vez lo ignoró y se sirvió ella. –Dale, Ro…¿no me vas a hablar? –dijo acercándose con uno de esos pucheros que ella nunca pudo resistirse. No respondió. –Dale, Rochi…sabés que estábamos jodiendo…-añadió enredando su cintura con sus brazos. Ella se soltó ariscamente y se fue a sentar. 

-A ver si ponemos algo de música, para levantar un poco el ánimo –habló Nicolás levantándose y yendo hacia el equipo de música para prenderlo. Se acercó a Eugenia extendiéndole una mano. -¿Bailas conmigo, olvidando tus celos? 

-¿Qué pasa? ¿Michi te canceló? –cuestionó aún enojada. Él rió. -¿De qué te reís? 

-Me encanta cuando te pones celosa –se acercó entre risas. 

-Salí de acá –lo empujó hacia atrás y se fue a sentar junto a Rocío. 

-Hey, Cris…-lo frenó Gastón disimuladamente junto con Victorio, acercándose al pasillo donde justo pasaba el pequeño. Cristóbal se acercó un poco más a ellos. -¿Está todo preparado? –le susurró. 

SENTIMIENTOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora