SENTIMIENTOS.

Capitulo 92.

Ga: Contestame, Rochi.. ¿es por mi culpa? 

Se quedó tildada en esos ojos claros, que reflejaban una cierta preocupación y tristeza. Hace mucho que no lo miraba así, profundamente. Al mirarlo se le revolvió todo adentro suyo, sintió un escalofrío y corrientes eléctricas debido la cercanía en la que estaban. Era imposible poder pensar algo claramente, poder tratarlo como era debido, si ella no hacía nada más que amarlo. ¿Por qué le hacía esto? ¿Por qué no se iba con María del Cerro y la dejaba a ella en paz? Más y más lágrimas brotaban de sus ojos porque ya no podía aguantar más esta situación. 

Ro: (llorando profundamente) ¿Por qué estás acá Gastón? ¿Por qué no te vas con María del Cerro? 
Ga: (acercándose más) Porque te quiero a vos, y no a ella
Ro: ¿Ahora me queres a mi? 
Ga: Ya sé, soy un idiota y me odio por haberte dejado. Pero gracias a eso me pude dar cuenta de lo mucho que sos para mi, de cuanto te extraño y te necesito... 
Ro: Basta, Gastón.. dejame ir 
Ga: Es que no te puedo dejar ir, ni te quiero dejar ir.. y mucho menos si estás llorando por mi.. perdoname Rochi.. 
Ro: ¿Por qué haces todo tan difícil? 

El cielo negro junto con los truenos y los vientos fuertes, provocaron que de poco en poco vayan cayendo gotas de lluvia. Se iban amontonándose, hasta llegar a mojar toda la cuidad. Ellos ya estaban casi empapados, pero nada les importaba, solamente la persona que cada uno tenía enfrente. 

Ga: ¿Irónico, no? En un día así como este, yo te dije todo lo que sentía por vos por primera vez, lo mucho que te amaba y vos saliste corriendo.. 

Rocío cerró los ojos recordando esos días en Mar de las Pampas, en los que Gastón la trataba mal, y era solo porque la amaba. También recordó como el explotó ante ella, y como una estúpida salió corriendo, confundida. 
Al abrir los ojos, se encontró con Gastón más cerca aún de ella. 

Ga: (casi rozando sus labios) Esta vez no voy a dejar que salgas corriendo...dejame que cure todo lo que te hice... 

Con esas palabras despidió la poca cercanía que ambos tenían y juntó sus labios con los de ella. ¿Cómo iba a no resistirse ante un beso de él? 
Él, después de todo era su debilidad, y con aquellas palabras la terminó de flaquear. El dolor se alivió de golpe, y ahora brotaba una intensa felicidad dentro suyo. 
Y así se siguieron besando bajo la terrible tormenta. 

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"Ay, qué suerte que viniste Lali. Las tormentas me dan muuuucho miedo"dijo abrazándola fuerte al escuchar un gran trueno. Sonrió al sentir al pequeño entre sus brazos. Este momento era el mejor de su día. Con Cristóbal se distraía, se divertía, y se sentía muy querida estándo con él. Estaban los dos tirados en la cama del niño, con la televisión prendida y acababan de terminar de jugar un poco a la PlayStation. Era imposible ganarle, y el rubio se había cansado de ganar siempre. 

La: Es solo una tormenta, enano
Cr: Callate, vos no podes decir nada porque sos más miedosa que yo
La: (haciéndole cosquillas) Malo! 
Cr: No cosquillas, no! Plischu, Lali... ya tengo suficiente con el pesado de tu novio.. 
La: (dándole besos en la mejilla) Y él te da muchos muchos besos como lo hago yo? Te da muchos muchos abrazos como yo? Y te quiere mucho mucho como yo?
Cr: (sonriendo) Te quiero mucho, Lali 
La: Yo mucho más y no se discute
Cr: Ofa 

En ese momento la puerta de la habitación se abre y entra Juan Pedro en ella. 

Pe: Enano, no viste un papel con muchas anotaciones? Lo deje hoy por acá.. 
Cr: No lo vi (Peter amaga a irse) No te vayas! Vení a jugar a la play conmigo, (riendo) ya me canso de ganar con Lali, es malísima.. 
Pe: Ahora no puedo, enano. Tengo que terminar algo de Matemática.. 
Cr: Lali es buenísima, o no Lali? (ella asiente tímida) Que te la haga tu novia que para algo está... (abrazándola) Mentira, Lalucha.. 
La: (mirándolo tímida) Si queres te hago...la tarea.. 
Pe: (mirándola frío) No necesito la ayuda de nadie, puedo solo 
Cr: Bueno, perdón.. yo lo dije porque pensé que Lali podía ayudarte.. 
Pe: No te preocupes, enano...te juego un partido y me voy, si?