Capitulo 89.

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Me: ¿Qué pasa Gas?
Ga: No puedo hacerme el idiota con vos. Te juro que traté, pero ya no puedo remarla más. Mery, lo que te quiero decir.. es que.. no puedo seguir más así, no me puedo seguir engañando, no puedo seguir pensando de que siento algo por vos, no puedo seguir mintiéndote porque yo sigo amando a Rochi...perdoname.. todo esto fue un error mío..

Se murió de culpa en su interior cuando el rostro de ella cambió por completo. Soltó sus brazos que rodeaban su cuello y se separó de él, mientras agachaba su cabeza con tristeza. Había tratado de decirselo de una manera mejor, pero ella siempre le cambiaba el tema, no quería lastimarla, pero alfin y al cabo esa era la única manera para que entienda de que el pelicorto no quería saber más de ella.

Me: Ah..emm..bueno..
Ga: Perdón Mery, yo no quería que las cosas pasaran así.. pero la verdad es esa, que a mi nunca me dejaron de pasar cosas con Rochi...
Me: (triste) Si, bueno..está bien..

Agarra su cartera junto con su abrigo y con la cabeza inundada en tristeza, además de algunas gotas ya cayéndose de su perfecto rostro, salió de la habitación de Gastón, dejándolo solo. ¿Por qué nunca que quería no lastimar, terminaba lastimando? Ahora que había terminado cualquier relación con la rubia alta, ¿qué haría con Rocío? Estaba claro que ella no quería saber nada de él, ni hablarle, ni nada.. .Sentía esta cosa rara en su garganta, un nudo insaciable que no se llenaba con nada. La necesitaba a ella, la quería a ella.

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"¿Estás... llor..ando, Lali?" le preguntó él con esa voz tierna y dulce, haciendo el esfuerzo sobre humano para poder completar una oración, mientras se separaba del eterno abrazo entre ellos dos, para mirarla a sus ojos café y comprobar si sus ojos estaban borrosos. Ella al escucharlo lo abrazó nuevamente, con ternura y amor.

La: No, enano. Simplemente me emociona que estés acá

Mentía. Sí, estaba a punto de llorar, no solo porque el le demostraba tanto amor que hace mucho nadie le daba, encima era injusto que alguien como él la quiera tanto. Y no solo era eso, sino que esas dolorosas palabras de Pedro dichas hace pocos minutos le hacían un hueco en su corazón.

La: Mirá como estás enano, lleno de cables respiratorios...y casi ni podes hablar... no quiero verte así..
Cr: Mamá me...me dijo..que si hacía repo..so y me cuidaba...me iba a poner..bien
La:(sonriendo) Sí, estoy segura que te vas a curar muy rápido...(cambiándo de tema, mirándo la tele) ¿Qué veías?
Cr: Toy Story..

Cristóbal la invitó a acostarse a su lado, mientras ella lo acunaba en sus brazos. Si había alguien que le traía mucha paz, era simplemente él. Porque gracias a su infinita ternura podía sacarle millones de sonrisas en pocos minutos. Ambos fijaron la vista en la televisión, bueno ella simulaba que la veía y de vez en cuando lo miraba para ver como se reía de un celoso 'Woody' por un tal muñeco espacial. Ella no podía no reírse ya que su risa era tan contagiosa.

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Acostado en su cama, mirando a lo más entretenido que tenía en ese momento, el techo. Bufó recordando las palabras de su amigo.

Pe: No seas así, bancame en esta..
Ag: Tengo que ir a entrenar y después ver a Cande..Encima no te hagas el pobrecito que bien que queres verla
Pe: Que buen amigo sos, eh?
Ag: El mejor

Si Agustín estuviera acá sería todo mucho más fácil. Una extraña curiosidad le agarró. ¿Qué estarían haciendo? Se golpeó a sí mismo, eso no le importaba ni le tenía que importar. ¿Se habría zarpado hoy con lo que le dijo? Es que ni lo pensó, el hecho de tenerla enfrente y poder decirle todo lo que sentía no ayudó a pensarlo antes. Su cabeza al mismo tiempo planeaba en excusas para aparecer en el cuarto de su hermano menor. Otra vez se pegó a sí mismo, debía dejar de pensar en estupideces. Es que esa curiosidad no paraba de atacarlo. Se sentía un idiota, no le tendría que dar vergüenza ir a la habitación de Cristóbal, era su hermano. Miró la hora, y le vino como anillo al dedo. Perfecta excusa.
Hora del remedio de Cristóbal.

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