SENTIMIENTOS.

Capitulo 77.

Y si hacemos mal chicos? La vamos a preocupar a Emi al pe+do, y encima con todo lo que están viviendo con Cris.." dijo una María Paz, preocupada en la puerta de entrada de los Lanzani, junto con Candela y Agustín. 

Ag: Es que este pibe no se donde se metió, no aparece desde anoche... no atiende el celular, ni dijo donde se iba, y lo peor de todo es que estaba en pe+do.. 
Ca: Agustín! Vos queres que a mi me agarre uno de esos panic attacks!?! Me haces pensar que a mi bestu le está pasando lo peor! Ya les dije para mi lo secuestraron, vieron que era un guy fachero, con toda la pinta y se lo llevaron! 
Mic: Para mi que también, sino nos hubiese llamado o algo.. 
Ag: Son dos psicópatas no se para que vengo con ustedes, mejor toco el timbre.. 

A los pocos minutos salió esa rubia espléndida a la cual querían ver. 

Em: Chicos! ¿Qué hacen por acá? 
Ag: No está Peter, no? 
Em: No...no volvió a casa hoy..pensé que estaba con alguno de ustedes.. 

Los tres se miraron entre si

Em: ¿Pasó algo? 
Ag: Em...no sabemos.. 
Em: Ay chicos me preocupan.. ¿qué no saben? 
Ag: No te queremos preocupar Emi...pero no sabemos donde está Peter.. 
Ca: Sí...no contesta el celular

Su cara cambio drásticamente. Era lo que menos se esperaba. La deseperación comenzó a recorrer su cuerpo. Se trataba de su hijo, ya tenía suficiente con su hijo menor. 

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"Bueno está bien, no encontramos ahí Federico...te tengo que cortar porque viene Nicolás...si..si..yo también.." cortó su celular. Lo último fue una simple mentira, mira si Mariana iba a "querer" a ese fracasado. Se estaba volviendo aburrida esa relación con él, ya no era lo que era antes, en su última relación con él. Antes era rebeldía, la hacía sentir importante, pero ya no era lo mismo. Quizás era por el hecho de haberse enamorado de Pedro, y haber conocido otro tipo de relación, una relación en donde por primera vez se sentía valorada y amada como se merecía. Ya nada era igual, ni ella lo era. 
A los pocos segundos después de cortar, llegó Nicolas; como lo había previsto. Se lo veía furioso y sacado. 

La: ¿Qué pasó Nico? 
Nic: Nada, (abrazándola) lo que importa es que no te va a molestar más

No sabía si eso debía alegrarle o apenarle. Estaba acunada en los brazos de él, mientras notaba como se iba tranquilizando el rubio muy lentamente. ¿No había sido mucho lo que había hecho? Se lo cuestionaba una y otra vez. 

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No sabía muy bien que hacía allí, lo que sí sabía era que quería estar solo. Bueno, completamente solo en ningún lugar podía estar. No quería ir a su casa, no quería ir a lo de nadie, solo quería vagabundear por las calles. La gente lo miraba raro, y sí, él también se asustaría si veía a un pibe todo golpeado caminando libremente por las calles de Buenos Aires. Pero no le importara el hecho de que estuviese golpeado y que casi no pudiese caminar del dolor que los golpes le provocaban, lo que importaba era quién había sido el culpable de que esté en ese estado. Había decidido frenar en aquella plaza. Se sentó junto a un árbol y se dedicó a mirar el paisaje. 
Veía a tres nenes jugar al fútbol, dos eran rubios y uno castaño. Los tres se reían a carcajadas, pasando un buen momento juntos. Los tres le hicieron recordar a un trío de criaturitas tiempo atrás. Se reían y jugueteaban de la misma forma y lo más importante de todo es que eran inseparables. ¿Dónde habían quedado esos tres enanos con cara angelical? ¿Dónde habían quedado esas promesas de no separarse nunca? ¿Dónde habían quedado los recuerdos juntos, los años y años juntos? ¿Dónde había quedado la confianza que se tenían? ¿Dónde había quedado toda su amistad?