Capitulo 74.

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"Dale no sean así, una vez que quiero salir me dicen que no!" dijo él reprochando. Insistía e insistía una y otra vez. Ellos le decían que no. No porque no quisiesen, sino por el bien de él. Era algo muy extraño su cambio de ánimo, sus ganas de salir, sus insistencias. Hace unas horas estaba en su cama deprimido, sin ganas de nada, como era lo habitual en éstos últimos días, pero ahora era todo lo contrario. 
Sospechaban de lo que le pasaba, pero ninguno de los tres se animaba a decírselo. 

Ca: Bestu, no es que te decimos que no...
Pe: Entonces? Hoy a la tarde me dijiste que como es viernes querías salir conmigo... 
Ca: Bueno hoy at night te digo que no bestu.. 
Pe: (a Agus) Dale vos me acompañas, no? 
Ag: No me parece buena idea Peter... 
Pe: (a Michi) Vos Mich me acompañas me imagino, no?
Mic: Pedri vos sabés que yo te re acompañaría, pero tienen razón los chicos... 
Pe: Son todos unos garcas..claro yo digo de salir a un bar y ustedes no quieren..cuando yo no quiero ustedes me obligan a ir! 

Algo ofendido y enojado por la reacción de sus amigos, se sienta en la silla que estaba junto a la computadora y se queda ahí. Agustín que estaba sentado en la cama de su amigo, junto con Candela y María paz, mira primero a Cande y luego a Michi. Candela se levanta y va hacia su mejor amigo. 

Ca: No te enojes Pedri...no es que no queramos ir, es que no da la situación... 
Ag: (yendo hacia ellos) Si man, es raro.. viniste del hospital para ver como andaba el enano, nos dijiste que sigue igual.. y de golpe saltaste entusiasmado con la idea de salir.. 
Pe: No era que querían que salga y que me distraiga? Bueno vamos, quiero divertirme
Ca: Vos estás mal bestu.. y no lo queres admitir, eso es lo que pasa...
Pe: Yo estoy perfecto, mejor que nunca.. 
Ca: No hace falta que te hagas el fuerte, bestu. Te conozco muy bien para saber cuando estás perfecto y cuando no.. y sabemos que no estás pasando un buen momento, sabemos que ir a verlo a Cris te hizo mal, por más que digas que estás perfecto..por eso es que no queremos salir..
Pe: No me vengan con filosofía barata, si no quieren salir digánmelo, pero yo salgo igual. 
Mic: No ves? Es obvio que estás mal...de un momento a otro saltaste con que querías salir..podes confiar en nosotros..
Pe: No me jo+dan, ¿vienen o no? 

Los tres se miraron entre si, dudosos y en silencio. Éste estaba muy raro, sabía que algo en su interior andaba mal, había algo que le molestaba, es por eso que se hacía el fuerte, el que no pasaba nada.. Sí pasaba, pero, al parecer, no se los quería contar.

Pe: (al notar el silencio, a Agus) ¿Venís? 
Ag: Sabes lo que opino y no me parece buena idea.. 
Pe: Vos te la perdés, si venías te la iba a prestar a Cande
Ag: (sorprendido) POSTA? 

Los tres, especialmente Candela, lo miraron por su reacción. 

Ag: Ey que me miran así.. (mintiendo) estaba jodiendo, eh? 
Ca: Ay gordi me la re creí.. 
Pe: ¿Ustedes chicas?
Mic: Vos sabes lo mucho que te quiero...pero nosotras tampoco Peter.. 
Pe: Bueno está bien.. iré solo.. me voy a cambiar.. 

Los tres se miraron nuevamente. Conocían a Pedro y era capaz de salir solo. Sabían que esa opción era la peor, ya que no podrían controlarlo. Juan Pedro se dirige hacia el baño, pero Agustín lo frena. 

Ag: Está bien, vamos con vos...
Pe: (con una sonrisa) Gracias, son lo mejor que hay.. 

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Lo volvía loco, de eso estaba completamente seguro. Sus piernas escuálidas, su físico perfecto, su pelo peculiar, su aroma de mujer, su voz sexy y provocativa, sus labios carnosos. Debía admitirlo, él también ponía su parte en este "juego" de seducción. Él también la seducía, es que le era inevitable. Era ese rincón, en ese bar, en esa oscuridad, en donde estaban ellos dos. Cada segundo que pasaba se daba cuenta de que María del Cerro lo volvía completamente loco. Era algo inexplicable lo que sentía por ella, estaba hipnotizado por su belleza y sensualidad. No podía evitar acercarse, para probar por primera vez esos deseados labios, pero en el instante que casi rozaban sus labios, una fuerza interior lo alejaba de ella. Entre medio de ellos dos estaba Rocío. Todas las veces que había tratado de besar a María, se le venia la imagen de Rocío en la cabeza junto con una culpa inexplicable. Nunca la había besado a María, y eso era lo que lo hacía más deseoso a esta "relación". 
Con María nunca tuvo una relación, ni siquiera se besó, solamente era una relación de seducción mutua. Ambos se deseaban, porque era una relación prohibida, y eso lo hacía mucho más interesante. 
Entre medio de esa noche, de este viernes, en ese bar, apareció Pablo. Era como la enésima vez que los veía "juntos", y estaba muy furioso. María se fue algo asustada por la reacción de Pablo, y los dejó a los dos hombres solos. 

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