Capitulo 86.

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Imposible no haberla visto dudar y finalmente decidir acercarse. Su mente solo estaba concentrada en ella, ella y ella. Las palabras de María Paz resonaban en su cabeza, pero se perdían en el intento. Disimulaba escucharla y ponía de vez en cuando sonrisas para hacer que la estaba escuchando, o se reía cuando ella se reía ya que seguramente era algo gracioso. Podía observar cada uno de sus movimientos, los tenía más estudiados que cualquier otra cosa. También estudiaba sus expresiones, sus gestos.. 
Lo más raro de todo esto es que pensó que solo iba a la barra a buscar algún trago y que dudaba porque le incomodaba que él estuviera ahí, pero nunca se le cruzó que era para hablarle a Agustín. La expresión de él fue una de las mejores, ya que estaba tan sorprendido como él en ese momento. ¿Agustín? ¿Qué quería ahora ella con él? Miles y miles de preguntas y cuestionamientos se le cruzaron por la cabeza. Le dijo algo inaudible a él pero lo entendió al leer sus labios. ¿Qué quería hablar con él? 

Ag: (extrañado) ¿Conmigo? 
La: (tímida) Sí, es un segundo.. 

Notó la mirada fija de Juan Pedro sobre ella, y a María Paz darse vuelta ya que cortó la conversación al ver seguramente distraído al castaño. Agustín lo miró a él tratando de buscar alguna respuesta. ¿Acaso era tan raro que ella quiera hablar con Agustín? 

Ag: ( a Michi y Peter) No me tomen mi trago, eh? Ahora vuelvo

Ante la aceptación de Agustín, ambos se alejaron y se fueron al exterior del lugar donde se encontraban. 

Ag: ¿Qué pasa? 

Ahora tenía más nervios que antes, pero lo peor ya había pasado. 

La: (nerviosa) Em.. yo..yo te quería decir gracias..

La mirada de Agustín ahora era más confusa que antes. 

La: Sí, gracias.. por todo lo que hiciste con Cande..porque estuviste ahí para ella cuando yo no estuve..la apoyaste y eso..en serio muchas gracias.. 
Ag: No tenes que agradecerme nada, yo lo hice porque la quiero mucho.. 
La: Sí, me di cuenta... la verdad que Cande se merece un pibe como vos.. aunque no me lo hubiese esperado nunca.. me alegro por los dos.. 
Ag: Gracias.. 

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Un sillón y ella. Su mirada se hallaba en sus pies, mirándolos como si fuera lo único entretenido ahí. No había más sonrisa en su rostro, él se la había esfumado y borrado para siempre. ¿Por qué había hecho las cosas tan mal? No podía parar de mirarla, quizás para buscar alguna respuesta ante sus acciones, o por arte de magia cambiar la tristeza de ella en felicidad. Ambos tenían que hablar de todo esto, las cosas no habían quedado claras la última vez. Lo que menos había querido era lastimarla como lo había hecho ya. 
Gastón se acercó hacia la rubia de pelo largo. 

Ga: ¿Podemos hablar? 

Ni siquiera se atrevió a mirarlo, y su mirada ya no se encontró en sus zapatos sino en otro extremo para mantener su vista alejada lo más posible de él. Era evidente que no quería hablar, ni saber más nada con él..y lo peor de todo es que tenía toda la razón en no querer escucharlo. 
Insistió y se acomodó en el sillón al lado de ella. Aunque ella no quiera él le iba a hablar y aclarar las cosas por lo menos. 

Ga: Rochi yo...no te quería lastimar...no quería que las cosas terminasen así entre nosotros... yo te sigo amando..

Rocío bufó y se levantó del sillón para irse. Él en el mismo instante se levantó y la agarró del brazo con tal de frenarla y no dejarla ir. 

Ga: Es verdad Rochi, yo te sigo amando.. 

"Acá estabas Gas!" gritaron provocando que él suelte a Rocío y de golpe acepte los labios de aquella otra rubia esquelética. 

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