Las lágrimas brotaban de sus ojos claros. Le recorrían su rostro y luego caían en el charco de lágrimas que se había formado en sus sábanas de animalitos. Su cuerpo yacía en su cama. Ocultaba su rostro entre sus finas manos de mujer. Su alma estaba completamente destrozada. Tenía tristeza, pero más que tristeza era descepción. Descepción, porque el hombre que creyó que era el más perfecto de todos, terminó desilusionandola. Era de suponerse, no podía ser tan perfecto y que pertenesca a ella. No podía ser que esos rulos rubios, esos labios, ese lomo, ese todo de él, pertenecieran solo a ella.
Cada vez que recordaba lo sucedido hace unas pocas horas, se le ponía la piel de gallina, el llanto aumentaba, y la angustia crecía sin límites. Sentía un agujero dentro suyo. Se sentía quebrada.
Se trataba de convencer de que todo era una de esas pesadillas que son tan reales. Pero no, ésto era la cruel realidad que le tocaba vivir. No la había perseguido, no la había visitado, ni siquiera la había llamado para arreglar las cosas. Sabía que él no iba a venir y dar la cara y pedirle perdón, lo conocía. Ya lo había hecho, y tardó bastante en dar la cara.
Quizás no la había llamado porque estaba seguro que ella no lo iba a atender, y quizás estaba esperando que se calmen las aguas para arreglar las cosas. Pero si en verdad no la amaba? Era por eso que no la llamaba? Era por eso que no le importaba arreglar las cosas?
Se dice que cuando uno está enamorado, ve todo color de rosa. Que su chico es perfecto, que es el mejor de todos, que es el más tierno, que es el más lindo, etcétera, etcétera.
Pero ésta vez, a Eugenia se le estaba cayendo la ficha. Cada segundo que pasaba, se daba cuenta de que él no era tan perfecto como parecía, o como ella pensaba.
No podía dejar de amarlo, porque lo amaba y demasiado. Pero tampoco podía hacer borrón y cuenta nueva, y hacer como si nada hubiese pasado. No podía hacer eso, porque estaba ese agujero, ese dolor que él había creado en ella.
No debió nunca ir a su casa, sino nada de ésto hubiese pasado.Había ido directo desde el colegio y a pie. Estaba en frente de la gran puerta de entrada de la lujosa casa de los Riera. Tuvo que aguardar unos minutos, luego de tocar el timbre, para que Mateo Riera le abra la puerta. Se saludaron cariñosamente, le tenía un gran afecto al niño. El pequeño le indicó que su hermano mayor, su novio (ahora ya ni sabía si seguía siendo su novio), estaba en su habitación.
Subió las infinitas escaleras, sin apuro. Bueno, quizás un poco. Lo extrañaba, no lo había visto por dos eternos días, solo por las malditas pruebas del colegio, que le habían dejado atada a su casa y a los libros. Al llegar a la habitación, abrió la puerta delicadamente. Lo vio allí, sentado en frente de su computadora. Llevaba el uniforme del Rockland, le quedaba tan lindo. Ella también vestía su uniforme, pero a él le quedaba diez veces mejor que a ella. Lo usaba todo desarreglado, y eso le encantaba. Su camisa blanca estaba desatada dejando al descubierto su tremendo lomo.
Estaba tan ensimismado en la computadora, que ni se había percatado de su presencia. Decidió tomarlo por sorpresa, abrazandolo por detrás y apoyando su cabeza en su hombro. Enseguida sintió como Nicolás se sobresaltó.Nic: Bonita! Me asustaste!
Eu: Qué, tan fea soy?
Nic: (sonriendo) La más fea de todas
Eu: (riendo) Me quedo tranquila entonces. Qué hacías?
Nic: Te esperaba para ir a tomar el te, y bueno mientras te esperaba me conecté un rato
Eu: No estarás hablando con unas chicas?
Nic: Nunca, solo con los chicos. Qué te parece si me das un beso y después vamos abajo a comer?
Eu: Me parece una excelente ideaSeguido a esas palabras, Eugenia, posó sus extravagantes labios en los del rubio ruloso, y seguido a eso fueron a la cocina.
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"Alelí! Vení más para acá!" gritó Gastón al ver que su hermana se alejaba, para hamacarse en las hamacas de la plaza. Su novia, Rocío, estaba abrazada a él. Los dos estaban sentados en el pasto, contra a un árbol. Él la había pasado a buscar por su colegio y la había llevado a su casa. Decidieron llevar a Alelí a la plaza cerca del country y de paso poder tomar un poco de aire libre.
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SENTIMIENTOS.
RomanceNovela laliter. Es una novela que lei hace mucho y me encanto. Aclaro que no la escribo yo, y no se quien es la autora. Si algun dia lee esto hagase presente