Capítulo 37

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*narra Manuel*

Te quiero. Te quiero. Te quiero. Te quiero.

Estas dos palabras, ocho letras, no paran de repetirse en mi cabeza. Ana me quiere, no importa de qué manera, pero me quiere.

*narra Ana*

Creo que la noche de ayer fue una de las más especiales que he pasado en el programa y también en mi vida. Estoy feliz.

Marta: Me das miedo tan sonriente, Ana. - comenta, cosa que hace que ensanche todavía más mi sonrisa. Nos estamos preparando para ir a desayunar.

Ana: Todo gracias a Aina...

Aina: ¿Gracias a mí?

Ana: ¿Qué pasó ayer? ¿Qué le hiciste al pobre Mendicuti?

Marta: ¿Cómo? ¿Me he perdido algún capítulo de tu vida o algo?

Aina: Tenías que sacar el tema...

Nos explicó todo lo que pasó y no me gustó nada la manera en la que lo trató.

Ana: No estoy de acuerdo en nada, al menos tendrías que haber aguantado el tipo toda la noche, después de todo lo que trabajó para dejarlo así...

Aina: No me salía de dentro, ¿no lo entiendes?

Ana: Pues claro que no... Deberías pedirle disculpas.

Marta: Estoy con Ana.

Aina: ¿Pedirle disculpas porque él no me guste? Venga ya...

Marta: No tergiverses, ¡pedir disculpas porque despreciaste su sorpresa!

Aina: ¡Me molesta que os creáis que lo sabéis todo! Dejadme... Ya lo arreglaré a mi manera.

*narra Mendicuti*

Apenas tengo apetito... Le he explicado a Mauro todo el desastre de ayer y él insiste en que me olvide de ella, que una persona que me trata así no se merece mi amor. Pero no puedo dejar de buscar su mirada, es lo único que me inspira a hacer las cosas bien. Tendré que empezar a buscar otra fuente de inspiración... No hay nada peor que el amor cuando no es correspondido.

Detrás del delantalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora