Detrás del delantal

Capítulo 102

CAPÍTULO 102

*narra Martina*

Todavía estamos encima de Manu, apresándolo para que no se escape. Por la expresión de Ana, sé que está pensando una gran venganza.

Ana: Ve a buscar una silla y cuerdas. Te parecerá extraño, pero tengo un montón de cuerdas en mi maleta. - me susurra, para que no la oiga Manuel. Mi amigo lleva un rato sin decir nada y Ana no para de mirarlo, divertida. Se nota que está disfrutando demasiado, se nota que este sí que es su rollo. Con la imaginación que tiene Ana, estoy segura de que los chicos van a recibir una buena.

Primero voy a la habitación a por las cuerdas y me sorprendo al ver el arsenal de cuerdas que posee Ana. ¿Para qué querrá tantas? Cojo todas las que puedo y me voy a la sala común a buscar una silla. Cuando vuelvo a llegar al árbol, que creo que Ana y Manu le llaman el Árbol del Ahorcado, Aina, Ana y Manuel siguen todavía en la misma posición. Ana luce una sonrisa triunfal, mientras cogemos entre las tres a Manuel, que se resiste demasiado, y lo atamos a la silla.

Manuel: ¿En serio, chicas? Era solo una broma...

*narra Manuel*

Ana: Id a quitaros toda esa mugre, me quedo vigilándolo. - Ana me está dando mucho miedo, ahora sí que se ha metido demasiado en el papel de Garfio, ¡hasta les da órdenes a sus amigas! Me juego lo que queráis a que ahora mismo se piensa que son su tripulación.

Manuel: Anita...

Ana: Llámame Garfio. - se rasca la nariz y con eso solo consigue que su mano se ensucie todavía más.

Manuel: Decidido. Estás más cuerda que yo. Y mira que eso es decir.

Ana: No hablo con traidores. - me gira la cara y se me escapa una risa al recordar el salto que han pegado las tres cuando les he tirado el agua. En ese momento me sentía como Katniss Everdeen cuando les tenía que tirar las rastrevíspulas a los profesionales. - Así que te divierte la situación, ¿eh?

Manuel: Pues claro, lo hemos hecho para divertirnos y para que os divirtáis con nosotros, bacalao.

Ana: Lamento decirte que no me he divertido nada, - pero se le escapa una tímida sonrisa y sé que en el fondo se lo ha pasado bien - pero te puedo asegurar que en este momento me lo estoy pasando mejor que nunca. No sabes lo que os espera. - imita a la perfección la malvada risa del Capitán Garfio.

En este momento es imposible que el vacío se apodere de mí, nunca he estado más seguro de mi relación con Ana. Sí, esa chica que se dedica a atarme a una silla y que sé que las próximas horas las voy a sufrir, porque la conozco, conozco su forma de ser y de actuar, sus ideas locas, que no se echa para atrás hagas lo que hagas. Pero soy feliz, muy feliz a su lado. Ella consigue hacerme feliz.