Capítulo 21

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*narra Lluc*

He perdido la noción del tiempo y del cansancio me quedo dormido sentado en la puerta de la habitación hasta que un soplido en la oreja me despierta del susto. Me encuentro a Marta partiéndose de risa.

Lluc: Eso no ha estado bien.

Pero en el fondo ella sabe que sí, porque me uno a su risa.

Marta: Por cierto, qué haces aquí?

Lluc: Estaba preocupado.

Marta: Por Víctor?

Lluc: Bingo... Dónde está ahora?

Marta: Le he dejado bañándose solo. Es un idiota entero, tenías razón, lo siento.

Un sentimiento de victoria me recorre el cuerpo.

Lluc: No quiero decir te lo dije, pero... Te lo dije.

Marta: JAJAJAJA qué tonto eres. Me lo dijiste, sí. A partir de ahora tendré más en cuenta tu opinión, lo prometo. Por cierto, a Mendicuti le gusta alguien? Muchas veces le veo empanado y me da la sensación que piensa en una chica. Sí, soy una cotilla.

Lluc: No lo sé, nunca me ha comentado nada. Por qué lo preguntas? Estás por Mendicuti?

*narra Marta*

Esa pregunta despierta algo en mi interior. Claro que no. No estoy ni por Mendicuti ni por Víctor. Ahora lo tengo claro. Hasta ahora no me había dado cuenta de que lo que necesito en mi vida es esa sonrisa. Su sonrisa. Sin pensármelo dos veces, beso a Lluc. Es una sensación maravillosa, que ahora que la he experimentado por primera vez, sé que no voy a poder sobrevivir sin ella.

Lluc: Dios, Marta, eres genial.

Me sonrojo. Él también. Como los dos nos hemos quedado bastante cortados, al ser tan vergonzosos, nos quedamos abrazados hasta que llegan mis compañeras y no hay más remedio que separarse.


Detrás del delantalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora