Detrás del delantal

Capítulo 71

CAPÍTULO 71

*narra Aina*

Aina: Bueno, después de lo que ha pasado, ¿queréis seguir jugando?

Guillermo: ¿Por qué no? Verdad o atrevimiento, Lluc.

Lluc: Verdad.

Guillermo: ¿Por qué últimamente estás tan deprimido? - pregunta Guillermo, que vive en su mundo y no se entera de lo que pasa en el de los demás. Lluc se queda un rato pensando, hasta que contesta, con muy mala leche, por cierto.

Lluc: Porque una zorra me ha dejado porque no aprueba mi forma de ser.

Marta se sobresalta e intenta controlarse.

Marta: ¿ZORRA? Sin faltar, eh, bonito... Venga, me toca, quiero prueba.

Mendicuti: Métete cubitos de hielo por la camiseta.

Marta: Demasiado light. Es igual, ya me la escojo yo. Besa a alguien. - coge con sus manos la cara de Víctor, que lo tiene a su lado, y le pega un gran morreo. Cuando ha acabado, se queda mirando a Lluc con desdén y le guiña el ojo.

Lluc: No me he equivocado con lo de zorra...

Víctor: ¡Ni se te ocurra hablarle así a Marta! - salta Víctor, todavía con cara de atontado por el beso que acaba de recibir de Marta.

Lluc: Yo le hablo como ella me ha tratado a mí, ¡¡como un pañuelo de usar y tirar!!

Víctor se levanta, coge a Lluc y le pega un buen puñetazo, forcejean entre ellos hasta que Lluc cae a la piscina. Marta empieza a pegarle pequeños puñetazos a Víctor en el pecho, sin parar de insultarle e intenta ayudar a Lluc a salir de la piscina, pero él rechaza su ayuda. La sala se convierte en un hervidero de gritos hasta que Marcos silba bien fuerte.

Mendicuti: ¿PERO QUÉ OS PASA HOY A TODOS? No paráis de putearos entre vosotros y no hay que olvidar que hemos venido aquí a disfrutar de la cocina y de los nuevos amigos, no a discutir continuamente entre nosotros. Yo me siento muy afortunado de estar aquí y de haberos conocido - me mira fijamente -. El amor no es esto, el amor es vida, el amor es bonito, el amor es quererse. El amor es ser comprensivo con la otra persona y saber escuchar. Estoy harto de que no apreciéis al amor como se debe.

Dicho esto, sale por la puerta. Yo me quedo embobada repasando todo lo que acaba de decir y pensando en lo boba que he sido rechazándolo.