Detrás del delantal

Capítulo 96

CAPÍTULO 96

*narra Manuel*

Estoy sentado en el sofá, mi hermano está a mi lado. Mis uñas golpean la mesa, provocando así un sonido que solo hace que me ponga más nervioso. De repente, mis padres están delante de nosotros. Abren la boca, pronuncian las temidas palabras y todo se esfuma. Vacío. Todo negro. Caigo por un precipicio que no tiene final. Intento gritar pero mis cuerdas vocales no producen ningún sonido. No puedo respirar.

PUM. Me despierto, sudando y jadeando. Así es imposible descansar, esta pesadilla ha vuelto a mí y no para de perseguirme desde hace tres noches.

¿Lo peor de todo? La nada, el vacío. Que lo que una vez fue, se desvanezca.

Intento volver a conciliar el sueño, pero me resulta imposible, solo puedo pensar en todo lo que salió mal una vez y en que la historia puede volver a repetirse...

***

Remuevo mi leche sin prestar demasiada atención a nada, con una cara decorada con unas grandes ojeras. Ana se coloca en frente de mí pero ni me inmuto, mi mente está negra, solo puede ver el vacío.

Ana: Tierra llamando a Manuel. - sigo removiendo sin hacerle caso. Vacío. Me zarandea. - Manuuuu, ¡buenos días!

Manuel: Ey. - levanto mi cabeza y la miro brevemente a los ojos y vuelvo la vista a mi leche. Vacío.

Ana: ¿Estás bien? - acerca su cara a la mía y me aprieta los mofletes mientras me da un breve beso. Vacío.

Manuel: Solo ha sido una mala noche. ¿Quieres? - le señalo mi leche.

Ana: Ya tengo la mía. ¿Quieres galletas o cereales?

Manuel: Vacío.

Ana: ¿Eh?

Manuel: No me hagas mucho caso hoy. Buenos días, bacalao. - ahora sí, vacío fuera, apártalo de ahí, piensa en cosas bonitas, en Ana. Le doy un buen beso de buenos días y así afronto el día, intentando que el vacío no vuelva a apoderarse de mi mente.