Capítulo 118

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CAPÍTULO 118

*narra Manuel*

Llevo toda la tarde y gran parte de la noche preparándole una sorpresa a Ana. Ha sido la primera vez que me he atrevido a explicarle a alguien mi historia y necesito agradecerle todo lo que ha hecho y está haciendo por mí.

Cuando ya lo tengo todo listo, me dirijo a su habitación, con un diente de león en la mano. Entro intentando hacer el menor ruido posible, las tres están profundamente dormidas, normal, son las cinco de la mañana.

Subo a su cama y empiezo a hacerle cosquillas en la nariz con el diente de león. Arruga la nariz y de golpe, pega un salto y le tapo la boca para que no diga nada. Me mira con cara de pocos amigos, no le gusta que la despierten.

Manuel: Shh, acompáñame.

La cojo de la mano y salimos de la habitación y cuando le da la luz me doy cuenta de lo guapa que está recién levantada: despeinada, con los ojos hinchados, bueno, y con cara de mala leche, también. Pero hasta eso le queda bien.

La conduzco a los columpios, nuestro sitio más especial de toda la residencia.

En cuanto llegamos, enciendo un pequeño reproductor de música portátil y la espectacular banda sonora de "Los Juegos del Hambre" empieza a sonar, se me pone la piel de gallina al escuchar las melodías y recordar los momentos de esta espectacular trilogía. Noto que a Ana le pasa lo mismo.

Saco de mi mochila unos chupachups de chocolate que he hecho esta tarde, decorados con distintos símbolos de todos los libros que nos gustan a Ana y a mí.

Manuel: Un pequeño tentempié.

Ana: Guau. - dice, al observarlos - ¡Qué pintaza! Gracias, Pan.

Los probamos y la verdad es que me han salido realmente buenos. Me acerco a Ana y le doy un mordisco al suyo, quitándole así medio chupachup.

Ana: ¡Acaparador!

Me marcho antes de que me atrape, pero es más rápida que yo y me coge fácilmente, me empieza a hacer cosquillas y finalmente logra quitarme mi chupachup. Se los pone los dos en la boca para que no se los robe.

Manuel: Suerte que he hecho más. - le digo mientras saco otro.

Subo al columpio y empiezo a balancearme. Ella hace lo mismo. Entonces, como quien no quiere la cosa, saco de mi mochila un pequeño carpesano con hojas dentro y se lo doy.

Ana: ¿Qué es esto? - pregunta, extrañada.

Manuel: Descúbrelo por ti misma.

Lo abre y en la primera página hay una foto de los dos, en la fiesta de disfraces de Disneyland, y debajo una frase, que lee Ana en voz alta.

Ana: "Se me pasa por la cabeza que la conducta tranquila y normal de Cinna puede estar ocultando a un loco de remate". ¿Es eso una indirecta? - se ríe.

Manuel: Yo creo que es demasiado directa. Además, tu conducta no es tranquila y normal, tú ya directamente estás loca de remate sin ocultarlo. - me río a carcajadas, me divierte muchísimo la situación, a ella también. - En realidad es un pequeño recopilatorio de algunas de mis citas favoritas que me recuerdan a ti.

Ana: Oiiiish. - pasa página y lo siguiente que se encuentra es una foto de los dos con nuestras cucharas que nos acreditaban que habíamos pasado el casting de Masterchef - "Hay algunas cosas que no se pueden compartir sin terminar unidos, y derrumbar un trol de tres metros y medio es una de esas cosas. Y conseguir una cuchara de Masterchef también es una de esas cosas". - le brillan los ojos. En la siguiente página hay una foto de los dos, bastante acaramelados. Ana lee la frase - "Yo creo en las hadas. Yo creo. Sí creo".

Y así es el álbum, lleno de fotos y frases importantes para mí. Pasamos un rato agradable, riéndonos con las fotos y disfrutando de las frases que Ana lee en voz alta.

Ana: "¡Dios mío!, no quiero ser una de esas personas que se sientan y hablan de lo que van a hacer. - baja del columpio de un salto y se pone en frente de mí, leyendo con mucha emoción - Simplemente voy a hacerlo. Imaginar el futuro es una especie de nostalgia". ¡QUÉ GRANDE ES ALASKA YOUNG! - Me frena el columpio para que me baje y me rodea el cuello con sus brazos - Muchísimas gracias, bacalao. - me agradece, sin dejar de hipnotizarme con sus preciosos ojos marrones - Es el recuerdo perfecto... De esto... De nosotros... - me besa dulcemente.

Manuel: Todavía te falta la última página. - le recuerdo, tras el beso.

La busca y en esa página hay un diente de león pegado, me sonríe y lee la frase en voz alta.

Ana: "Lo que necesito es el diente de león en primavera, el brillante color amarillo que significa renacimiento y no destrucción". - mientras lo lee, miles de escalofríos recorren mi cuerpo, nadie sabe lo mucho que me ha marcado esta trilogía. Y que encima Ana esté leyendo esta frase... Para mí es algo mágico. Pone sus manos en mi nuca y me acerca todavía más. Nuestras narices chocan. - Me amas. ¿Real o no?

Manuel: Real.

Detrás del delantalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora