Capítulo 136

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CAPÍTULO 136

*narra Víctor*

Lluc: No me lo puedo creer. No sabes dónde te has metido, Mendi.

Aina sigue roja de rabia y de vergüenza, me mira para que diga algo, que confiese que yo también he formado parte del plan, pero no puedo, tengo que recuperar a Marta y eso no me va a ayudar en absoluto. Aunque ahora mismo lo único que quiero es matar a Mendicuti. ¿Cómo se atreve a liarse con mi chica?

Mendicuti: Pensé que eras diferente, Aina. Todo lo que siento por ti se acaba de desvanecer. No quiero tener nada que ver con una persona que se dedica a engañar a la gente.

Aina: Pero... - está al borde del llanto - Y tú querida Marta, ¿qué? No es que ella sea muy buena persona.

Mendicuti: Al menos ella va de frente. Y lo que tengamos Marta y yo no te incumbe. - hace ademán de levantarse, pero yo soy más rápido y me voy de la habitación corriendo, tengo que llegar a Marta antes que él.

Me voy directo a su habitación, golpeo a la puerta y una desmaquillada Marta me abre. Nos quedamos mirando un buen rato, sin saber qué decir. Hasta que la abrazo y me sorprendo que ella reciba con los brazos abiertos mi abrazo. Esas mariposas que Marta quería asesinar se niegan a morir, nunca lo harán, siempre que la vean revolotearán más nerviosas y más felices que nunca.

Víctor: Siento lo que te ha hecho Aina. - susurro. El plan del amigo comprensivo empieza.

Marta: ¿Ah, sí? - me mira - ¿Y sientes también que me haya liado con Marcos?

Víctor: Yo... si es lo que quieres... - lo de ser comprensivo cuesta horrores - pero ya sabes todo lo que siento por ti, eso nunca cambiará.

Marta: ¿Sabes por qué me lie con Marcos? - pongo cara de interrogación - Para olvidarme de ti.

No puede ser. Lo que está diciendo no puede ser real. Las mariposas empiezan a acribillar mi estómago, necesitan salir, ser libres. Ella se acerca a mí, posa sus manos en mi nuca y me acaricia, se muerde el labio.

Víctor: ¿Y has podido olvidarte de mí? - le insinúo. Estoy demasiado nervioso, su cercanía me vuelve loco.

Marta: Me he dado cuenta de que no quiero olvidarme de ti.

Eso era lo que necesitaba oír para lanzarme, para que nuestros labios se unan otra vez, que Marta me haya confesado esto me hace sentir la persona más feliz del mundo.

Me acerco lentamente a ella, nuestras narices chocan y justo cuando voy a besarla, se aparta bruscamente de mí y me pega una buena bofetada.

Marta: ¿Te crees que no sé que tú también has tenido algo que ver con lo del perfil falso? A Aina no se le ocurren esas cosas. Vete a la mierda, Víctor. Lo de la orden de alejamiento iba en serio.

Marta jugando con mis sentimientos parte un millón. Me voy de su habitación, con la cola entre las piernas... Víctima del desamor. Otra vez.

Detrás del delantalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora