Detrás del delantal

Capítulo 167

CAPÍTULO 167

*narra Rocío*

Me voy al comedor, a ver si está Marco todavía, él siempre sabe cómo animarme. Pero por el camino me encuentro a la última persona que quería ver. Paso por su lado sin mirarlo siquiera.

Lucas: ¿Qué pasa? ¿Que ahora que sé que te molo vas a pasar de mí?

Rocío: ¿Y vas a estar recordándomelo siempre que me veas? - empleo el tono más borde posible.

Lucas: ¿Vas a seguir preparándome tartas de galleta y chocolate?

Rocío: ¿Solo te interesa eso de mí? - me estoy empezando a poner muy nerviosa.

Lucas: ¿Y qué es lo que te interesa a ti de mí?

Rocío: He preguntado yo primero.

Lucas: Mentira, nuestra conversación se ha basado en preguntas y la primera la he hecho yo. - Mierda, está en lo cierto.

Rocío: ¿Quieres que te responda a todas? Si ya, total, no voy a perder nada. Primero, siempre he pasado de ti, eso no es nuevo, segundo, vas a tener que aprender a preparártelas tú solito. Y tercero, esto es lo que me interesa de ti. - lo agarro de la cintura para que se acerque a mí y lo beso, me dejo llevar y siento cosas que nunca había sentido por nadie. Cuando me aparto, intento que no se me note, él se ha quedado embobado. - Hecho esto, solo he de decirte que ahora el que se lo pierde eres tú. - y lo dejo ahí, plantado en medio del pasillo. Y me alejo pensando en cómo reaccionará él después de la locura que acabo de cometer.

*narra Teresa*

Lluc: Guillermo está obsesionado contigo...

Teresa: Pues ya ves.

Es raro, pero Lluc se ha convertido en mi nuevo amigo. No entiendo mucho nuestra relación, pero insulta a Guillermo, cosa que me gusta. Estamos en la piscina, mojándonos los pies, comentando la última jugada y hablando sobretodo de Guillermo. Aunque nunca voy a confesar que siento cosas por él, soy demasiado orgullosa. Me doy cuenta de que hay alguien asomado a la puerta, me fijo bien y es Guillermo. Mi parte irracional quiere fastidiarlo, así que, presa de un impulso, beso a Lluc. Cuando termina el beso, Guillermo ya no está en la puerta. Ha funcionado. ¿Cuál es el problema ahora? Que Lluc quiere volver a besarme. Lo tiro al agua, fingiendo que me divierte la situación. Él me anima a que me bañe y acabo cediendo, pero evitando que nuestros labios vuelvan a tocarse.