Capítulo 123

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CAPÍTULO 123

*narra Marta*

Cuando estoy a punto de romper mi móvil con un martillo, alguien llama a la puerta de mi habitación. Me levanto enfurecida y abro la puerta bruscamente. En cuanto veo quién es le cierro la puerta en las narices. Él le da golpes.

Mendicuti: En serio, ¿qué demonios te pasa? ¿Me abres?

Abro la puerta lentamente e intento poner la cara más desagradable que se me ocurre. Marcos está a punto de decirme algo cuando suena mi móvil. Espera, esto es muy raro. Voy a mirar mi móvil y, efectivamente, ha sonado porque Marcos me ha enviado un mensaje directo. Pero esto no puede ser, Marcos está en frente de mí y no estaba escribiendo nada. Qué fuerte, me han tomado el pelo, qué estúpida, esto no le hubiese pasado nunca a Blair Waldorf. Marcos me mira con expresión interrogante y le enseño el mensaje a modo de respuesta: "Quizás la ropa vieja seas tú, reutilizando las frases de otra persona. Personalidad ante todo, por favor".

Mendicuti: ¿Y esto?

Marta: Lee quién me lo ha enviado.

Mendicuti: ¿@marcosmendicutimcj2? ¿Qué es esto?

Le dejo leer toda la conversación, la de ayer y la de ahora mismo. Su cara se tiñe de rojo.

Mendicuti: ¿Están suplantando mi identidad? - asiento - ¿Pero quién?

Marta: Buena pregunta... Siento lo de esta mañana, estaba muy dolida. - empieza a reírse - ¿Qué? - eso solo hace que se ría más.

Mendicuti: He de admitir que lo de la ropa vieja ha sido buenísimo - sigue riendo - quién sea que lo haya leído ha debido de flipar... - me contagia su risa y no podemos parar durante un rato. Me encanta lo risueños que se han puesto sus ojos color avellana.

Marta: Vale, basta de risas, ahora hay que reaccionar. Este espécimen más falso que un iPhone con Android está intentando separarnos. ¿Y si le hacemos creer que ha funcionado?

Mendicuti: ¿Pero no sería más fácil desenmascararlo?

Marta: Ay, Marquitos. Esto es un juego y hay que jugar bien nuestras cartas. Va a recibir su merecido.

Mi cuerpo se siente invadido de esa sensación que tanto me gusta, de la dulce y dolorosa venganza. Mi primera jugada es contestar esto: "Estas respuestas no son propias de ti, te has quedado tonto desde que nos besamos".

Marta: Si esta gente quiere separarnos, esta respuesta no les va a gustar nada.

Marcos me mira inquisitivamente, sé que no le gusta comportarse así, pero yo lo estoy disfrutando como nunca.

Detrás del delantalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora