Capítulo 57

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*narra Aina*

Ni yo misma sé por qué me acabo de besar con Mauro.

Aina: Esto ha sido un beso de amigos.

Mauro: De amigos.

Aina: No tiene que enterarse nadie.

Mauro: Nadie.

*narra Manuel*

Y sé que este es el verdadero momento donde debo hacer caso a mi yo malo... Estoy a punto de eliminar por fin la poca distancia que nos separa cuando un grito lejano hace que, joder, nos separemos.

Martina: ¡MANUUUUEL!

Manuel: ¿Martina?

Martina: Ay, ostras, perdón, pensaba que estabas solo. Mejor me voy.

Ana: No, ya me voy yo. Os dejo solos. - no se va sin antes recorrer con la mirada a Martina de arriba a abajo de mala gana. Joder. Joder. Joder.

Manuel: No te vayas... JODER, MARTINA, ESTABA A PUNTO DE BESARLA.

Martina: ¿Qué dices? No, dios, no tenía ni idea. Espera, que voy a buscarla.

Manuel: No, déjalo, ya lo arreglaré... ¿Por qué me buscabas? Estás llorando...

Eso solo provoca que llore más y me explica lo que acaba de ver. Intento consolarla entre palabras y abrazos, pero mi mente hace rato que está en otra parte, pensando en todo lo que podría haber pasado si no nos hubiese interrumpido Martina...

*narra Aina*

Esta noche hemos dormido Marta, Ana y yo en la misma cama. Necesitábamos el calor de otra persona para compensar nuestras desgracias. Ana llegó llorando, explicándonos, entre hipidos, lo sucedido. Promete venganza. Y después Marta nos confesó su ruptura con Lluc. Y yo no fui capaz de decirles lo de Mauro, porque no quiero darle más importancia. Fue un beso de amigos y ya.

Detrás del delantalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora